Manuel Díez Alegría nace en Asturias en julio de 1906, y muere en Madrid en 1987410. Ingresa con diecisiete años en la academia de Ingenieros de Guadalajara especializándose en temas de automoción, lo que después le lleva a la Dirección General de Transportes en 1944. Su carrera militar presenta diferentes aspectos que le configuran como un oficial de amplio espectro que preocupado por lo profesional, tiene la capacidad y la habilidad de reflexionar sobre ello, sin olvidar tampoco ni la faceta del combate, ni la experiencia política que luego le empuja a influir en el rumbo que debían seguir los ejércitos.
Por una parte su componente de "combate" es importante, ya que no sólo lucha durante tres años en la guerra civil española como oficial de Estado Mayor, sino que incluso es premiado por méritos de guerra con su ascenso; por otra su vertiente académica es más que sobresaliente, lo que le hace, siempre que está en España, estar permanentemente en contacto con diferentes escuelas militares411, ya sea la de automovilismo del Ejército (1932-35), la Escuela de Estado Mayor (1945-46), la Escuela de Aplicación de Ingeniería y Transportes (1952, y 1962), la Superior del Ejército (1953-58, y 1965-1966), la Academia de Ingenieros (1959-1961), o el CESEDEN que impulsa decisivamente desde septiembre de 1966 hasta finales de 1970; la última de sus facetas es la política que se inicia como Director General de Transportes, y se consolida los cuatro años que pasa en Brasil como agregado militar (1947-1951), mostrando su momento más importante para los ejércitos primero de general de brigada en el Alto Estado Mayor (1962-64), y después de teniente general jefe de esta Institución entre 1970 y 1974412.
Manuel Díez Alegría es un oficial muy capaz, cultivado, con una buena capacidad y formación intelectual, y una destacada personalidad413. Según su sobrino el general de división Juan Peñaranda Algar, la imagen que en casa de su abuela se tiene de éste es la de una persona muy intelectual, muy estudiosa, que en la sobremesa se retira rápidamente de la conversación a un cuarto a leer y trabajar. Díez Alegría era el clásico militar intelectual, en opinión de su sobrino, y está vinculado sentimentalmente a Franco, que hace referencia a él como "aquel chiquito", por el recuerdo que tiene sobre él de la guerra414.
Confirmando esta opinión el teniente general Lobo por su parte hace un interesante paralelismo entre los caracteres de Díez Alegría y su continuador Gutiérrez Mellado que es muy útil para comprender el carácter de los dos militares más importantes del proceso que lleva a la reforma militar, y al apartamiento de los militares de la actividad política: "los dos eran profundamente militares, pero Díez Alegría era un intelectual de espíritu eminentemente liberal, y Gutiérrez Mellado era más un militar de acción (...) el primero era un intelectual militar y el segundo no tenía tiempo para leer porque era un hombre que se quemaba en el trabajo, y que no sabía hacer nada más que trabajar (...) si se hubieran hecho los dos religiosos, Díez Alegría hubiera sido un magnífico jesuita, ilustrado, y en cambio Gutiérrez Mellado hubiera sido de las órdenes monásticas más humildes, era otro tipo..."415.
Díez Alegría es un militar con un cierta inclinación política según el teniente general Lobo, que le lleva a cultivar mucho su imagen pública, cosa que Gutiérrez Mellado no hace, cuidando su gabinete de prensa, porque "él era consciente de su posible situación importante". Para Lobo, como para Cardona, éste tiene una gran personalidad, lo que le lleva según el primero a que al ver que había que poner a España en otro sitio, cuando sale de España se exprese confidencialmente sobre la situación política española416.
En opinión de Angel Lobo, Díez Alegría es muy cuidadoso con sus actuaciones porque sabe que el generalato es muy franquista, y que él no está bien visto por tener esta visión más aperturista. A pesar de ello, y como buen político, sabe distanciarse de las críticas, lo que también le distingue de Gutiérrez Mellado: "que era un hombre entrañable, muy militar... al que el que sus compañeros no le comprendieran le dolía mucho... Díaz Alegría se ponía en un plano superior, y pensaba éstos no saben que yo puedo hacer cosas que no entienden"417. Su línea de acción a la que llega por reflexión intelectual, según Lobo, es ir sembrando con prudencia, con mano izquierda, porque se ve venir que es necesario evolucionar; y el CESEDEN y la protección de estar elaborando teorías es un buen marco para desarrollar su labor.
Díez Alegría es un hombre en el que se tiene puesta la vista desde diferentes instancias internacionales, es un personaje con contactos que es invitado y cuidado en muchas partes del mundo "que si una montería en Canadá... o no se qué". Una muestra de la repercusión que este general tiene en el extranjero según Lobo es el gran volumen que ocupa el dossier que hizo el Alto Estado Mayor con todos los comentarios que salen en la prensa internacional en relación a Díez Alegría, y que se lo regalan a éste en el momento de su destitución para mostrarle como se le reconoce y valora en otros países418.
El pensamiento del general se encuentra reflejado en Ejército y Sociedad, libro que edita en 1972, recogiendo diferentes conferencias y textos que ha escrito previamente. El primero de éstos condensa su pensamiento; éste reproduce el discurso de recepción como académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas pronunciado por el autor el 5 de marzo de 1968. Ya desde el principio de su discurso muestra una clara influencia de Samuel P. Huntington al volver a afirmar que la sociedad contrapone las sociedades industrial y militar como dos tipos distintos419. La sociedad industrial en su opinión presenta características "antimilitaristas" que trata a las instituciones militares como reliquias peligrosas del pasado, lo que le sorprende cuando para Díez Alegría, son precisamente los que presentan el espíritu pacifista como característica principal, los que han tomado las decisiones atroces que han dado a la guerra el carácter apocalíptico que ha llegado a tomar: "ni el bloqueo por hambre contra los no combatientes, ni las exigencias de rendición incondicional, ni el lanzamiento de bombas atómicas (...), fueron tomadas por hombres de uniforme"420.
Para Díez Alegría como para Ortega, y Weber, según él mismo comenta, el conflicto armado constituye un grave problema social como queda demostrado tras la primera guerra mundial; en su opinión a partir de 1945 se queda de golpe anticuado todo el pensamiento militar tradicional, lo que justifica que se necesiten reflexiones sobre el papel de los militares en la sociedad. En este sentido afirma que existe un renacimiento mundial del interés por los estudios militares que encuentra su ápice en los Estados Unidos donde se está produciendo una "cantidad ingente de libros y artículos", y que es necesario que éste debate llegue a España, ya que el ejército constituye "un problema jurídico-político, sociológico, económico, y hasta filosófico de primera magnitud". No obstante para Díez Alegría, y aquí es donde vuelve a coincidir con Huntington, hay que tener cuidado en el tratamiento porque, como ya afirma Ortega, "precisamente lo que hace antipáticos y menos estimables a los ejércitos actuales es que son manejados y organizados por el espíritu industrial. En cierto modo, el militar es el guerrero deformado por el industrialismo"421.
Como para Huntington, para Díez Alegría existen unos rasgos generales que se encuentran en todos los ejércitos que muestran muchos rasgos comunes: "violencia organizada", "organización", "disciplina", "posesión de armas" son conceptos fundamentales que tienen que ir de la mano de la precisión de que "su fin potencial y propio es el de emplearlas contra fuerzas comparables y de origen perceptiblemente exógeno"422. Esto distingue a las Fuerzas militares de las policiales que por motivos sociales tienen una dinámica diferente de los ejércitos, y que por razón "del adversario" al que deben enfrentar tienen que tener un armamento más débil, lo que "las coloca más en la manos de la Administración"423.
¿Cuál debe de ser el papel de los Ejércitos en la Sociedad Internacional? Ante el fenómeno del armamento nuclear Díez Alegría afirma que resulta difícil que los países pequeños cuenten con ejércitos en disposición de responder a las nuevas amenazas, por una parte por el increíble coste de los armamentos, y por otra por la creciente preocupación por invertir en gastos sociales. No obstante estos países deben de contar con un mínimo de elementos defensivos, que den tiempo a movilizar la reacción internacional frente a la agresión. En su opinión la Guerra Fría ha aportado una nueva fase en el que la guerra "psicológica, política, económica y de clases", se ha expansionado profundizando en las técnicas clásicas de subversión, "espionaje, propaganda, sabotaje, terrorismo, engaño e incitación al desorden" que no sólo permanecen, sino que se refinan.424
Ante esta nueva situación el teniente general aboga por la constitución de coaliciones de fuerzas que unidas pueden ser apreciables, siempre que haya una serie de intereses comunes lo suficientemente importantes para aconsejar esta agrupación, extrayéndose la idea de que a pesar que la naturaleza de muchas amenazas es más de carácter policial que militar, sigue siendo necesario contar con FFAA apropiadas "que puedan enfrentarse en cualquier momento, con una firme actitud defensiva o de disuasión, a las realidades bélicas que en cada momento pudieran llegar a presentarse"425.
Como se ve en su opinión existe la necesidad de que se establezca una verdadera organización internacional, que cuente con los correspondientes instrumentos coactivos; no obstante según su punto de vista los egoísmos internacionales complican este objetivo, lo que provoca que realmente haya que ser escéptico sobre la posibilidad de que en el futuro esto se pueda lograr, y obliga a que los Estados miembros de la ONU tengan una cierta obligación de mantener a disposición de la misma unidades eficientes, bien organizadas y bien instruidas, listas para integrarse en un contingente internacional cuando sean requeridas para ello.426
¿Cuál es el papel que les corresponde a esas fuerzas dentro de la comunidad nacional? Para Díez Alegría una nación independiente no puede prescindir del ejército puesto que éste es un atributo de la independencia. Como ya se ha comentado anteriormente en su opinión todos los ejércitos se parecen, tanto en instrucción como en doctrina profesional y en organización. No obstante existen diferencias, ya que en algunos países el Estado y su ejército mantienen relaciones armoniosas de existencia, y en otros estas relaciones son más complicadas: "existen ejércitos que sienten un cierto desprecio por las instituciones políticas de su propio Estado, a las que no se consideran ligados y contra las cuales se reservan un recurso a un árbitro más elevado, la Nación (...) A veces el establecimiento militar llega a ser una especie de Estado dentro del Estado. En los países subdesarrollados la relación entre ejército y Estado es muy débil, o no funciona normalmente"427.
En su opinión los ejércitos deben cumplir unas misiones que les relacionen con la comunidad actual y con obligaciones del pasado. Su primera misión es la de constituir el medio coactivo del Estado, la fuerza organizada a disposición de la comunidad, manifestándose hacia el exterior, o hacia el interior para oponerse a la subversión o a la violencia y asegurar el cumplimiento de las leyes. También les corresponde un deber histórico de guardián de las tradiciones y valores nacionales, y un deber moral de exaltación de "las mejores virtudes nacionales", de ejemplaridad y de entrega al servicio de la Nación. Además deben estar al servicio del Estado por encima de parcialidades políticas, y tienen el deber social y económico de contribuir a la atención de los sectores más necesitados, de colaborar en la educación, y en la salud pública.428
Asimismo para Díez Alegría, como para Huntington, es un axioma la subordinación del Ejército al poder civil. En su opinión este postulado se ha de cumplir, ya que de otra forma "resultaría imposible el gobierno de la nación y la existencia misma del Estado". Para ello es necesario que el militar profesional429, sea apolítico, lo que no quiere decir que no sienta preocupaciones por la gobernación del país, sino que no sustenta una o otra teoría apoyándose en su condición de oficial, y mucho menos las hace prevalecer reunido con sus compañeros como expresión del pensamiento del ejército.430
Para Díez Alegría el ejército ha de servir gustosamente a todo orden político coherente, y los militares no deben de hacerse cargo de las funciones que corresponden a los políticos, porque su formación y el ambiente en que se mueven no son las mejores cualidades para el desempeño de esas funciones. En su opinión siguiendo a Platón "el Ejército debe estar lo más intensamente posible ocupado en cuestiones verdaderamente propias, entre las que, en definitiva, prepondera la de una constante y real preparación para la guerra"431.
Sus conclusiones plantean tres puntos: primero en el tiempo actual deben perdurar los ejércitos nacionales, pero con una mentalidad abierta a lo internacional; segundo estos ejércitos deben consagrarse al desempeño de sus funciones propias dentro de la política general del Estado, sin interferir en ésta más que para asuntos que son institucionalmente de su incumbencia; y tercero la defensa de la nación no es un asunto exclusivo para los militares, sino que es una labor conjunta de todos los elementos nacionales. De los tres puntos que apunta sólo desarrolla los dos primeros, y el tratamiento de éstos a veces da la impresión de ser tratado con mucha cautela. A pesar de sus frases rotundas, la verdad es que en ocasiones parece de que hable entre líneas, o de que incluso se contradiga, incorporando elementos a su discurso que se oponen a lo que está afirmando, dando la sensación de autocensurarse, realizando algunas concesiones a aquellos que le pudieran acusar de demasiado aperturista.
Un segundo documento que muestra el pensamiento del general Díez Alegría es el discurso que expone en las Juntas de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas los días 24 de febrero, y 4 de marzo de 1975, y que lleva por título "El Cambio en el Gobierno de la Defensa Nacional".432 En este documento ya no muestra ningún tipo de autocensura. Destituido de forma fulminante, por una debilidad del Presidente Arias, que cede a los enemigos de la Reforma, y utiliza el pretexto de unas conversaciones del general en Rumanía, éste se siente libre para desarrollar su posición y reclamar el necesario cambio en la organización de la defensa.
En este discurso todavía se muestra más cercano a Huntington hablando claramente de la improcedencia del poder militar, de la subordinación al poder político, y de la existencia de un mundo aparte que es el militar: una administración autónoma que posee un estatuto especial, un derecho propio, y que está presidida por un espíritu diferente al del mundo civil en donde el orden se sitúa sobre la libertad, y en el que predomina la jerarquía433.
En su opinión el concepto de Defensa Nacional está mal definido, con límites que pueden ir desde una posición minimalista, en el que únicamente se entiende que ésta hace referencia únicamente a la guerra, y otra maximalista que incluye a todas las actividades nacionales, y que es peligrosa por los riesgos de que lleve al totalitarismo. En su opinión hay que referirse a una definición intermedia: "todas aquellas actividades que pueden considerarse encaminadas a aumentar el potencial militar nacional o la capacidad de resistencia contra la acción armada de cualquier adversario". Por otra parte ya sin censura posible se plantea el problema de si deben actuar las Fuerzas Armadas contra posibles adversarios internos afirmando que: "Los ejércitos han sido creados para hacer frente al ataque exterior, pero, dada su existencia, encuentran naturalmente una misión subsidiaria, como auxiliares, para el mantenimiento del orden. No es ésta, fuera del caso de una guerrilla, una misión estricta de Defensa Nacional, aunque se extienda a ella el concepto como justificación ideológica"434.
