Progresos y desafíos

Implementando el marco de mujer, paz y seguridad

 

La evolución de la perspectiva de género en el mantenimiento de la paz es, en teoría, extremadamente necesaria, representa la base para generar cambios prácticos reales en materia de promoción del género en misiones de paz. Sin embargo, la implementación de la promoción del género al interior de las operaciones de paz, en términos de números, roles de las peacekeepers mujeres, y consideración de las mujeres locales como promotoras activas para la resolución de conflictos, sigue siendo muy limitada. A pesar de las numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad que sientan los fundamentos teóricos de un enfoque de género sensible, esta sección introduce las limitaciones de la promoción del género en los contextos de mantenimiento de la paz. Desafortunadamente, este enfoque no parece haber sido interiorizado todavía por lo mayoría de los actores, tanto civiles como militares, que trabajan en el mantenimiento de la paz. Es también por dicha razón que la capacitación en materia de género puede ser extremadamente importante, tal como se explica en esta sección.

 

Finalmente, esta sección se enfoca en la importancia del  rol que  pueden tener los peacekeepers militares en relación a la promoción del género. Peacekeepers anteriores, presentes y futuros pueden encontrar aquí herramientas y sugerencias para adoptar una perspectiva de género en su trabajo en campo en un contexto de mantenimiento de la paz.

La idea de la promoción del género en el mantenimiento de la paz está comúnmente asociada con la presencia de peacekeepers femeninos en las misiones de paz. De hecho, reconocer que las operaciones mixtas compuestas por hombres y mujeres podían tener un impacto positivo en la resolución de conflictos significó el primer paso hacia la concientización sobre el género al interior de las operaciones de paz. Al principio, cuando se detectó el valor que agregaba la presencia de mujeres en las misiones de paz, éste consistía principalmente en el posible enlace que peacekeepers femeninas (tanto militares como civiles) podían generar con las mujeres de la población local. Por ejemplo, las peacekeepers mujeres podían dirigirse más fácilmente a las mujeres locales y también podían representar un modelo de empoderamiento.

La interpretación, ciertamente verdadera en la mayoría de los contextos, hizo posible entender que no es sólo la cantidad de peacekeepers, sino también el rol que éstos juegan, los elementos críticos para influir en el curso de una misión de paz. Esto se debe principalmente al hecho de que las mujeres y los hombres pueden percibir el conflicto, y sus soluciones, de maneras diferentes. Como tales, un esfuerzo conjunto de peacekeepers mujeres y hombres, con posiciones y roles iguales, contribuye a tener en cuenta diferentes elementos en una situación de conflicto y a multiplicar las ideas para su solución.

 

A fines de los noventa, con el desarrollo del concepto de Protección de Civiles (PdC), la concientización sobre el género comenzó a focalizarse también en un segundo tema: las mujeres de la población local que se encontraban en condiciones de vulnerabilidad debido al conflicto. Se destacó que estas mujeres podrían necesitar medidas de protección específicas, diferentes a aquellas adoptadas para la protección de los hombres.

Sin embargo, es con la adopción de la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 (2000), la cual reconoció la relación entre mujer, paz y seguridad, que el concepto de la participación femenina en operaciones de paz adquiere verdaderamente una nueva perspectiva. Para alcanzar la resolución de un conflicto, el Consejo de Seguridad no sólo identificó la necesidad de una perspectiva de género general, sino que también reconoció el rol de las mujeres locales como actores activos en la reconstrucción de la sociedad. La Resolución 1325 es una piedra fundacional en el camino hacia la concientización sobre el género en contextos de mantenimiento de la paz dado que ya no percibe a las mujeres como sujetos vulnerables. Las mujeres necesitan ser protegidas, pero también deben tener la posibilidad de participar de su propia protección: como peacekeepers, dentro de las misiones de paz y como promotoras de la paz. Ya que las mujeres son los pilares del tejido social de sus comunidades, ellas pueden influir directamente en el curso del conflicto y su resolución.

 

A pesar de la evolución y la adopción teórica de varias Resoluciones del Consejo de Seguridad, las perspectivas de género no parecen haber sido interiorizadas, todavía, por los actores de mantenimiento de la paz, sean éstos civiles, policiales o militares. En muchos contextos de mantenimiento de la paz, el género y la violencia de género todavía no forman parte de una estrategia de protección de civiles. Esto implica que el género todavía no es utilizado sistémicamente como un elemento crucial para la resolución de conflictos. Generalmente, el género continúa siendo considerado un factor de “vulnerabilidad”, no un elemento para fortalecer la resolución de conflictos. Esto resulta en una aplicación aún limitada de las resoluciones, tanto en términos de presencia de peacekeepers femeninas como en la habilidad para concebir las estrategias para la paz con una perspectiva de género.