SEGURIDAD Y DEFENSA EN EL ESPACIO DEL MERCOSUR. EL ESCENARIO ESTRATÉGICO DEL MERCOSUR. DESAFIOS Y AMENAZAS.
Dr. Jorge Corrado
Siguiendo el pensamiento de Raymond Aron, tomado de Clausewitz, que dice "la guerra es un camaleón", la misma se encuentra en constante evolución y modificación. Mutando sus contenidos, procedimientos y alcance. Y cuando creemos que se ha agotado en sus manifestaciones visibles, se revela con mayor fuerza en otros aspectos, muchos más agresivos e imprevistos.
Para realmente efectuar un análisis del espacio geográfico que nos ocupa, en materia de defensa nacional desde el punto de vista estratégico, deberíamos abordarlo en tres aspectos esenciales:
a.- El fin de la Guerra Fría y la disolución de la ex - U.R.S.S.
La pregunta estratégica por definición no es aquella en la que se refiere que hacer sino la que pregunta de que se trata, cual es el eje del problema, lo medular, lo sustancial, lo conceptual. Si no se tiene el concepto de lo que ocurre no se puede operar sobre la realidad. La misma se torna caótica, ingobernable
Lo que es verdaderamente relevante desde el punto de vista estratégico es lo nuevo, no lo que se repite. Y en éste tema lo nuevo es que la puja por la hegemonía mundial terminara sin que una de las partes fuera derrotada militarmente. Sin embargo los efectos prácticos del fin de esa contienda tienen el significado de una derrota militar aplastante.
En un sentido técnico, lo que aconteció en la URSS entre 1989 Y 1991 es un colapso del sistema institucional, de parálisis del sistema de toma de decisiones, de pérdida absoluta de la esperanza con respecto al futuro y el resultado fue la autodisolución. Es decir, vale el ejemplo histórico: cuando los Estados no logran controlar los acontecimientos, cuando son rebasados por los mismos entrando rápida y vertiginosamente en una situación de colapso institucional, que conlleva como consecuencia la autodisgregación. La similitud de esta situación respecto a algunos Estados latinoamericanos nos releva de cualquier comentario. Cuando se advertía después de 1989 que el Muro de Berlín no había caído solo de un lado sino de los dos, lo que se estaba explicitando con ésta metáfora es que los Estados que mantienen un carácter burocrático, centralizado, incapaz de adaptarse de manera flexible al ritmo vertiginoso de una revolución tecnológica de una magnitud y alcance nunca vistos en la historia de la humanidad, arriesgan a encontrarse en una situación de colapso, previo estadío de pérdida absoluta de autoridad y capacidad.
b.- Disminución de los conflictos entre Estados y aumento e intensificación de los conflictos intra estatales.
En efecto, durante el primer decenio de esta "post Guerra Fría" se registraron 108 conflictos armados en 73 lugares diferentes del planeta, cubriendo todas las gradaciones de intensidad:
- menores, en los cuales el número de bajas registradas durante su transcurso es superior a 25, pero menor a 1000;
- intermedios, con más de 1000 bajas durante su transcurso pero, en cualquiera de los años considerados, menos de esa cantidad y más de 25; y
- mayores (o literalmente guerras), con más de 1000 bajas fatales en cualquiera de sus años de desarrollo. De los mencionados 108 conflictos, 92 de ellos fueron intraestatales sin intervención de terceras partes externas; otros 9 fueron intraestatales aunque con algún tipo de participación extranjera; finalmente, los 7 restantes fueron interestatales.
Es decir que el 93,5 % de los conflictos armados acontecidos en el mundo entre 1989 y 1998 (101 casos) fueron de naturaleza intraestatal. En términos absolutos, los años en los cuales se registró mayor cantidad de conflictos armados intraestatales fueron 1991 (50 casos sobre 51) y 1992 (54 casos sobre 55). Desde un punto de vista porcentual, la mayor participación de los conflictos intraestatales dentro del total de conflictos armados tuvo lugar en 1993 y 1994, con una tasa del 100 %.
c.- Nueva conceptualización de la crisis y el conflicto.
La guerra fría se caracterizó por la determinación y la identificación concreta de los adversarios en disputa. A través de la disuasión nuclear, se materializó la "pax nuclear", los únicos 40 años de paz consecutivos en Europa, desde hace cinco siglos. Lo que hoy estamos viviendo es que la crisis, esto es la repentina irrupción de lo novedoso que cambia los datos del problema y provoca como efecto la obsolescencia las categorías conocidas para resolver la cuestión, en vez de constituir un hecho excepcional, tienden a transformarse en un acontecimiento permanente.
El cambio tecnológico es la fuerza que está detrás del proceso de globalización del sistema político mundial y en general de la economía mundial. La característica de la revolución tecnológica del procesamiento de la información permite tomar decisiones estratégicas en tiempo real y a escala planetaria.
Como efecto de esta afirmación , es no sólo una crisis generalizada de todos los sistemas de Instituciones Políticas, Económicas o Sociales sino la sensación de una extraordinaria incertidumbre en el mundo, ante la revelación de que las categorías surgidas del pensamiento propio de época pasada no están en condiciones de comprender y conceptualizar lo que está pasando hoy. La clave del presente, ante lo expuestos es:
Ante un conflicto nuevo y que emerge, la responsabilidad del ala estratégica diplomática de la acción del Estado consiste en nunca dar por seguro lo peor.
En materia de defensa es bueno recordar a Churchill: "Nunca lo peor es seguro", pero como complemento de esta afirmación la responsabilidad actual en el campo político- estratégico - militar consiste siempre en prever la peor hipótesis. Como exponía De Gaulle: "el Ejército es una Institución que de nada sirve, salvo cuando todo depende de ella".
La confluencia entre el pensamiento estratégico en el campo diplomático que nunca da por seguro lo peor y el pensamiento estratégico en el plano de factor militar que siempre prevé la peor hipótesis y se prepara y toma previsiones para enfrentarla, se deben convertir en la común preocupación de los Estados en la actualidad para enfrentar los novísimos conflictos post- Guerra Fría. En éste mundo de constante cambio, de aceleración del ritmo temporal, las crisis de carácter casi constante son al mismo tiempo una ampliación estructural del marco de lo posible en todos los planos y por sobre todo en el plano político.
Hoy toda organización política estatal que no sea estructuralmente flexible y sea capaz de adaptarse dinámicamente al medio, donde el insumo fundamental del mismo es el acceso directo e instantáneo a la información procesada de alcance mundial, esa organización política está buscando inconscientemente su inmolación.
La Situación Estratégica Sudamericana la hemos caracterizado como grave. ¿Pero cuál es el sustento académico de ésta adjetivación? Si consideramos las expresiones del Director de la Agencia de Inteligencia para la Defensa de EEUU, las amenazas transnacionales clave que irrumpen en los Estados generando conflictos intraestatales son:
La proliferación de armas nucleares, químicas y biológicas, misiles y otras tecnologías consideradas claves.
El terrorismo internacional.
El narcotráfico.
Esta afirmación conlleva como lógica conclusión, que la potencia hegemónica mundial considera a éstas amenazas como hechos vehementes, que agreden en forma manifiesta o potencial a su seguridad y que orientan su doctrina, equipamiento y despliegue de fuerzas, en función a su PREVENCIÓN o EVENTUAL CONFRONTACIÓN.
La gravedad de la situación latinoamericana reside en que es el asiento natural de dos amenazas, de las tres enumeradas: el narcotráfico y el terrorismo.
Además, en grandes áreas de la región estos dos hechos se combinan y retroalimentan mutuamente, para conformar el llamado narcoterrorismo.