Díez Alegría culpabiliza a los políticos de no haberse preocupado por los problemas militares, quizá por temer la responsabilidad de adentrarse en un mundo desconocido, lo que ha provocado que haya existido un poder militar de hecho. El Gobierno debe asumir todas las decisiones políticas, dejando en manos del Alto mando exclusivamente las que hagan relación con las cuestiones puras de estrategia militar, y de conducción de las operaciones. El Alto mando puede hacer recomendaciones pero en ningún caso debe decidir siendo "no un poder, sino una autoridad militar que ejecuta órdenes del Gobierno, disponiendo para ello de prerrogativas muy amplias"435. Para el general tanto la política de defensa, como la política militar debe ser dirigida por el Presidente del Gobierno, si bien la segunda por su carácter más técnico quizás ha de ser delegada en un ministerio de defensa que se encarge de administrar el personal y el material. En este sentido distingue los conceptos de "empleo" y "gestión" que han de ser encargados a cabezas diferentes para evitar grandes inconvenientes: "la puesta a punto de los ejércitos, que corresponde a la gestión, se realiza siempre en el cuadro de una doctrina de empleo, que establece el órgano correspondiente. Las directivas de empleo dependerán, a su vez, de las condiciones de las tropas disponibles, preparadas por el órgano de gestión"436. El Ministerio de Defensa único es calificado como la institución ideal para gestionar porque es necesario que exista coordinación entre las fuerzas. En su opinión es necesario cumplir tres principios básicos: unidad de la defensa, unidad de mando y subordinación de los ejércitos al poder político.437
El CESEDEN y el Proyecto de Ley de la Defensa Nacional
La creación del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN) es uno de los episodios más importantes que se derivan de la influencia recibida por el contacto con otros ejércitos en el exterior. La idea más importante que se reconoce con la creación de este centro es la necesidad de encontrar los cauces para la acción conjunta y coordinada de los ejércitos; y derivándose de ésta la utilidad de la creación de un Ministerio de Defensa que asuma este objetivo. Este Ministerio ha de estar sometido, como no puede ser de otra forma, a la voluntad del Gobierno de la nación, lo que reconoce que la función de la defensa es una política delegada por el Gobierno a unos funcionarios, sean estos civiles o militares, y que la Defensa no es una cuestión exclusivamente de los militares, sino que afecta al global de la sociedad.
Según el general de Ejército del Aire Fernández Sequeiros "como consecuencia del trato derivado de la firma de los acuerdos, no sólo iban oficiales jóvenes a hacerse pilotos en los Estados Unidos, sino que también iban oficiales superiores, coroneles a hacer cursos de Estado Mayor, y éstos evidentemente vienen con ideas nuevas, con nuevos conceptos de la profesión militar, del trabajo, de la técnica..." El CESEDEN es producto de las inquietudes personales de algunos militares que quieren modernizar las FFAA; la impresión que tiene Fernández Sequeiros es que en este sentido un grupo de profesores de la Escuela Superior del Ejército de Tierra, entre los que estan los generales González de Mendoza, y González Camino y otros oficiales como Olivares Baqué, o Sancho Sopranis, aparte de tener una buena relación personal entre ellos, combinan sus experiencias personales, y fundamentalmente las relacionadas con los Estados Unidos, para animarse a pensar que debe crearse un centro como los vistos en el extranjero, y que reuniese a los diferentes ejércitos para elaborar un pensamiento en común acerca de los temas de la defensa.
A ellos se les unen, aunque según Fernández Sequeiros438 ya no forman parte del núcleo afectivo y personal, los generales Salas Larrazabal y Serrano de Pablo, y el coronel De Cara Vilar del Ejército del Aire, y por la Marina el almirante Enrique Polanco, el capitán de fragata Rey Díaz y el capitán de navío Yusti Díaz. Un poco más tarde en septiembre de 1966 Manuel Díez Alegría como Director de la Escuela de Altos Estudios Militares (ALEMI), y Felipe Galarza439 como Director de la Escuela de Estados Mayores Conjuntos (EMACON) toman la batuta del CESEDEN, impulsando la etapa más importante de experimentación y lanzamiento del centro de estudios que lleva a la aprobación de su reorganización en 1970440, que básicamente confirma el camino del centro, haciendo más insistencia en la participación de civiles, y que finalmente se consolida con la aprobación del reglamento del 28 de octubre de 1975.
El CESEDEN edita recientemente un boletín con información general del centro441. En éste se desarrolla un apartado muy útil sobre el origen y creación del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional442. La posición oficial del centro sobre sus orígenes se remonta a la influencia de un curso de Estado Mayor realizado en Italia en 1954 por el entonces comandante de artillería Gonzalo de Benito y de Sola, que le lleva a solicitar realizar otro de Estados Mayores Conjuntos en Florencia, del que se diploma en 1955. La existencia de este curso, afirma el texto, alerta a algunos mandos sobre la necesidad de crear una Escuela de Estados Mayores Conjuntos. Así el coronel Carmelo Medrano Ezquerra elabora los primeros borradores en el Alto Estado Mayor, que son aprobados por Franco, y pasados a los tres Ministerios militares para su consulta e informe.
No obstante este proyecto se paraliza, y no es hasta 1961 que Díez Alegría, ya como general de brigada en el Alto Estado Mayor, resucita el tema consiguiendo la conformidad de los tres Ejércitos. Según el informe del CESEDEN el entendimiento que existe entre Díez Alegría, y el teniente general Angel González de Mendoza que está de Director de la Escuela Superior del Ejército, donde Díez Alegría como se ha visto ha impartido clases en repetidas ocasiones, es clave para el éxito del proyecto, que no sólo pretende ser una escuela de Estados Mayores Conjuntos sino algo más ambicioso.
González de Mendoza ha estudiado tanto en el Centro de Altos Estudios Militares de Francia, como en el Instituto de Altos Estudios de Defensa Nacional de París, y se propone crear un centro parecido que además de favorecer el estudio conjunto de la defensa por parte de los diferentes ejércitos, también integre a los civiles fomentando su participación en el esfuerzo de la defensa nacional. Este general se trae consigo de la Escuela Superior del Ejército a su equipo443, que como se ha visto anteriormente está integrado por el general González Camino, y otros militares muy cercanos a él, como entre otros, los tenientes coronel De Benito y Sancho-Sopranis, y que son los que, con el apoyo constante del Alto Estado Mayor444, llevan a cabo la creación del Centro tras el decreto del 16 de enero de 1964.
Según se lee en este decreto445 se crea el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional "con la misión de preparar a los mandos y al personal del Estado Mayor en el estudio y planeamiento de operaciones conjuntas, realizar estudios de carácter político y económico en relación con los problemas militares y cuantos se consideren convenientes en orden a la cooperación de los tres Ejércitos y al examen de las cuestiones referentes a la Defensa Nacional".
Sus misiones principales se definen en los siguientes puntos:
- 1. Realizar estudios de carácter político-económico-militar. Estudiar las bases de la doctrina y organización de la defensa. Desarrollar los estudios y las enseñanzas comunes a los tres Ejércitos de cooperación entre las Fuerzas Armadas. Difundir la doctrina general para el desarrollo de la cooperación.
2. Estudiar los problemas generales de la Defensa Nacional con la colaboración de personas relevantes de la vida civil y completar la preparación de los oficiales generales de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire mediante el estudio de dichos problemas y los de todo orden que plantea el empleo de las Fuerzas Armadas y el ejercicio de los mandos conjuntos.
3. Mantener relaciones con los Organismos civiles dedicados a la investigación y, especialmente, con aquéllos más directamente relacionados con la Defensa Nacional.
4. La preparación de Diplomados de Estado Mayor de los tres Ejércitos para el planeamiento, desarrollo y conducción de las operaciones conjuntas y para la resolución de los problemas que se plantean a los Estados Mayores Conjuntos.
Según el documento citado que publica el CESEDEN, a partir de estos decretos el equipo de González Mendoza empieza a funcionar en forma de Comisión Organizadora, y tiene una reunión muy importante en Esles (Santander) el 11 de agosto de 1964, en una propiedad del general González-Camino, de la que se desprende que los objetivos del centro que son: "reunir, hacer colaborar personalidades civiles y militares llamadas a participar en la dirección de los asuntos nacionales, hacer que se conozcan entre sí personas procedentes de sectores muy diversos, derribar paredes hoy día estancadas y estrechar y mantener los contactos establecidos. El mutuo conocimiento de necesidades, problemas, aspiraciones y posibilidades, creará el espíritu de Defensa Nacional"446.
Como se ve ya desde el principio el Centro surge marcándose unos objetivos ambiciosos e importantes que parten de preocupaciones profesionales, y que pretenden situarlo en línea con lo que se está realizando en otros países, tratando de estudiarse como se debe integrar la realidad de los ejércitos españoles, con las más modernas doctrinas que sobre el significado de la Defensa Nacional se discuten en un mundo modificado tras la segunda guerra mundial, y el inicio de la Guerra Fría.
Según el teniente general Emilio Alonso Manglano el CESEDEN es un intento, pero que como todo en España se resuelve con cuatro conferencias, y cuatro titulares sin acabar de profundizar, y sin voluntad real de aplicación. Sin estar totalmente en desacuerdo con esta afirmación, en los inicios, y por lo menos hasta 1982 el trabajo realizado por este centro no sólo es positivo en las intenciones, sino que logra materializarse. La reforma profesional de Gutiérrez Mellado, y el papel que los militares tienen en la transición española tiene su origen en las discusiones, y en las reflexiones que tienen lugar en este centro, y que permiten que los militares españoles tomen conciencia de que el mundo está cambiando, y que consecuentemente las funciones de los ejércitos no pueden mantenerse inalterables447.
Fernando Rodrigo448 hace un análisis de las actividades del CESEDEN desde su creación hasta 1975 mostrando la atención que se tiene por conocer lo que en otros países se está realizando, y como se debe construir una Ley de Defensa que permita afrontar los nuevos retos que se deben abordar de cara al futuro449. Del seguimiento de los cursos que tienen lugar en el Centro se puede concluir la importancia que estos militares ilustrados dan al debate entre los diferentes sectores civiles y militares del franquismo, buscando un consenso del que salga una idea común de cual es el camino a seguir. De esta clara intencionalidad de no buscar únicamente los titulares, nace la frustración primero de Díez Alegría que no entiende como un proyecto tan necesario, y discutido es retirado en 1974 de las Cortes, y después de Gutiérrez Mellado que tampoco acepta las críticas de sus compañeros ante una reforma que no es el producto de una inspiración concreta de una persona, ni de un grupo, sino que se ha gestado a lo largo de diferentes años a través del debate y la reflexión sosegada.
Una buena muestra del contenido de estos cursos es el celebrado en 1966 que lleva por título "Bases de la doctrina y organización de la Defensa Nacional en España"450. El curso dura 24 semanas y se organiza en cuatro ciclos. Uno teórico donde se estudian los factores que intervienen en la defensa nacional, y la forma como se estructura la defensa en diferentes países, otro analítico en el que se analiza el estado de la Defensa en España, otro operativo en el que se trata la estructura más aconsejable para la Defensa Nacional en España451, y las posibles bases de las mismas, y finalmente un cuarto práctico en el que se realiza un ejercicio que trata de aplicar las conclusiones del ciclo operativo a una región española definida anteriormente.452 El objetivo del curso es discutir las bases de la doctrina y de la organización militar, y de ello se elabora un documento que se realiza, como indica el mismo "Documento 5" inserto en el resumen del curso, "con la pretensión de que algún día pueda servir para inspirar las leyes y las disposiciones que se desarrollen"453.
Es interesante darse cuenta de que no sólo ni Díez Alegría, ni Felipe Galarza han asumido todavía sus responsabilidades al frente del CESEDEN cuando este curso se realiza, sino que ni siquiera participan en las ponencias que se realizan a lo largo de éste454. Sin embargo personas tan importantes para el régimen, entre otros, como el almirante Carrero Blanco, Fernández de la Mora, Villar Palasí, o Fraga sí que lo hacen, avalando en cierta forma con su presencia los contenidos expuestos a lo largo del curso. En éste se habla de la necesidad de que la Defensa Nacional sea unificada en su dirección, y descentralizada en su ejecución; se defiende la idea de que ésta obliga por igual a civiles y militares455; que el Presidente del Gobierno tiene la responsabilidad de ejecutar las decisiones que se refieran a la Defensa, y a su coordinación; la necesidad de crear un Consejo de Defensa Nacional integrado por diferentes ministros civiles y militares; y de dotarse de órganos de coordinación como la Secretaría General de la Defensa Nacional, el Ministro de Defensa -que sería el Presidente del Gobierno-, el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, la Junta de Jefes de Estado Mayor, y los Jefes de Estado Mayor de los Ejércitos. Todos estos puntos son los aspectos esenciales después de la Ley que Díez Alegría primero, y después Gutiérrez Mellado tratan de implantar en España. Este documento muestra como las reformas no tienen nada de proyectos personales, ni responden a la ambición de militares individuales que quieren aprovechar la coyuntura de la transición para desarrollar más brillantemente sus carreras profesionales, sino que provienen de un reflexión que madura a lo largo de los años, y cuyo elemento central es la necesidad de "profesionalizar" a los militares, y responder a las necesidades que los nuevos tiempos planteaban.
Díez Alegría desarrolla en su conferencia "El cambio en el Gobierno de la Defensa Nacional" la larga gestación del proyecto de Ley que se presenta en 1974, afirmando la necesidad real de regular la coordinación de las actuaciones de los tres ejércitos. En su opinión los principales obstáculos que se tienen que vencer456 son:
- - la inercia característica de las Fuerzas Armadas de todos los países, que se manifiesta por una permanente resistencia al cambio, por una tendencia a la rutina;
- la aversión a un Ministerio de Defensa o cualquier clase de mando único;
- la resistencia de los Ministerios a lo que creen pérdida de su independencia;
- el que los Ministros, si no formalmente, de un modo virtual, ejercen el mando de los Ejércitos;
- el "temor reverencial" con que los políticos y, en general, el mundo civil consideran los asuntos militares, que prefieren dejar a parte;
- los celos que pueden presentarse entre los distintos Ejércitos
- otros motivos más personalistas...
Díez Alegría sitúa en 1965 el año que en el CESEDEN empiezan a trabajarse las discusiones sobre la necesidad de elaborar una ley en este sentido, pero no es hasta el curso 1967-1968 y en los siguientes que se elabora el estudio de una Ley de Bases de la Defensa Nacional. Afirma el general que se constituye una Junta integrada por representantes de los Ministerios militares y del de Asuntos Exteriores, del Alto Estado Mayor, de la Defensa Pasiva, en colaboración con profesores de Universidad y del cuadro del CESEDEN. Esta Junta en su opinión realiza trabajos muy interesantes que incluyen definiciones de los distintos extremos que afectan a la Defensa, donde se hace al Presidente del Gobierno responsable de la misma, y se crea una Secretaría General para asuntos de Defensa -cuyo titular tiene categoría de Ministro y Vicepresidente de la Junta de Defensa Nacional- y un Alto Estado Mayor, más una Junta de Jefes de Estado Mayor. En palabras de Díez Alegría "Todo se atascó al llegar a la cuestión del mando militar o la conducción de operaciones. La mayoría de la Junta lo deseaba único. La Marina lo quería colegiado y se mostró absolutamente irreductible. En vista de ello, el Director del CESEDEN propuso al Vicepresidente del Gobierno suspender el estudio en el estado en que se encontraba y conservar lo acordado hasta que las circunstancias fueran favorables"457.
La explicación de Díez Alegría señala que en 1971 se reanudan nuevamente los trabajos con el apoyo de Carrero Blanco, siendo el propio Alto Estado Mayor el que retoma la iniciativa, tras una recopilación de los trabajos previos que se le solicita al Instituto de Estudios Estratégicos. Como resultado de las consultas se suprime la Secretaría General para asuntos de la Defensa, dejándose sólo el Alto Estado Mayor como auxiliar del Presidente. La política de defensa es decidida por el Gobierno, y la política militar por la Junta de la Defensa Nacional, que cuenta con el concurso de la Junta de Jefes de Estado Mayor. Así a los Ministros les corresponde la gestión, a los Jefes de Estado Mayor el mando militar de las fuerzas, y al Jefe del Alto Estado Mayor la conducción de las operaciones. A partir del segundo semestre de 1971 se inician unas reuniones presididas por Carrero Blanco, y a las que acuden los ministros militares, y Díez Alegría. Los ministros tratan desde el principio de no perder poder, y restringir el que se derivaba hacia el Jefe del Alto Estado Mayor, no lográndose un acuerdo durante más de un año de reuniones periódicas.
En junio de 1973 al ser nombrado Presidente Carrero Blanco "se establece un cambio en los Ministerios del Ejército, al cual tal vez no fuese ajeno el desarrollo de las discusiones, y el de Marina, cuyo titular hacía mucho tiempo expresaba este deseo"458. El Presidente decide que la Ley no será de Bases, sino que será una Ley Orgánica, y se vuelve a revisar con mayor rapidez todo lo anteriormente estudiado, avanzándose con la introducción de algunas concesiones, como que las conducciones de las operaciones son decisiones colegiadas de la Junta de Jefes de Estado Mayor, y la ejecución corresponde al Jefe del Alto Estado Mayor. Finalmente se llega a la consulta con el conjunto de los ministros del Gobierno que después de algunas observaciones, matices y reparos, afirma el general Díez Alegría, la permiten pasar como proyecto del Gobierno a las Cortes.
Poco después de su presentación se produce el asesinato de Carrero Blanco, que es su principal valedor, y ello permite que se incorporen algunas modificaciones introducidas tras un nuevo estudio, y el empeño del Ministro del Aire que quiere definir las misiones de cada ejército, ocasionándose nuevos problemas especialmente con la Marina. En el período de presentación de enmiendas se formulan 52 escritos que incluyen 250 enmiendas, algunas más importantes, y otras según Díez Alegría, con menos sustancia o repetitivas, y algunas que incluso se parecen a redacciones más primitivas: "pero la intención contraria que siempre rodeó al proyecto presenta este número como exorbitante, cuando, en realidad, podría considerarse como normal y hasta escaso, tratándose de una Ley de tal importancia"459. Posteriormente al relevo de Díez Alegría la Ley se sigue discutiendo durante unos meses en Ponencia, para más tarde ser retirada por el Gobierno.
Fernando Rodrigo trata extensamente sobre los problemas que tiene esta ley, y la especial animadversión con la que es recibida por los sectores más ultras. En su opinión "las propuestas que hizo el general Díez Alegría, desde su puesto como Jefe del Alto Estado Mayor, no tenían nada de rupturistas y únicamente aspiraban a acercar la organización de la defensa española al nivel de la existente en países como Estados Unidos, o Francia, que eran los países con los que España mantenía relaciones en el terreno militar"460 .
Rodrigo comenta que el proyecto es enviado a la Comisión de Defensa Nacional, que nombra una ponencia para que informe sobre las enmiendas. Esta comisión está compuesta por el teniente general del Ejército de Tierra Galera Paniagua, y forman parte de ella ex ministros del Ejército, del Aire, o de la Marina como Barroso o Castañón de Mena, Salvador Díez Benjumea, el general Lacalle, y el almirante Nieto Antúnez, y otros tenientes generales como Pérez Viñeta, Campano o el propio Díez Alegría.
En opinión de este autor los problemas se inician con la propia definición de Defensa, y sobre todo en la caracterización de ésta en relación al interior o al exterior del Estado, ya que los procuradores defienden que una función de los ejércitos es asegurar el orden interno. Otro problema fundamental en opinión de Rodrigo es la separación de funciones entre el Jefe del Estado y el Presidente del Gobierno, que es aprovechado por algunos para aportar sus particulares visiones apocalípticas sobre la maldad de este principio que puede provocar la división de los ejércitos. A todos estos problemas se unen las críticas a la modernidad, y la no aceptación de ir hacia un ministerio de defensa único, publicando el general Cano un artículo en El Alcazar titulado "La defensa nacional", que en opinión de Rodrigo causa sensación en una institución no acostumbrada a esas críticas públicas461.
Finalmente el Gobierno retira la Ley el 20 de diciembre de 1974, a la que precede el cese de Díez Alegría el 14 de junio. Según Rodrigo de toda esta polémica se derivan una serie de conclusiones muy importantes para la futura actuación de las Fuerzas Armadas en la transición política462: "la figura de Díez Alegría, que a su talante reformista en lo militar unía una actitud liberal en lo intelectual, se había ido convirtiendo en una figura pública que desbordaba(...) El intento reformista de Díez Alegría se saldó pues con un fracaso ante la intransigencia de algunos sectores civiles y militares del régimen, que no estaban dispuestos a realizar ningún cambio en vida de Franco que alterara el precario equilibrio en que se basaba la existencia del franquismo. La elaboración y posterior discusión en Cortes del proyecto de Ley Orgánica de la Defensa Nacional había servido, sin embargo, para poner de manifiesto la existencia de importantes diferencias a la hora de plantear el futuro profesional de los Ejércitos, tanto entre los altos mandos militares, como entre los diversos sectores del régimen. A lo largo de este proceso se había hecho evidente, tanto a los ojos de la propia institución, como de los estamentos políticos, la existencia en los Ejércitos de un sector reformista, que aglutinado en torno a la figura del teniente general Díez Alegría, contaba con los hombres y las ideas necesarias para devolver a las Fuerzas Armadas su aliento profesional (...) Los sectores reformistas de las Fuerzas Armadas habían descubierto, así mismo, que no sería posible una orientación profesional de los ejércitos que proporcionara a España una verdadera política de defensa sin que se produjera un cambio en la orientación del Gobierno"
Díez Alegría no comparte el punto de vista de Rodrigo y presenta una explicación más sencilla, que pasa simplemente porque la ausencia de Carrero Blanco, y los intereses corporativos fueron los causantes de este retraso en la decisión de tener unas Fuerzas Armadas modernas y profesionales. Sin disimular su amargura en el discurso citado concluye afirmando que463: "El dictamen final de la Ponencia no alteraba de manera grave el anteproyecto del Gobierno. Recogía moderadamente la sustancia de las enmiendas más reiteradas, mejoraba incluso algunos aspectos técnicos, pero mantenía las líneas generales de aquél. Y conviene recalcar, una vez más, que todo ello se había acordado por unanimidad de los ponentes. La decisión adoptada de retirar la Ley podía sugerir que no se admitía en el proyecto enmienda alguna. En tal caso debió haberse promulgado por decisión del Jefe del Estado, por Decreto-Ley, o incluso por simple Decreto, pero nunca a través de las Cortes, donde era forzoso suponer que alguna modificación habría que producirse. Tal vez el interés en la materia había desaparecido a la vez que el almirante Carrero. Tal vez, usando la frase de Montero Ríos, "todos matamos a Meco"".
Los servicios de inteligencia en España a principios de los años setenta
Sin la actitud que tienen los servicios de inteligencia de apoyo a la Reforma Política difícilmente se hubiera podido dar ésta tal como se conoce, y tampoco hubiera tenido efecto la Reforma militar profesional que impulsan "los generales ilustrados" para situar a las Fuerzas Armadas en el lugar que les corresponde en una nación democrática occidental. Por su cercanía al mando, y por la influencia que tienen sus acciones los militares que sirvieron en los servicios secretos, especialmente en la tercera sección del Alto Estado Mayor, y en el SECED, forman parte de las elites militares de la época, y por ello se explica básicamente cuál era su organización, y qué mueve sus lógicas de actuación464. Así mismo, y fundamentalmente en base al contraste de las experiencias de los políticos y militares entrevistados, se trata de explicar la evolución de estos servicios durante los primeros años setenta, lo que lleva a la unificación de ambos en el CESID en 1977.
Otro aspecto que avala el que se trate a este grupo como elite militar, es que quienes participan en estos servicios son especialmente escogidos entre los primeros de las diferentes promociones. Esto no sólo les garantiza a muchos de ellos que en el futuro serán los tenientes generales de los ejércitos, como así ha sido, sino que les da desde el punto de vista de prestigio personal entre sus compañeros un plus de influencia, convirtiéndose muchos de ellos en elementos de referencia de las diferentes promociones. En éstos precisamente se cumplen especialmente las características de jóvenes oficiales bien preparados, con idiomas, estudios universitarios, y salidas a cursos en el extranjero; y se une a ello el que se sientan especialmente motivados para imponerse sobre la frustración profesional de los cuarteles, y volcarse a realizar lo mejor posible su trabajo en destinos que son considerados como de importancia para la nación. La juventud, la preparación de éstos, y la calidad personal, por la que precisamente han sido escogidos facilita el que sean candidatos perfectos para aceptar y acompañar los cambios que la sociedad española está experimentando en esos años.
Ya se ha señalado la importancia de Forja para muchos de esos oficiales que luego destacan en las promociones que protagonizan la transición. A pesar de que algunos de los militares entrevistados tampoco atribuyan tanta influencia a esta organización465, la insistencia con la que especialmente Julio Busquets se refiere a ella como precedente de la UMD obliga a que se trate de situar con cierto detalle466. Así mismo otros entrevistados comentan lo importante que es para su formación el paso por Forja, y confirman que en la medida en que los militares formados en ella han tenido influencia en los ejércitos es bueno conocer en que consiste ya que es un precedente explicativo significativo; por otra parte otros autores han insistido en la influencia de este grupo también en los servicios de inteligencia.467
Según Fernando J. Muniesa la actividad de Forja se inicia en 1948 en un colegio preparatorio-militar vinculado al Frente de Juventudes, y es una obra católico-seglar impulsada por el capitán Luis Pinilla Soliveres y el sacerdote jesuíta José María de Llanos "su ideología religioso-militar se basaba en una rigurosa ortodoxia falangista y su "praxis" académica trascendía la mera preparación técnica para constituir a posteriori una gran familia de corte sectario y semiclandestino, con juramentos y ceremonias secretas"468. Esta organización es clausurada en 1959 siendo Jefe del Estado Mayor Central el teniente general Antonio Alcubilla Pérez.
El colegio de preparación militar para los tres ejércitos de Pinilla en Chamartín está subvencionado por el Frente de Juventudes, hasta que en la Semana Santa de 1951 lo abandonan a raíz de que con motivo de un proceso electoral falseado por el Régimen, se lleve a los alumnos a votar por muertos y desaparecidos en un momento en el que Pinilla está ausente469. El general Pinilla según explica en entrevista personal entra como técnico en la Asesoría Nacional de Preeducación militar, y eso le da pié a utilizar un local de la propia academia para empezar a realizar su propia labor personal. El padre Llanos entra cuando ya está funcionando el colegio, ya que al conocerlo en unos ejercicios espirituales, le piden que sea el capellán del colegio, y está cooperando con ellos hasta que se marcha al Pozo del Tío Raimundo470. La relación de ambos con este colegio se corta cuando estando Pinilla creando unas unidades acorazadas en Extremadura se produce el episodio explicado por Busquets, que le indigna a éste de tal manera que le obliga a dejar el colegio471.
Las finalidades fundamentales de esta formación son en palabras de Pinilla "la evolución a través de las Fuerzas Armadas, para el hombre y por el hombre". Esto se concreta en el deseo de una formación más integral que abarque la formación de todas las facetas de la persona: la intelectual, la espiritual, y la física. Esta educación pretende paralelamente reflexionar sobre una remodelación de los ejércitos, que tenga su base en la cristianización. Dos aspectos son especialmente criticados por Pinilla: uno es "la formación en el orgullo del militar... en lugar de la formación en el servicio, era la formación en el orgullo... el oficial entonces en la sociedad, y en la sociedad española en concreto, pues tenía un evidente prestigio social, y ese prestigio social, en lugar de devolverlo a la sociedad en servicio real al hombre, al soldado... pues quedaba simplemente en lo dorado, en el prestigio... en cierta educación era... Como decían las ordenanzas de Marina, el oficial, el que manda más, sabe más y además siempre tiene razón. Y era un poco la formación en el orgullo de los oficiales"; así en la época de Forja son frecuentes los asistentes de los oficiales y eso según su opinión les parece una anticualla y una especie de pecado contra los derechos humanos. El otro es "la idea de patria que es la que está relacionada con la pseudogloriosa historia de España. En parte es bastante bonita y curiosa, y en otra parte está lo mal que ciertas cosas se hicieron... Pues es una idea de patria más bien unida a la historia, a la lengua, a los valores cristianos, pero no de fondo... sino de apariencia... la civilización cristiana occidental, y además está el orgullo de ser español... es decir el nacionalismo exacerbado al máximo... y todo eso es la patria, pero el pueblo español no cuenta nada... no tiene nada que ver con la patria precisamente... Cuenta todo eso, los valores, los valores supuestamente supercristianos, cuenta las tradiciones... pero el pueblo no tiene nada que ver... con la idea de patria que tenían estos señores..."472.
En las vacaciones de verano de 1951, según recuerda Busquets, tras el episodio del abandono de la academia, Pinilla y Llanos convocan una reunión en un parador cercano al castillo de Coca (Segovia), y allá puede considerarse que celebran la reunión fundacional de Forja. A este encuentro asisten sesenta y seis militares, de los que nueve son ya capitanes o tenientes, veintiséis cadetes y treinta y un aspirantes, que se preparan para ingresar en las academias militares473. En 1955 crean un nuevo colegio de preparación militar en Campamento, y cuyo nombre precisamente es Forja. El colegio abre sus clases en septiembre de 1956 y dura tres años impartiendo clases. En palabras de Busquets "A principios de 1959, Forja tenía sesenta y tres oficiales en los cuarteles y sesenta cadetes en las academias, y estaba comenzando a realizar un alejamiento del franquismo y una toma de conciencia democrática, por lo que fue disuelta por las autoridades militares que probablemente ya hacía tiempo que tenían noticia de su existencia"474.
En opinión de un antiguo coronel que no desea ser citado y que fue miembro de Forja, Pinilla y Llanos son dos formadores excepcionales que generan inquietudes en sus alumnos. La gente de aquel colegio preparatorio militar proviene, como se ha comentado, de la organización juvenil del Frente de Juventudes, de donde llegan con una cierta carga de inquietud social, y política. El espíritu de la academia insiste en el perfeccionamiento y la mejora del ejército, en la inquietud religiosa y en una cierta carga política, y esto configura un nuevo tipo de militar. El que llega a la academia lo hace sobre todo, según este coronel, con un cierto espíritu reformador y con ganas de leer y educarse. Éste es un grupo promotor de nuevos conceptos en cuanto al Ejército, de ser buenos profesionales, y de cuidar la relación con la tropa. Esto hace que muchos de sus miembros, ya sea en las Fuerzas Armadas o en otras actividades sociales lleguen a destacar sobre la mayoría de sus compañeros, y se desarrollen profesionalmente hacia los niveles más altos475.
Esta idea coincide con la expresada por el general del Ejército del Aire Fernández Sequeiros, también miembro de Forja. Este general no recuerda ningún militar miembro de Forja que no haga los cursos Estado Mayor, en su opinión esto es como una auto obligación476, ya que se crea una inquietud, y una identidad de grupo que hace que el miembro se sienta apoyado, que estude, y se preparare. Esto ha permitido que con el transcurso de los años se pueda ver como los miembros del grupo han ocupado puestos importantes. El espíritu que esta organización anima a tener es lo que provoca que algunos se orienten después hacia la izquierda, o hacia la derecha del espectro político; y que una parte importante de los miembros de la UMD, y de los servicios de inteligencia tengan su origen en Forja. Según sus propias palabras: "Pinilla que fue el alma de este grupo siempre se mantuvo en plano estrictamente humano. Su preocupación era mejorar la institución militar siempre dedicado al hombre, el aprovechar sobretodo el paso de la juventud para educarles...la inquietud era más social que política... lo que pasa es que al situarse en posiciones donde se pudiera influir en la decisión del mando... y eso los servicios de información son los más adecuados...pues formaba un poco parte de la idea de la gente de Forja...situarse un poco donde se pudiera condicionar la decisión del que manda con los buenos fines de mejorar todo... la idea era buena...477 ".
La tercera sección del Alto Estado Mayor
Un decreto de 30 de agosto de 1939 crea el Alto Estado Mayor478 con el objetivo de tener "un órgano de coordinación, estudio e información, que facilite al Mando Supremo los elementos de juicio convenientes para la orientación de sus designios". Así se constituye el Alto Estado Mayor con los cometidos fundamentales de:
- Someter a la Autoridad estudios y propuestas para la ordenación de la totalidad de las energías nacionales, en caso de guerra, de tal suerte, que, ante ese evento, quedan aseguradas en la máxima medida su evolución y su funcionamiento en régimen autárquico.
- Preparar el estudio de las resoluciones que procedan en orden a la ponderación de medios orgánicos entre las fuerzas del Ejército y de la Marina y del Aire.
- Estudiar y proponer las líneas generales de las organizaciones permanentes que deban constituir bases de operaciones combinadas de dichas fuerzas.
- Estudiar y proponer directivas y planes para su acción conjunta, en caso de guerra.
- Facilitar al Mando Supremo la información necesaria para la más exacta apreciación del potencial militar y económico en otros países.
Para lograr este objetivo se demanda nombrar un general-jefe que sea miembro y secretario de la Junta de Defensa Nacional; y constituir una secretaría y tres secciones: una sección militar, otra económica, y la tercera de información.
El 24 de enero de 1972 el entonces comandante de artillería Diego Jayme Biondi imparte una conferencia muy interesante en la Escuela de Guerra Naval sobre "El Alto Estado Mayor"479. En ella hace una descripción bastante detallada de la organización de la institución y de sus diferentes secciones. En este apartado se quiere analizar la tercera sección de inteligencia del Alto Estado Mayor en los primeros años setenta, por ello va a ser muy útil seguir la descripción que este oficial hace de la misma para tener una imagen bien precisa tanto de los objetivos, como de su organización. Según Biondi480 a partir de la orden reservada de cinco de febrero de 1944 se plantea la doble necesidad de "enfrentarse", dentro de España, a los complejos Servicios de Espionaje extranjeros, y de coordinar la acción de los diversos organismos encargados de reprimirlos. A consecuencia de una serie de problemas entre los diferentes servicios de contra inteligencia existentes481, a finales de 1945 otra orden reservada establece el siguiente reparto de competencias: el Alto Estado Mayor se encarga del espionaje y del contraespionaje de carácter militar, dentro y fuera del país; los Ministerios recaban la información general que necesiten según sus necesidades; y el Ministerio de Gobernación se encarga de la seguridad interna del país.
Como consecuencia de lo anterior el cometido principal de esta sección se centra en proporcionar al "Mando Supremo" información política, económica, social y militar para conocer con precisión las posibilidades y potencialidad de los países extranjeros; y desarrollar la contra inteligencia dentro y fuera del país de carácter militar.
La organización de la sección tiene una Jefatura a cargo de un general de brigada y cuatro negociados: Administrativo, de Operaciones, de Estudios e Informes y el Técnico. De éstos particularmente importantes serán los tres últimos que se van a describir en las tablas 23, 24, y 25.
Tabla 24. Negociado de Estudios e Informes del Alto Estado Mayor
Tabla 25. Negociado Técnico del Alto Estado Mayor
Según un coronel del que ya he recogido alguna opinión, y que como anteriormente no desea ser citado expresamente, a principios de los años setenta el servicio de inteligencia de Alto Estado Mayor es muy elemental, pero pretende orientarse hacia un modelo cada vez más occidental. La marcha del seno de este servicio de San Martín y de otro oficial483 para fundar un organismo de estudio sobre la subversión, que más tarde da lugar al SECED les libera a los de la tercera sección del trabajo sobre el orden interno en España.
A pesar de ello el contexto de Guerra Fría introduce el concepto "subversión", y son los estadounidenses mismos los que insisten en que es misión de los militares acabar con ella, ya que según ellos ésta es utilizada por los servicios de la URSS como un elemento más de agresión indirecta. Respondiendo a este reto se constituye un grupo en el que están José Luis Cortina484, Juan Ortuño, y Javier Calderón que trata la manera de estudiar si alguna potencia extranjera puede estarse aprovechando del contexto de la Guerra Fría para intervenir en España. En opinión de este coronel en el Alto se estudia el tema, y se llega a la conclusión de que los niveles de rebeldía, y de evolución de la sociedad son positivos, y no tienen nada que ver con la amenaza exterior: "y entonces en el Alto se va configurando un grupo donde en los servicios de inteligencia del Alto aparecen una serie de personas que desde la perspectiva más ortodoxa, somos un poco "progres", "liberales", "izquierdosos". Muchos de ellos, a parte de tener relaciones difíciles con los que entonces estaban en el SECED, entran en contacto con instituciones políticas favorables a la reforma del sistema, como se ve a continuación, ejerciendo en mayor o menor medida su influencia política favorable a la transición política485.
Según la opinión de este militar es bueno que los militares en España se enfrenten a estos temas, porque a base de estudiarlos, el pensamiento evoluciona, y esto les ocurre en su opinión tanto a los del Alto, como a los del SECED, que al contar ambos con personal muy capacitado evolucionan de una forma muy importante desde 1968 a 1977. Los servicios del Alto tienen relación con otros servicios occidentales, que ejercen una gran influencia sobre éstos, y en opinión de este coronel, Carrero es en este sentido inteligente al organizar el SECED, por mucho que como se ve más tarde, ni Díez Alegría, ni Gutiérrez Mellado estén convencidos de la necesidad del SECED, y los dos servicios tengan muchos problemas de relación; en opinión de este testimonio los servicios occidentales estan muy preocupados con que en España no suceda lo mismo que en Italia, y quieren limitar la fuerza de un partido comunista en España, ya apoyando a los socialistas, o a los propios comunistas como Solé Tura y otros que van poco a poco asumiendo el relevo de los que han combatido en la guerra civil, y en este sentido Carrero responde a esa preocupación con la creación del SECED. Así "El SECED a su vez ha ido evolucionando, y se va posicionando en unos planteamientos, por el propio contacto con la sociedad y las cosas... nosotros en el Alto Estado Mayor no estábamos de acuerdo con él, incluso llegamos a tener confrontaciones... estamos en otra línea...pero por otra parte también... vuelvo a decir nosotros estábamos viendo los servicios occidentales, el mundo occidental, y hacia donde van las cosas... Y entonces por todo ese conjunto de factores de los servicios de inteligencia... la idea de que la transición se va a hacer, y se va a hacer la reforma política, y que el ejército no lo va a impedir, es una tesis que estamos defendiendo, y que nos lleva a decirles que no a los de la UMD, y a advertirles... estáis metiendo la pata"486.
Este grupo reducido de militares relacionado con los servicios de inteligencia del Alto Estado Mayor, muchos de los cuáles previamente han pertenecido a Forja, como se puede apreciar a continuación no sólo se dedica a sus funciones "profesionales", sino que también tiene una actividad política destacada487. Primero escribiendo en la revista "Indice", apoyando la idea de que la transformación de España tiene que venir con la creación de libertades por la vía de la Reforma, después a través de "Equipo XXI", y finalmente con el Gabinete de Orientación y Documentación (GODSA) pilotado por Antonio Cortina, hermano de José Luis Cortina donde desarrollan un papel muy destacado488.
Antonio Cortina explica en entrevista personal que el origen de GODSA hay que buscarlo en una serie de grupos que coinciden en una inquietud intelectual que se concreta en la idea de preparar una Reforma política que lleve a una transición hacia la democracia. Uno de los grupos es "Equipo XXI", que utiliza la revista "Indice" para expresar estas ideas489, otro es el que se concentra en torno a la revista "Criba" dirigida por Pepe Gárate490. La coincidencia de los dos grupos crea una sintonía y un entendimiento muy interesante. Un tercer grupo que se suma al proyecto es "Agora" creado por Manolo Milián en Barcelona. Entre todos ellos empiezan a pensar que para liderar esa reforma hay que elegir a una persona joven y con prestigio, y tras bastantes contactos y entrevistas piensan que esa persona puede ser Manuel Fraga Iribarne, que en ese momento ha dejado el ministerio de Información y Turismo, y todavía no ha aceptado la embajada en Londres. Así Fraga se convierte en la cabeza visible, y Antonio Cortina en el coordinador de todos los distintos grupos que surgen en las distintas provincias491.
Al marchar Fraga a Londres, los miembros del grupo proponen crear un gabinete de estudios, constituyéndose en sociedad con el dinero de los que lo están organizando, y se inicia la búsqueda de apoyos intelectuales y económicos que den fuerza al proyecto492. La función del Gabinete es clara, ya que se crea para facilitar, preparar y elaborar el pensamiento reformista del Régimen. El ideario político reside en buscar una transición pacífica, reformando el propio sistema hacia la democracia. Instalados en la calle Artistas de Madrid se empieza a contactar gente, se abre un archivo de personas con las que se conversa, y se redacta algunos documentos como "Llamamiento para la reforma democrática".
GODSA funciona en torno a comisiones de trabajo de distintas personas que se reúnen para estudiar temas, y se nutre con la captación de más personas que se van organizando en otros grupos; ya con Fraga en Londres se nombra como primer Presidente a Rafael Luna Gijón, persona de Criba que funda el "Club Encuentros". La crítica que empiezan a destilar sobre el Régimen hace que aunque permitidos, y tolerados se sientan vigilados por el SECED de San Martín, y en alguna ocasión, según reconoce Cortina, tengan incluso algún disgusto493.
Al constituirse GODSA, como comenta el mismo Antonio Cortina en entrevista personal, aprovecha que a través de su hermano y de Forja, conoce a algunos militares con una formación que en su opinión es muy buena, y que le interesan por su capacidad de organización para proveer el equipo técnico del Gabinete; de esta forma se "ficha" a Javier Calderón, a Florentino Ruiz Platero y a Juan Ortuño entonces en el Alto Estado Mayor, que empiezan a trabajar para GODSA, lo que sin duda facilita, lo que ya se apunta anteriormente de las reuniones entre Manuel Díez Alegría, y Gutiérrez Mellado con Fraga494.
GODSA se reune con personas de todos los sectores sociales y políticos, con las FFAA, con la Iglesia, con la Banca, con los sectores obreros, con gente del PSOE o del partido comunista495. El objetivo es "conectarse", saber como está la situación, e intercambiar información. Finalmente GODSA se va decantando y acaba siendo Reforma Democrática, uno de los partidos que finalmente fundan Alianza Popular.
La influencia de estos militares destinados en los servicios de información del Alto Estado Mayor, en la elaboración de informes elaborados por esta organización es muy importante, ya que al ser la parte técnica del Gabinete éste es su trabajo, y del mismo modo que se verá posteriormente para el SECED, éstos también elaboran trabajos de suma importancia para la transición. Así según Antonio Cortina GODSA por ejemplo elabora un borrador para el discurso de la Coronación del Rey496, y también participa en las preparaciones de los funerales de Franco, y de la misma Coronación497; así mismo Fraga visita al Rey y le lleva un programa de sugerencias elaborado por el Gabinete sobre lo que hacer en los primeros cien días de Gobierno. También GODSA trata de presionar al tener preparado un plantel de gente que proponen para ser ministros, directores generales, e incluso gobernadores civiles498, y colabora con Carlos Mendo para fundar el diario El País. En todos estos trabajos se ve que colaboran de una forma especialmente destacada algunos de esos militares pertenecientes a las elites profesionales de la milicia. Éstos no sólo son conscientes de lo que se está trabajando en esta organización política, sino que colaboran activamente en la creación de un discurso político favorable a este proceso.
El Servicio Central de Documentación de Presidencia del Gobierno (SECED)
En una entrevista con Luis Solana éste comenta dos puntos que llevan a que se considere con especial atención lo relativo a este servicio. En su opinión "no es pensable que el ejército una noche se acueste golpista, y a la siguiente se levante demócrata a ultranza... algo ha pasado... ha habido un hilo conductor, y éste tiene mucho que ver con los servicios de inteligencia" 499. El antiguo portavoz socialista en temas de defensa tiene varias reuniones con militares del SECED, y según sus propias palabras "me encontré militares muy inteligentes... muy listos... los he tenido en mi casa... me impresionaba mucho, unos señores de paisano, con una pistola que se les notaba muchísimo...eso era una cosa que te producía una gran inquietud... y te venían a vender la idea a los partidos democráticos, de que se podía convivir con el ejército... era curioso... eran vendedores de la idea de que el ejército no iba a poner dificultades...ellos eran capitanes, comandantes en aquella época, y nosotros pues ni siquiera todavía diputados".500
En este apartado se hará especial mención al contenido de las entrevistas personales realizadas al teniente general Andrés Cassinello501, y al general de división Juan Peñaranda. Ambos aportan toda una serie de aspectos básicos para entender la evolución del servicio de inteligencia político más influyente de la historia reciente española. A través de sus comentarios se muestra claramente como los militares españoles no sólo estan perfectamente enterados de lo que supone la transición a la democracia, sino como su propia evolución es paralela a esa transición que acompaña todo el pueblo español simultáneamente sin agendas preestablecidas, y con la voluntad de estar integrados en el mundo occidental sin repetir los conflictos fraticidas que marcan los recuerdos, y las vidas de la mayoría de ellos.
Como es perfectamente conocido el SECED se origina a partir de los movimientos estudiantiles de 1968 que llevan inquietud al Régimen, y motivan ante la petición del ministro de Educación Villar Palasí que se escogiera al comandante José Ignacio San Martín, un oficial ultraconservador502 para organizar un servicio de información que explicase lo que sucedía en las universidades. Éste servicio recibe internamente un poco más adelante el nombre de Organización Contrasubversiva Nacional (OCN)503.
Según cuenta José Ignacio San Martín504 en octubre de 1966 le vienen a proponer incorporarse como Jefe del grupo sindical-laboral del Negociado de Interior de la tercera sección del Alto Estado Mayor. Al año siguiente pasa al grupo de contraespionaje, donde afirma que empieza a aprender técnicas de "inteligencia", y tiene contactos con representantes de otros servicios extranjeros. Finalmente al llegar el 27 de septiembre de 1968 es convocado junto con un capitán del negociado de Interior505, a una reunión en la que les comunican que Muñoz Grandes, que es el Jefe del Alto Estado Mayor, ha recibido al subsecretario de Educación Alberto Monreal que solicita: "apoyo técnico para evitar que la subversión en los medios universitarios colocara al régimen en una situación similar a la que el mayo francés situó a De Gaulle"506. Requerido el servicio se da al asunto el máximo secreto, se les asigna al Ministerio de Educación y Ciencia y se les reparte las siguientes instrucciones507:
- -Asesorar al ministro en materia informativa, actuando como su estado mayor en dicho campo.
- Coordinar a los elementos dependientes del Ministerio que tuvieran funciones análogas (por ejemplo bedeles procedentes de la Guardia Civil).
- No implicar para nada al Alto Estado Mayor.
- Obtener datos por medio de la captación de informadores y de la infiltración de agentes propios.
- Localizar un local aislado para trabajar.
- Apoyo documental a través del Negociado de Interior del Alto.
- Relacionarse con el Alto Estado Mayor a través del jefe de operaciones de la Sección de Inteligencia.
El 30 de noviembre de 1968 se incorporan al servicio dos nuevos miembros, el primero para la formación y dirección de grupos de acción; y el segundo para el fomento de movimientos adictos y la acción psicológica508. Todos ellos pasan en comisión de servicio a Educación, y se constituyen en el "Gabinete de enlace del señor ministro de Educación y Ciencia"509. Independientemente de esta relación a partir de finales de enero de 1969 las reuniones empiezan a ser también con Carrero Blanco, que se convierte en el verdadero impulsor del Servicio.
En marzo de 1969 se realiza un curso que permite seleccionar a catorce oficiales más. Según el mismo San Martín "transcurridos dos años desde la creación del servicio, disponíamos de una cuarentena de jefes y oficiales de los tres ejércitos, la mayoría en dedicación plena, aunque otros dedicados a trabajos de lectura y documentación serían adscritos en régimen de media jornada. Los impulsos los recibíamos del almirante, pero el freno lo teníamos en la administración militar y en Educación y Ciencia" 510.
Según Andrés Cassinello no les reclutan para traer la democracia a España, sino para defender el Régimen frente a la subversión marxista. Su experiencia personal en el sector estudiantil es comprobar "la inútil simplificación de actitudes", en su opinión "el régimen principalmente cayó solo, porque fueron menguadas las acciones de oposición de fuera. Una gran parte de los españoles se aburrió, no es que disentiera o se opusiera, porque la oposición no pasó de la revuelta estudiantil, y de la huelga laboral, que entonces nos parecieron formidables, pero que contemplados ahora con nuestra medida nos parece pueriles; porque ya es curioso que a mí que me pagaban por vigilar al enemigo, acabara cada vez más empeñado en el desarme de mi propia fuerza(...) nosotros que encontrábamos que íbamos a comernos a los rojos vivos, y luego al final acabamos peleándonos con los catedráticos"511.
A pesar de este origen tan espectacular de apoyo y defensa al sistema, el Servicio tiene muchos problemas dentro del propio régimen: algunos por celos, otros por poder, los más serios los tiene con la propia Institución militar, que se agudizan cuando en el verano de 1969 es nombrado Díez Alegría jefe del Alto Estado Mayor, que en buena lógica con su pensamiento, no cree que sea misión de militares el dedicarse a labores de represión interna, y que a lo largo de los años presiona con bastante insistencia en contra de este tipo de servicio512. La relación entre ellos nunca es buena, como comenta Fernando Puell de la Villa en entrevista personal, ya que Díez Alegría no quiere saber nada de ellos: "una colección de capitanes y comandantes por ahí sueltos, entrevistándose con los ministros, metidos de tapadillo en la Universidad. Le parecía una aberración, y que desde luego a él no se le colgaban, que hicieran lo que quisieran con ellos pero en el Alto no se los metían. Él defendía que esa función la tenían que hacer los políticos o los policías, o quién sea, pero no militares"513.
Desde finales de 1970 se empiezan a mantener reuniones frecuentes en el Ministerio de Gobernación, que representado por el subsecretario Santiago de Cruylles trata de tutelar al servicio, sobretodo a partir de que la manifestación organizada el 17 de diciembre precipitara las cosas, porque algunas instancias importantes empiezan a darse cuenta de la fuerza que puede representar la organización que coordina San Martín. Esta acción se lleva a cabo como defensa al Régimen tras el proceso de Burgos. Se organizan cinco equipos de propaganda desde vehículos y cuatro en el metro repartiéndose quinientos mil panfletos de varios modelos distintos. Sin recabar la autorización de nadie, y sorprendiendo al mismo Carrero Blanco514, que finalmente autoriza el acto en la Plaza de Oriente, según los cálculos de San Martín acuden unas quinientas mil personas, y que posibilita que Franco salga al balcón principal del Palacio de Oriente a saludar. Después de la manifestación Gobernación pide con firmeza la tutela del servicio.515
A primeros de 1971 se redactan unas bases de reestructuración del servicio con arreglo a la fijación de nuevos niveles de responsabilidad: la creación de un órgano de coordinación, la necesidad de dedicación plena de todos los miembros al servicio, y la ampliación de los campos de actividad, no únicamente hacia los estudiantes universitarios, sino también hacia el mundo sindical y el sector religioso-intelectual. 516 También se acaba la redacción del Libro Rojo de la Subversión, que se trata de un estudio sobre el estado de las actividades contrarias al Régimen, y un análisis que pretende ser profundo sobre las causas de éstas y los fallos y deficiencias del sistema517. Este trabajo, según San Martín, les ocasiona nuevamente muchos problemas porque aunque sea correcto "escocía"518
A partir de entonces se empieza a trabajar en un plan de reestructuración del servicio que depende directamente de Carrero Blanco, y que concluye con la creación del SECED. A lo largo de este proceso quedan completados los campos de actividad a los que se van dedicar en el futuro, haciéndose especial hincapié, según San Martín, en el sector sindical519. Las peculiaridades de la OCN en este momento presentan la peculiaridad de ser por un lado una organización clandestina salvo un núcleo de cabeza reducido, y por otro, de estar integrado por un grupo de jefes y oficiales de las fuerzas armadas, "en situaciones diversas, sin que éstas pasaran inadvertidas para un cierto número de autoridades y de jefes y oficiales militares, en quienes, precisamente por las condiciones en que se producían las agregaciones y comisiones de servicios despertaban aún más la curiosidad"520.
San Martín sitúa en el 9 de diciembre de 1971 cuando recibe el siguiente comentario de Carrero Blanco: "Tanto el ministro del Ejército como el jefe del Alto Estado Mayor dicen que el servicio cuenta con los mejores oficiales. Usted se ha llevado lo mejor de los mejor", lo que muestra la creciente atención que va recibiendo su servicio en diferentes instancias. San Martín se muestra orgulloso de ello y de cómo trabaja la hasta entonces conocida como OCN, y aprovechando todas estas circunstancias empieza a presentar nuevos planes de reestructuración que pretenden contar con una especie de Centro de Información y Documentación (CIDOC) que bajo la dependencia directa de Presidencia del Gobierno, sea la ventana abierta de una organización oculta "o la parte visible de un iceberg"521, finalmente el 22 de enero de 1972 Carrero Blanco da el visto bueno a la estructura solicitando a San Martín que continue encabezando el proyecto, y el 3 de marzo por el decreto 511/72 se establece la dependencia directa del ministro subsecretario de la Presidencia del Servicio Central de Documentación, cuyo jefe tiene la categoría de director general.
El SECED queda integrado por la sección de régimen interior, de estudios e informes, y de coordinación y enlace, y su misión consiste "en realizar y difundir informes y estudios, prestar asistencia técnica y coordinar la documentación en relación con la protección de materias clasificadas, así como cuantas funciones asesoras le encomendara el ministro subsecretario"522. Tras las unidades administrativas actua el grueso del servicio -la parte oculta del mismo-. En total el SECED, según San Martín, se integra por doscientas personas (incluido el personal auxiliar), unos cinco mil colaboradores, de ellos unos dos mil directos. La estructura de esta organización se apoya en dos divisiones: la de información y la de operaciones. Los campos de actividad estan divididos en tres sectores: educativo, laboral y religioso-intelectual. Finalmente existen el gabinete de acción psicológica, el departamento de asuntos especiales y la secretaría general, que es el estado mayor del servicio y al mismo tiempo el órgano receptor de la información abierta523. La organización periférica, a final de 1973, comprende doce delegaciones regionales y siete subdelegaciones provinciales adscritas a otras respectivas cabeceras de delegaciones regionales. Además cuenta con delegaciones y oficinas de enlace en varios departamentos ministeriales524.
En opinión de San Martín el SECED "no se trataba, como se ha dicho, de un equipo cuyos componentes eran de ideología de "extrema derecha" sino de un grupo de personas, jóvenes en su mayoría, con bastante buena preparación intelectual y sin ningún prejuicio sobre una evolución ordenada y seria para el régimen"525. Este comentario lo avala sin ningún asomo de duda el general de división Juan Peñaranda Algar. Éste a partir de 1972 se dedica a las relaciones abiertas del SECED, empezando a relacionarse con todo tipo de grupos políticos clandestinos, legales, con grupos económicos, con todo tipo de personas que con el paso de los años son los que constituyen la clase política de la nueva etapa526.
El archivo de personalides que tiene por nombre JANO, y la operación PROMESA son dos de los trabajos en los que Peñaranda participa más activamente. En su opinión la gente está mirando al ejército, y trata de averiguar que es lo que están pensando los militares. Para muchos, según la opinión de este general, el ejército es lo único organizado con poder, y tratan de averiguar como va a reaccionar tras la muerte de Franco. Peñaranda tiene del orden de 1.500 entrevistas esos años en las que va buscando personas jóvenes, preparadas "daba igual si estaban por aquí, por allá, por el centro, o.... Yo me acuerdo muy bien de la estructura que había entonces, porque los poníamos por colores... empezábamos en lo azul, como si fuera un arcoiris... los más azules la derecha, los más falangistas, o determinados tipos de falangistas, o de Fuerza Nueva que todavía no existía, y luego llegábamos, y el azul iba tomando color verde, amarillo, naranja, rosa, rojo, y hasta rojo muy oscuro... los grupos de extrema izquierda... para que te des una idea, yo siempre me acuerdo de que en el color naranja estaba Fraga... porque era Reforma Democrática, que era un grupito que se llamaba reforma democrática, que estaba en el centro izquierda... claro uno que lo ve ahora dice... pero estabais locos... no, no, no... porque eran las posiciones que había en relación a la estructura del Estado... y en relación con la política en aquel momento... entonces los amarillos eran la democracia cristiana, incluso grupos como el PNV de entonces, estaba pero muy a la derecha... porque conceptualmente... lo que hay gente que dice la derechona... pues si algo es muy identificable con la derechona, era el PNV, con el estilo de entonces... En cambio, podías tener grupos falangistas... que incluso hoy, que no podríamos nunca decir, que un grupo de falange era la derecha o la extrema derecha, porque socialmente eran unos tíos que podrían estar muy cerca de lo que hoy día sería Izquierda Unida... es decir es un planteamiento completamente distinto...
Pues te puedo decir que empezamos a hablar con las personas que, por amigos... eso tenías que sacar como cerezas... entonces buscabas unos grupos... fíjate nosotros éramos unos niñatos... los que habíamos tenido otras actividades, buscábamos actividades empresariales... actividades políticas... y gente... naturalmente íbamos por los cuerpos importantes, por los notarios, los abogados del Estado, los cuerpos fuertes del Estado, la gente de prestigio, los que se habían doctorado recientemente, gente brillante en la prensa, en los negocios... en lo que fuera... Esta gente se desvivía por hablar con nosotros... porque en aquellas fechas nadie sabía... entonces se hablaba de la francología...en francología había unos expertos que trataban de descubrir qué podía estar pensando Franco en el Pardo, a la vista de determinados indicios... entonces no había informaciones... no trascendía nada, trascendía lo que querían los medios oficiales que trascendiera..."527
Hasta 1977 el Servicio está continuamente hablando, con lo que ellos entendían que van a ser los creadores de las nuevas estructuras políticas, y como sostiene Solana, animando a los políticos con las perspectivas del futuro. Peñaranda comenta que se pasan los días diciendo a los políticos que aquí no iba a pasar nada, que no iba a pasar una noche de los cuchillos largos cuando muriera Franco, y por supuesto también planteando las condiciones de los ejércitos para que ello no ocurriera, y se avanzase en el camino de la Reforma tranquila.528 En esto coincide con Cassinello que afirma que el mayor beneficio que el SECED da a la transición es dar tranquilidad a unos y a otros, porque entonces lo que existe es un gran miedo, y un gran desconocimiento de la fuerza del antiguo enemigo, y se teme un posible enfrentamiento529.
Como se ha comentado Peñaranda trabaja especialmente en la creación del archivo JANO -el Dios de las dos caras- , y en la operación PROMESA. En su opinión es necesaria la creación de un archivo de todos los personajes que tenga interés de cara al futuro. La filosofía no es controlar a la gente "peligrosa", comenta el general, sino todo lo contrario, la prueba es que si hay unas ocho mil fichas de personas, quizás unas doscientas pueden calificarse como de gente "no deseable". La filosofía es tener hasta el último detalle de las personas que tienen algún peso en España, ya sea en lo económico, o en lo social, y tener de ellos sus hojas de vida actualizadas, y todos los recortes de prensa publicados. El objetivo es saber más que nadie de las personas que luego puedan ser elegibles para desempeñar puestos políticos. De esta lista siempre destacan a unos cincuenta que los tienen siempre localizados, por si desde las instituciones se pide un nombre para cubrir un puesto con un perfil determinado proveerlo con rapidez y eficacia.
La operación PROMESA, en la que está participando sobre todo Javier Calderón530, según Peñaranda, supone además contactar con esas personas, con "promesas", e incluso impulsarlas. Se trata de contactar con los grupos políticos que van a participar en la transición. En este sentido Peñaranda explica una reunión que tiene San Martín en el despacho de José Luis Álvarez con la plana mayor de los democristianos, entre ellos Marcelino Oreja, Landelino Lavilla, y San Martín, afirma Peñaranda que éste les anima a meterse en política, y constituirse en asociación, porque los grupos de la izquierda se estan organizando, y ellos únicamente se dedicaban a escribir artículos firmados por el grupo Tácito531.
Tanto Peñaranda como Cassinello transmiten con fuerza el trabajo que realizan entonces en favor de la idea de que la transición es inevitable, y que todo debe orientarse pacíficamente. Como se ve los servicios de inteligencia hacen un gran servicio a la transición, y participan activamente en la secuencia de los acontecimientos, no sosteniéndose la afirmación de su supuesta ignorancia. En este sentido todavía es más definitivo el documento que en enero de 1974 Andrés Cassinello presenta y discute con Gutiérrez Mellado en el Alto Estado Mayor, y luego con el entonces director del SECED Juan Valverde para condicionar su regreso al Servicio. Entre otros aspectos en este documento favorable al cambio se afirma "sin embargo la decisión de cambiar desde el poder es la única viable, si se desea impedir que ese cambio suponga la ruptura total de la continuidad. No nos engañemos. Decisiones de esta naturaleza implica siempre un juego cambiante de adhesiones y de decepciones. ¿Cómo conseguir un consenso general sobre el que ha de mantenerse necesariamente, y lo que puede ser susceptible de cambio o abandono? Estos tiempos, presente, pasado y futuro, llevan valores distintos de convivencia"532
Este documento "Ante el cambio" que redacta mientras está en el CESEDEN, según reconoce Cassinello está influido por el libro de Cambó "Las dictaduras", y marca el cambio del Servicio533. Durante tres o cuatro horas lo está discutiendo con el general Gutiérrez Mellado, que es general jefe de operaciones en el Alto Estado Mayor, y que se muestra totalmente de acuerdo534. Valverde lo presenta entre los oficiales del SECED y éste se discute, según Cassinello535. Algunos se muestran en desacuerdo y abandonan el Servicio, pero la mayoría se mantiene y manifiesta su conformidad. En este sentido procuran ir las acciones del SECED a partir de entonces, al preparar con tiempo la muerte de Franco, a través de la operación Lucero, tratando de ofrecer claridad y transparencia536; asesorando en la coronación del Rey, lo que lleva por nombre operación Alborada; colaborando para traer a Tarradellas desde el exilio, o publicando el documento que lleva por título "Ventajas e inconvenientes de la legalización del partido comunista", donde se apuesta por la legalización de este partido, y a Cassinello le cuesta un intento de tribunal de honor impulsado por sus compañeros.
Para concluir estas reflexiones sobre la importancia que tienen en el desarrollo político, los militares de los servicios de inteligencia se recogen las palabras que Cassinello plantea como epílogo de un texto que lee en la entrevista que se conserva en el Instituto Ortega y Gasset y que condensan todo este aspecto sobre el que se ha estado tratando: "Yo quiero redondear la charla y volver al principio. A la tesis inicial. Estoy seguro que muchos protestarán, porque es extraño de que mantenga la idea de que la democracia se instauró por los esfuerzos de los que no la querían, y que a los demócratas con certeza y autenticidad los deje fuera. Esta sería una conclusión errónea, porque en la oposición había un propósito serio, una intención clara, y estaba toda la razón, pero quedaron fuera de lo que se hizo, no de lo que se pudo hacer. Sin duda la ruptura democrática, pudo habernos conducido a esta nueva situación de ahora, o a otra análoga, pero el procedimiento empleado, la extraña revolución pausada desde el poder fue obra de los que lo detentaban. Aprobada la Ley de Reforma Política, todo fue generosidad de unos y otros, sin ella: Fraga y Carrillo dándose la mano, el segundo acto de la transición no hubiera sido posible, y no hubiéramos tenido constitución, ni Pactos de la Moncloa, ni todo ese complicado tejido de compromisos mutuos que afirmó la paz de todos los españoles, como había sido la voluntad del Rey. Quiero también que quede clara la actitud del SECED, su oposición decidida a cualquier ruptura que pudiera facilitar una revolución sangrienta. Ninguna dictadura de los unos, ni de los otros. Todo eso ya es historia menuda, pero historia. Demos gracias a Dios."
410. La mayoría de estas informaciones han sido extraídas de las escalillas del Arma de Ingenieros que se encuentran en el Servicio Histórico Militar de Madrid, o de entrevistas personales con diferentes militares.
411. Además según Juan Peñaranda en entrevista personal su pluriempleo consiste en la dirección de una academia preparatoria para el acceso a la Escuela de Estado Mayor lo que todavía le relaciona más con el mundo de la enseñanza militar. Esta academia se llamaba LADIAR, respondiendo a las iniciales de los tres propietarios: Lago, Díez Alegría y Armada.
412. Lo que necesariamente le hace ocupar otros puestos de carácter político como es bien conocido, y que van asociados al cargo. Al final de su carrera por otra parte es nombrado embajador de España en Egipto.
413. Entrevista personal con Gabriel Cardona. Éste guarda un buen recuerdo del general con el que compartió una anécdota interesante. Lo último que se publica con el nombre de Díez Alegría lo escribe Cardona. El general está entonces muy mayor, y la editorial tiene mucho interés en que firme un artículo. Le son pasadas las notas personales de Díez Alegría a Cardona, y éste redacta el artículo al que el general da su autorización, y que se publica dos meses antes de su muerte.
414. El general Peñaranda comenta con bastante lógica en entrevista personal que en caso contrario no habría sido escogido como jefe del Alto Estado Mayor. Peñaranda confirmaba su "intelectualismo" explicándome que su tío le hizo en numerosas ocasiones comentarios contrarios a los que se pudieran denominar "militares de cuchillo en la boca", que los identificaba como elementos politizados que dañaban al ejército.
415. Lobo en entrevista personal.
416. Antonio Cortina confirma este punto en entrevista personal al comentar que Díez Alegría se dirige en diferentes ocasiones a GODSA donde intercambia opiniones políticas, e incluso viaja a Londres a entrevistarse en alguna ocasión con Manuel Fraga sin que esto trascendiera. Al general le interesa conectar con los diferentes grupos, y conocer las diferentes inquietudes, y los planteamientos de la Reforma. Cortina también comenta que con cautela Gutiérrez Mellado también acude en diferentes ocasiones a GODSA. Su argumento es que si éstos estuvieron en contacto con GODSA, seguramente tendrían otros contactos también para conocer bien el espectro político que podría surgir tras la muerte de Franco.
417. Angel Lobo en entrevista personal.
418. Angel Lobo en entrevista personal.
419. A pesar de que en su libro no cita a Huntington expresamente su influencia es obvia: el americano contrapone la sociedad liberal con las instituciones militares (el general utiliza el concepto "industrial" en lugar de "liberal"). Díez Alegría cita el librito de Kurt Lang Military Sociology publicado por Basil Blackell en Oxford en 1965. En este estudio se trata ampliamente el discurso de Samuel Huntington y el debate que éste genera. Aún en el caso de que el general no haya leído directamente al profesor de Harvard, lo que extrañaría, lo que sí se puede demostrar es que conoce los contenidos de este autor. Así en este trabajo se recoge expresamente lo siguiente: "Certains voient dans la "professionnalisation" la meilleure garantie de la subordination militaire (Huntington). Les militaires seraient des instruments politiques neutres qui se confineraient a donner des avis dans le cadre de leur spécialité" (1965: 31). Aunque no sirva como referencia empírica determinante porque ninguno lo pudo demostrar, la mayoría de los entrevistados a los que se les pregunta muestran su convencimiento de que Díez Alegría ha leído a Huntington; así en entrevista personal Narcís Serra, el general Lobo, Cardona y Puell de la Villa muestran su convencimiento, y Peñaranda a pesar de reconocer que no sabe a quién lee su tío, si que afirma que éste lee mucho, y sobre todo temas profesionales. Sus conocimientos de inglés, francés y portugués facilitan esta tarea.
420. Díez Alegría (1972:10)
421. Díez Alegría (1972:12-13)
422. Díez Alegría (1972: 15)
423. Este comentario muestra también de una forma indirecta la deseable autonomía que como para Huntington han de tener las Fuerzas Armadas. Díez Alegría (1972:15)
424. Díez Alegría (1972:22)
425. Díez Alegría (1972:30)
426. Díez Alegría (1972: 44). Hay que señalar con la profética visión de este general español que se anticipa en casi veinte años a lo que posteriormente, ya con los gobiernos socialistas, se consolida como una misión habitual a ser desarrollada por los ejércitos españoles.
427. Díez Alegría (1972:48)
428. Díez Alegría (1972:49-50)
429. Utiliza expresamente el concepto de Huntington. (1972:50)
430. Díez Alegría (1972:50-51)
431. Díez Alegría (1972:57)
432. Anexo al número 52.1975. Anales de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
433. Díez Alegría (1975:6-7)
434. Díez Alegría (1975:6) Seguramente no hubiera realizado esta afirmación tan clara en otras circunstancias. De hecho la matiza sensiblemente en 1972.
435. Díez Alegría (1975:7)
436. Díez Alegría (1975:9)
437. Díez Alegría (1975:15)
438. Fernández Sequeiros sirve en el CESEDEN de secretario de estudios de ALEMI a las órdenes de Salas Larrazabal durante este tiempo.
439. La figura de este general del Ejército del Aire es poco conocida, y es muy destacada por Fernández Sequeiros que habla de él como de un avanzado intelectual demócrata, que destaca por su racionalidad, y que forma parte de la corriente intelectual de Díez Alegría. Felipe Galarza primero director de EMACON, desde 1966 hasta septiembre de 1970, y después de ALEMI desde junio de 1972 a diciembre de 1974 es un pensador que escribe sobre todo sobre la doctrina militar moderna, y la acción unificada de los ejércitos (ya desde la década de los 1950 especialmente en la Revista Aeronaútica). Esta conjunción de intereses se muestra más tarde cuando este general es el Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire, y después el primer Jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor con Gutiérrez Mellado. Galarza en opinión de Fernández Sequeiros, es la mano derecha de Gutiérrez Mellado, y es el verdadero autor e impulsor de la primera ley de Reforma de las FFAA: "Ley de Funciones de los Órganos Superiores de Estado en Materia de Defensa Nacional" que se aprueba tras la Constitución, y con las Reales Ordenanzas el 28 de diciembre de 1978. Esta puntualización que hace Fernández Sequeiros es interesante porque entre las críticas que Busquets dirige a esta ley, como se verá más adelante, es que ésta es calcada a la que Díez Alegría impulsa en pleno franquismo. Efectivamente el impulsor es uno de los que con Díez Alegría trabaja más estrechamente para elaborar las ideas que den paso a esa ley que finalmente los gobiernos de la UCD consiguen llevar adelante. Por supuesto es una Ley elaborada por militares y respondiendo a criterios profesionales, pero tiene que ser en un período más avanzado, tímidamente en el año 1980, y ya con más claridad con los gobiernos socialistas, cuando los políticos "civiles" son capaces de saber interpretar y articular adecuadamente lo que la nación demanda para su defensa. Busquets no representa a esos políticos civiles, porque a pesar de haber abandonado el uniforme, es tan militar como los que todavía lo visten, y representa otra posición del "debate profesional".
440. Hay que hacer notar que entre noviembre de 1966 en que cesa el almirante Indalecio Nuñez, después de dos meses al frente del CESEDEN, y febrero de 1968 en que Díez Alegría es nombrado a sustituirle no se cubre el puesto que ocupa desde julio de 1964 el teniente general González de Mendoza, con lo que la cogestión de estos dos militares en este importante momento inicial del centro marca el discurrir del CESEDEN en esos años -aunque Díez Alegría es general de división, y Galarza de brigada, lo que siempre da el mando al primero-.
441. CESEDEN(2000)
442. Es muy de agradecer que se intenten hacer también desde las Instituciones un trabajo de descripción que trate de señalar los orígenes de éstas, y sobretodo que mencione a las personas protagonistas. En este sentido ha sido muy común en las Instituciones militares "no individualizar en una persona o grupo concreto la paternidad de la misma", por afán de no protagonismo, como deja apuntada la Memoria Publicada con motivo del X Aniversario del CESEDEN en relación a sus orígenes. Éste es un error muy importante ya que es necesario conocer a los creadores, para saber interpretar tanto el espíritu, como las razones que se encuentran detrás de las Instituciones. El caso del CESEDEN es especialmente significativo en este sentido ya que se explica la rampa de lanzamiento que tienen una serie de militares ilustrados que sin renegar del franquismo, quieren compatibilizarlo con su profesión en un mundo que cambiante les exige transformaciones.
443. Aunque ésta no es la expresión adecuada ya que el CESEDEN se crea en los mismos locales que ocupa la Escuela Superior del Ejército.
444. Y por tanto de Díez Alegría.
445. Decretos de Presidencia 69/1964 y 70/1964 de 16 enero 1964.
446. CESEDEN (2000:9)
447. Emilio Alonso Manglano en entrevista personal.
448. Rodrigo (1989:47)
449. Según Rodrigo los cursos en los primeros años son los siguientes: 1965: I Curso de Defensa Nacional. Estudio de las Bases, doctrina y organización de la Defensa Nacional (experimental); 1966: II Curso de Defensa Nacional. Estudio de las bases, doctrina y organización de la Defensa Nacional; 1967: III Curso de Defensa Nacional. España ante la comunidad atlántica y el movimiento de integración europeo; 1968: IV Curso de Defensa Nacional. Estudio de los Acuerdos con los Estados Unidos ante su posible prórroga; 1969: V Curso de Defensa Nacional. Política de Defensa y Seguridad Nacional.
450. Se ha podido acceder a una copia del documento que resume este curso gracias a la gentileza del general del Ejército del Aire Fernández Sequeiros.
451. Se establecen seis comisiones: Dirección General de la Defensa Nacional, Estudio Militar de la Defensa Nacional, Estudio Civil de la Defensa Nacional, Estudio Económico de la Defensa Nacional, Movilización Nacional, Zonas de Defensa.
452. La Zona de Defensa del Sureste.
453. Es significativo que se atienda a la importancia de los conferenciantes que se suman al equipo básico del centro, y que a lo largo de las 24 semanas del curso expusieron en el CESEDEN. Esto como se apunta sirve de base para el debate y la reflexión -ordenados por temas tratados-: Ideología: Gonzalo Fernández de la Mora, Labadíe Ortemín, TCOL Sanchez Sopranis, Fueyo Alvarez, COL de Cara Vilar; Política: TCOL Rego Fernández, Pérez Embid, TCOL Sanchez Sopranis, García Arias; Estrategia: TG. González de Mendoza, GD Salas Larrazabal, CN. Yusti Pita, GD González Camino, CF Rey Díaz, TCOL Sánchez Sopranis, CN Yusti Pita, COL Olivares Baqué; Defensa Nacional: GD González Camino, VA Carrero Blanco, TG González de Mendoza, GB Serrano de Pablo, CN. Fernández Peña, Col de Cara Vilar, GB Morenés Carvajal, CN Yusti Pita, CF Rey Díaz, TCOL Bengoechea Baamonde, TCOL Rego Fernández, GD Navarro Garnica; Acción Psicológica: TCOL capellan Ruiz García, COL de Cara Vilar, COL Olivares Baqué; Información: Dr.Fenech, Santiago de Pablo, GB Martos Lalanne, TCOL Blanco Rodríguez; Investigación: TCOL España; Diplomacia: Fernández Espeso; Derecho internacional: García Arias, CN Fernández Peña; Sociología: CF Rey Díaz, López Cepero, Fraga Iribarne; Economía: Cavero Beyard, TCOL Bengoechea Baamonde, CF Rey Díaz, Fuentes Quintana, Galán Arguello, Borrell, Del Campo, CA Boado, COL Pardo, Villar Mir, María Luisa Ardura, Velarde, de Cossío, Farré; Organos de Ejecución: GB Bengoechea Baamonde, GB Cuadra M., VA. Guitián, GB Aguilera, GD González Vidaurreta, GD Cores, COL Olivares Baque, CF Rey Díaz, GD González Camino, GB Serrano de Pablo, CN Yusti Pita, COL Gz. Mellado, CF Rey Díaz, GB Seibane, GB Murcia, de la Guardia, GB Pardo de Santayana, CN Delgado, TCOL Calahorra, G Jiménez Alfaro, G Aniel Quiroga, GB Pazo, TCOL Pascual; Movilización: TCOL Bayo, García de Oteyza, García Usano, Calleja González Camino, Alemany, TCOL Salas López; Antropología: Rubio Fuertes; Telecomunicaciones: Tuesta, COL Olivares Baqué; Legislación: Villar Palasí; Geografía y Geología: Hernández Pacheco, TCOL Sánchez Sopranis, CN Yusti Pita, GB Serrano de Pablo; Supervivencia: Fuertes Irurozqui.
454. Aunque Gutiérrez Mellado sí que presenta una ponencia sobre el Ejército de Tierra.
455. Aunque la participación de los civiles en este curso es importante en número, no lo es tanto en contenido porque éstos tratan de temas típicamente civiles como la economía, la legislación, las ideologías, planteados siempre como contexto sobre el que trabaja la defensa. Ningún civil emprende la tarea de afirmar como debería organizarse la defensa en España. Ésto se explica porque todavía no se acaba de entender, dentro de esa "profesionalidad" no muy bien asimilada, cuál es el verdadero papel de los civiles en esta tarea. Los civiles y los militares deben acudir juntos a la llamada del deber, pero nunca se define en qué sentido, ni con que responsabilidades.
456. Díez Alegría (1975:23)
457. Díez Alegría (1975:25)
458. Díez Alegría (1975: 26)
459. Díez Alegría (1975:27)
460. Rodrigo (1989:205)
461. Rodrigo (1989:217)
462. Rodrigo (1989:218-220)
463. Díez Alegría (1975:31)
464. El análisis se centra en los dos servicios que influyeron de forma más importante. Los servicios dirigidos por el coronel Sáez de Tejada -los de inteligencia militar- deberán ser tratados en otra investigación con mayor profundidad.
465. Así Florentino Ruiz Platero, Martínez Teixidó, Fernández Sequeiros o incluso el mismo Pinilla afirmaron que tampoco era para tanto la importancia que tuvo esta organización.
466. Pere Vilanova (1980: 223-225) trata brevemente esta organización por los mismos motivos.
467. En este sentido el libro Fernando Muniesa (1999) atribuye una gran influencia a Forja por los numerosos militares que provenientes de ella participan en los servicios de inteligencia; uno de ellos es Javier Calderón del que destaca "su pasado fundamentalista en "Forja", y su afiliación a la clandestina UMD" según se recoge en las páginas publicadas en "Artículo 20":14-15 firmado por Jesús Egido en abril de 1999. También Joaquín Bardavío y otros (2000) reflejan esa importancia. Por otra parte el propio Alberto Oliart en entrevista personal valora negativamente la participación del general Pinilla como principal impulsor de Forja, donde también según su opinión ha militado Pardo Zancada. Éste según su opinión es el motivo principal que tiene para no nombrar a Pinilla Director General de Enseñanza Militar. El comentario lo hizo a raíz de comentarle que el general explica que a pesar de la buena relación que toda la vida ha tenido, y sigue teniendo, con el que fuera ministro, no es nombrado para este cargo, para el que le había comentado Oliart que se preparara, porque hay un problema con la Capitanía de Valladolid, y el ministro se ve obligado a ceder en su nombramiento. Oliart en entrevista personal no está de acuerdo con esta opinión del general Luis Pinilla. En este sentido es interesante el comentario de Muniesa (1999:110) "Sobre su salida del Ejército, el ministro Alberto Oliart afirmó entonces que era debida a un ataque de soberbia por no haberle nombrado director general de Enseñanza Militar, puesto vacante por el ascenso de Fernando Soteras Casamayor a teniente general"
468. Muniesa (1999:109)
469. Busquets justifica esta relación con un comentario que parece negar su propia evolución personal, y que no es demasiado creíble, porque está reconocido por el propio Pinilla, y por los demás entrevistados esa evolución personal que partía del falangismo. Así Busquets (1999:27) afirma en relación a la vinculación del colegio al Frente de Juventudes: "Era algo que realmente no encajaba con los presupuestos de los dos fundadores, pero la subvención oficial hacía posible que se concedieran becas a muchos estudiantes de familias modestas: hijos de empleados, artesanos, campesinos, o sea, muchachos que en general no pertenecían a las grandes familias militares, lo que evidentemente condicionó ciertas actitudes futuras". En este sentido se recoge el comentario de Antonio Cortina en entrevista personal: "Mira... en eso que apuntábamos antes de Luis Pinilla... Luis Pinilla, capitán dirige un colegio preparatorio para las academias militares, con un objetivo claro y concreto, que es la de pasar elementos jóvenes, que se hayan formado en las filas del movimiento... del frente de juventudes... y llevarlos a la academia militar... Eso es lo que hace Pinilla... con camisa azul... porque hombre Pinilla era el hijo del héroe de Simancas... entonces... qué duda cabe que hay unos elementos, porque aquello está en la sociedad española... es una obra oficial del régimen de entonces... como estaba la acción católica... y cuantos pasaron en esos años por ese tipo de formaciones...
Se pasaba por aquello, unos con más entusiasmo, otros con menos, unos se politizaban, otros no... y algunos tanto que sirvieron para abastecer a partidos políticos, incluso contrarios luego al Régimen como el partido comunista... de donde salió gente de ahí... por ejemplo el padre Llanos... con camisa azul también... luego evoluciona... El padre Gamo, asesor provincial del frente de juventudes en Madrid, éste creo que dejó la iglesia... y todavía me parece que se presenta a candidaturas por IU... Hay gente que procedía de ahí... algunos incluso con esa mezcla de lo falangista, y lo católico... es que ese era el cultivo..."
470. Busquets (1999: 27) fecha en 1956 el episodio de su marcha.
471. Luis Pinilla en entrevista personal.
472. Luis Pinilla en entrevista personal.
473. Según Busquets (1999:28) "varios de los cadetes, como Miguel Alonso Baquer, Javier Calderón, los hermanos Ruiz Nicolau, Javier García Bueno, José María Vera, Jacinto Pérez Grueso, Paco Carafena, Paco Laguna, yo mismo, y un largo etcétera, no habíamos estudiado en el colegio, y habíamos llegado allí exclusivamente como consecuencia de nuestra inquietud humana, profesional y/o religiosa y atraídos por la vigorosa personalidad de sus dos cofundadores". Según los datos de Busquets en 1952 y 1953 se reunen en el castillo de Belmonte, en 1955, en Collado Mediano y en 1957 y 1958 en el Colegio Forja en Campamento.
474. Busquets (1999:29). Una explicación muy interesante sobre la disolución de Forja, y sobre su influencia sobre la UMD se encuentra en las memorias de Busquets (1999:34-47)
475. Coronel que no desea ser citado en entrevista personal.
476. En palabras de Fernández Sequeiros en entrevista personal "hacer el Estado Mayor era obligado para todo miembro de Forja... el doctorado militar... era algo que teníamos que hacer todos... no porque estuviéramos compinchados, ni lo dijera ningún estatuto, pero era evidente que todo lo que fuera prestigiarse dentro de las FFAA, y tener capacidad de proyección, y de intervención... en esos aspectos pues formaba parte de la línea de actuación de todos los miembros del grupo Pinilla... y de hecho yo creo que no hay ninguno que no sea diplomado de Estado Mayor..."
477. Fernández Sequeiros en entrevista personal.
478. BOE Núm. 243: 4797
479. Se ha podido acceder a una copia de ésta gracias a la gentileza del general Fernández Sequeiros.
480. Biondi (1972:8)
481. El autor no explica cuales son.
482. Sólo señala ocho. Quizás la última es Madrid pero no la cita.
483. Este coronel no especifica quién es este segundo oficial, pero haciendo caso al general Peñaranda debe de ser Agustín Tejedor.
484. La necesidad de ir mejorando los servicios de inteligencia, fundamentalmente preocupados por las bases americanas, los espías soviéticos, y el norte de África, hace que se cree un grupo de operaciones especiales para tratar de desmantelar en España la red mediterránea del servicio soviético. El Alto, y José Luis Cortina que está destinado a este nuevo servicio secreto se dedican a hacer la inteligencia que desarrolla los seguimientos, las fotografías, el control de los buzones, etc...
485. Entrevista personal con coronel que no desea ser citado.
486. Entrevista personal con coronel que no desea ser citado.
487. Hay que recordar que normalmente durante estos años no son muchas las personas que participan activamente en cualquiera de los grupos organizados de oposición al franquismo.
488. Joaquín Bardavío y otros (2000:396) afirma que Calderón además era accionista de la revista Cuadernos para el diálogo, y que escribía en el diario Madrid.
489. Lo que según Antonio Cortina lleva en más de una ocasión al director al banquillo.
490. Que está acompañado por otras personas como Nicolás Rodríguez González, Rafael Luna Gijón, o Manuel Cantarero del Castillo
491. Esta opinión es confirmada también por el mismo coronel citado previamente que insiste en afirmar que el Gabinete no pretende tener una determinada alineación política, sino que quiere ser un elemento de preparación de estudios, de preparación de ideas puestas al servicio del proceso de reforma política. Del análisis que hace el grupo es desde el que se llega a la conclusión de hablar con Fraga para que asuma el liderazgo.
492. Según Joaquín Bardavío y otros (2000:396) Godsa se crea en 1973 con nombres como Carlos Argos, Antonio Cortina, Rafael Pérez Escolar, Gabriel Cisneros, Félix Pastor Ridruejo, o Luis González Seara.
493. Antonio Cortina en entrevista personal.
494. Según Antonio Cortina en entrevista personal, Díez Alegría tiene seis o siete encuentros en Londres con Fraga. Gutiérrez Mellado está ocho o nueve veces en el despacho de Cortina.
495. Con Alfonso Guerra se reúnen en muchas ocasiones. El contacto con los comunistas es menor pero sintonizan según Antonio Cortina con Fernando Claudín.
496. Elaborado por Gabriel Cisneros, y Pérez Escolar.
497. Esto es confirmado por Florentino Ruiz Platero en entrevista personal.
498. El que propongan diferentes aspectos no siempre significa que obtengan buenos resultados. De hecho el primero que habitualmente no hace caso a sus recomendaciones es el mismo Fraga, al que le recomiendan no aceptar la Embajada de Londres, ni el Ministerio de Gobernación con Arias, ni sobretodo el pacto de los siete magníficos que funda Alianza Popular, y que lleva finalmente al divorcio político de éstos con Fraga.
499. Entrevista personal con Luis Solana.
500. En este sentido es interesante traer a colación este fragmento de la entrevista personal con Cassinello.
"E: Solana también me ha hablado muy bien de ustedes. Me dijo que eran ustedes muy inteligentes...
C: ¿Luis? Yo con él tengo una anécdota muy graciosa. Que empieza a moverse el partido socialista, en aquel congreso, y querían ver su programa militar... entonces piden entrevistarse con algún militar, piden entrevistarse conmigo... yo pido permiso a mi jefe... me dice que sí... y me cito en un restaurante... Y el primero que llega es Mújica, y se va para mí y me da un abrazo, y me dice ... gracias por los pasaportes, cuando tuvimos que salir de España... A bueno... primero estaba Solana... Que me decía la emoción que le suponía entrevistarse con un miembro del odiado servicio de Carrero, ...y yo le digo... bueno vosotros matasteis a mi padre, o sea que empatados... (risas...) Llega Mújica, y dice... hombre las gracias... y claro éste se queda omnubilado, no entendía nada... y es verdad... lo mismo les dimos los pasaportes para el congreso de Suresnes, o para alguna reunión de la OIT, a donde nos interesaba que la UGT, se dedicara a hacerle la puñeta a CCOO, ... no sé porque les dimos los pasaportes, pero es verdad que se los dimos a todos los dirigentes del partido socialista, en una situación, que estaban perseguidos.
E: ¿Había algún interés en beneficiar al partido socialista?
C: No, no, no...Lo que había un interés era en mantener el equilibrio... es que vamos a ver... de verdad... si en Suresnes, ¿cuántos militantes tenía el partido? Me parece que eran 2.500... en el interior... si no era nada... y los únicos que se movían, y que insistían en la huelga revolucionaria, y en la huelga general política, y en el levantamiento armado... eran de vez en cuando los del partido comunista... y hacia la izquierda... claro, si lo que nosotros queríamos era moderación... era natural que nos dedicáramos a hacerles la puñeta a los otros...".
501. En el caso de Cassinello es muy interesante la entrevista que se conserva en el Instituto Ortega y Gasset.
502. Su nombre se hace más popular al perder su carrera en 1981 por ser uno de los militares que organizan el Golpe de Estado,
503. Pilar Urbano (1997:122); Joaquín Bardavío y otros (2000:143). Peñaranda confirma este punto también.
504. José Ignacio San Martín (1983:20)
505. Siguiendo a Peñaranda debe de ser Agustín Tejedor.
506. San Martín (1983:21)
507. San Martín (1983:21)
508. San Martín (1983:22). Aunque San Martín no cita nombres según las entrevistas con el general Peñaranda, uno de ellos es el luego famoso coronel Federico Quintero, y el otro José Ramón Pardo de Santayana
509. Según Casinello, en la entrevista de 1986 conservada en la Fundación Ortega y Gasset, al principio la dirección de la OCN la constituyeron un triunvirato, y poco a poco San Martín se las arregla para quedarse sólo al mando del Servicio.
510. San Martín (1983:23) Por otra parte (1983:28) "La labor de captación llevaba a cabo sin interrupción y el encuadramiento de los colaboradores fue dando sus frutos y a finales de mayo de 1970 se disponía de trescientas ochenta personas de ambos sexos, distribuidas en la geográfica española".
511. Cassinello (Ortega y Gasset: 1986)
512. San Martín (1983:45) recoge una conversación muy tensa con Díez Alegría en la que el general le llega a decir el 10 de marzo de 1972 ante la aprobación definitiva del SECED: "No puedo admitir -me diría- que el personal esté destinado en el Alto Estado Mayor, sin tener control alguno sobre el mismo. Y es que ustedes lo quieren todo -seguiría diciendo-: cobrar más y gozar de los máximos beneficios".
513. Puell de la Villa en entrevista personal.
514. Puell de la Villa en entrevista personal comenta que los militares del SECED tienen un poder inimaginable: "estos comandantes y capitanes, iban a los despachos de los ministros, y entraban así, y éstos se asustaban, porque date cuenta que los consideraban los hombres de Carrero, que entonces tenía un poder muy grande. Tenían acceso a todos los sitios; ese grupo de militares fue importante como poder militar".
515. San Martín (1983:37)
516. San Martín (1983:36)
517. Cassinello hace el siguiente comentario en 1986 sobre el contenido del libro en su entrevista grabada en el Instituto Ortega y Gasset: "en el 71 el SECED entregó al almirante Carrero, un grueso informe de situación, bajo el título de la Subversión en España. Era un libro rojo, presentado con una hoz y un martillo al frente. Es curioso, yo fui el autor del primer capítulo, y me siento a años luz de lo que allí se refleja... posiblemente hay un tiempo acelerado desde entonces, ese distanciamiento puede ser, para mí, el principal obstáculo para el análisis de la época, también sorprenden las notas a píe de página del mismo Almirante, porque conseguí una fotocopia de lo que le habíamos pasado al almirante Carrero.
A su vista tengo que pensar, que el entonces vicepresidente desconocía y tenía una idea muy confusa de cuál era la realidad española, porque pese al emblema de la portada, el informe es mucho más testigo de la descomposición del régimen, que de la acción, y la presencia del rojerío. Hay también en él, en el vicepresidente Carrero, un permanente escudarse en el Caudillo. Su comentario más frecuente es, el gobierno está presidido por el Caudillo, y constituido por hombres por él elegidos. Piensa que el Estado y el gobierno son una misma cosa, y rechaza una lealtad superior a otra cosa distinta. Pero reacciona también duramente cada vez que se le expresa la idea de que el concepto de Movimiento Nacional, no había quién lo entendiera, y que era preciso constituir un sistema de asociaciones para vertebrar una acción política. Bien es verdad que en ese texto, cuando se le insta a la creación de las relaciones políticas, no es un intento de canalizar las aspiraciones de la población, es más un intento de crear un sistema defensivo de la organización política española, frente a una oposición, que presumimos que se encuentra bastante más organizada.
También reacciona con un ojo entre admiraciones, cuando se le señala que la mejora de las relaciones con la Unión Soviética, se debe a los contactos en París entre Areilza, y Viladorov. Yo creo que el informe es mucho más significativo para mí, que para cualquier otro lector, la sorpresa de no saber qué se defiende está presente en la mayoría de sus páginas. Por otro lado está plagado de siglas y organizaciones fantasmales, todas presentadas con la misma magnitud, sin un análisis crítico de su peso o su valor. Hay una sensación de acoso, de cerco, ante la cual el Almirante se debía defender perplejo. Después he pensado muchas veces, para que servía tanta información, porque tanto panfleto, y tanta sigla era a todas luces el mayor obstáculo para medir y valorar una oposición tan invertebrada, como el propio régimen que pretendía destruir, y además era también el factor más importante en la ocultación del problema subyacente. La soledad desasistida, la pura inercia que mantenía un sistema político montado sobre el recuerdo, en lugar de sobre un programa. Por eso el SECED, fue siempre bifronte, y pretendió en toda ocasión, un quehacer bastante más allá del simplemente represivo que parecía corresponderle en exclusividad. La conciencia de que lo que teníamos no era bueno, fue abriéndose paso, poco a poco entre nosotros con carácter dominante, creo que al final estabamos mucho más serenos que al principio".
518. San Martín (1983:38)
519. San Martín (1983:40)
520. San Martín (1983:41)
521. San Martín (1983:42)
522. San Martín (1983:45)
523. Para Andrés Cassinello es muy importante señalar este dato sobre como se define el Estado Mayor del SECED. Tanto en la entrevista gravada de 1986 que se conserva en el Insituto Ortega y Gasset, como trece años después mantiene la misma posición sobre las diferencias entre los militares que componen esa plana mayor o estado mayor, y los que estan más cerca de los problemas. Así en entrevista personal afirma: "el SECED, si conocieras las tripas desde dentro, verías como en el SECED original de Carrero, los que estaban en las planas mayores, tenían una concepción más ultra... por así decirlo... y en cambio los que estábamos es contacto con la gente... con el mundo universitario, con el mundo laboral, teníamos la conclusión clarísima, de que aquel régimen era absurdo, se caía solo... que no se podía perpetuar por mucho que dijera Franco... que la defensa de la continuidad del régimen estaba en manos del ejército... y temíamos que a la muerte de Franco... la solución iba a ser muy distinta... aunque era deseable que fuera una transición en orden... a nosotros nos preocupaba muchísimo que aquello pudiera ser a tiros... o un lío, o una revolución... aquello es lo que nos preocupaba... la idea de la reforma desde dentro, era correspondida, por el pensamiento por lo menos, por los que estábamos dirigiendo aquello del SECED... " En la entrevista de 1986 todavía es más rotundo: "Te diré una cosa muy curiosa. El 23 F los de la plana mayor son los que están con Tejero, y los que habíamos estado en contacto con la realidad somos los que estamos en el otro bando... (ríe)... Que conste, yo le he dicho, yo no soy un demócrata de toda la vida, y que yo no actué así decididamente en un principio... yo fui modificando mis criterios, conforme los hechos me estaban demostrando que los juicios míos no eran completos."
524. San Martín (1983:46)
525. San Martín (1983: 69) Es curioso este comentario de San Martín porque coincide justo en este momento, cuando precisamente por las virtudes que atribuye a sus hombres, y por las que los ha seleccionado, tiene la primera gran crisis interna del Servicio. En 1972 recuerda Pardo Zancada (1998:112) que hay un incidente serio por problemas de mando. Éste es protagonizado por Andrés Cassinello, Armando Marchante, y Joaquín Villalba, que reivindican la irregularidad de que Leandro Peñas que es menos antiguo que ellos sea nombrado secretario general del SECED. Cassinello explica en entrevista personal que San Martín les pide fidelidad absoluta a su persona, y esto genera un gran problema en el servicio, lo que lleva a que con la excusa del nombramiento de Peñas se den de baja: "nos pidió fidelidad absoluta y aquello a mi me pareció demasiado". En la entrevista que se conserva en la Ortega y Gasset explica la distancia personal que poco a poco se va abriendo entre ambos, ya que, según su opinión, tras la aprobación del SECED es evidente el fin del sistema y la preparación para ese momento les inquieta a todos. Aquí afirma que aprovecha la excusa de un asunto sin importancia para a finales de 1972 abandonar el Servicio, y marcharse el CESEDEN a estudiar, leer, y a serenar las ideas.
526. El ingreso del general Peñaranda en el SECED es bastante representativo de cómo son la mayoría de ellos. Éste está destinado en el Alto Estado Mayor, lo que le ha venido motivado principalmente porque su padre, un militar de la máxima confianza de Franco, es uno de los que desde le principio ha formado parte de este organismo. Tras las famosas críticas al coronel Ordobás en 1970, Peñaranda es uno de los que redacta y lleva el manifiesto a su tío Díez Alegría protestando por el trato recibido por este militar. Un miembro del SECED le habla pidiéndole que sea el hombre del SECED en el Alto Estado Mayor, y Díez Alegría cambia el plan pidiéndole a su sobrino que siga adscrito al Alto, pero colaborando con el SECED como un hombre del Alto Estado Mayor.
527. Entrevista personal con Peñaranda
528. Peñaranda en entrevista personal: "En la otra parte pues tenemos los grupos políticos de izquierdas, alentados, por sus propios partidos políticos en Europa, o en América, y que decían... oye: ruptura... y entonces el ejército, que decía a eso: ruptura ni hablar... es decir como haya ruptura, yo salgo a la calle... eso la izquierda en esas conversaciones que teníamos, lo aprendió muy bien... es decir la izquierda tenía el convencimiento, de que si había un proceso de ruptura, al morirse Franco... nosotros salíamos, pero con las bayonetas... y nosotros teníamos conversaciones, donde los propios tíos de la izquierda... o de la derecha... y cuando hablábamos de la muerte de Franco... la gente decía... joder... esa noche... a la cama rápidamente... porque esa noche es la noche de los cuchillos largos... es decir la gente tenía la sensación, de que el ejército ese día daba un espadazo... para decir: y ojo... que aquí me cepillo a todo el mundo... ¿Porqué, porque había la sensación, de que el día que se anunciase la muerte de Franco... todos los grupos más radicales de la izquierda, y la gente de más baja estofa, cruzaría el Manzanares, viniendo desde el sur de Madrid, de los barrios esos... hacia dentro de Madrid con un buen follón, y eso nunca se había planteado... y esa era la sensación... la gente veía como una preocupación enorme la muerte del generalísimo...".
529. Cassinello en entrevista personal.
530. Es curiosa esta relación con los servicios del Alto Estado Mayor.
531. Peñaranda en entrevista personal.
532. Leído por Cassinello directamente del original en la entrevista que se conserva en la Fundación Ortega y Gasset de 1986.
533. Cassinello en entrevista personal.
534. Lo que no se entiende es porqué lo discute con Gutiérrez Mellado, cuando éste trabaja en el Alto Estado Mayor, y no en el SECED. Puede deberse a diferentes motivos, o bien al estar destinado en el CESEDEN de una forma no "habitual", Gutiérrez Mellado es su superior directo, o bien ya confía en que éste general va a tener un futuro muy destacado en el país, o bien quiere hacer llegar a Díez Alegría sus pensamientos en orden a replantear el futuro del SECED.
535. Peñaranda no lo recuerda, pero dice que si Cassinello lo afirma así sería. Entrevistas personales.
536. En entrevista personal según Cassinello ellos son los que pasan la noticia de la muerte de Franco a la agencia Europa Press donde entonces trabajaba Herrero Losada, que publica la notícia "Franco ha muerto".
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