Título: Proyección estratégica del MERCOSUR: fortalezas y debilidades. Relación con los procesos de integración económica y las realidades políticas, económicas y sociales. Cooperación tecnológica.

Fecha: 01/10/2002
Idioma: español

PROYECCIÓN ESTRATÉGICA DEL MERCOSUR: FORTALEZAS Y DEBILIDADES. RELACIÓN CON LOS PROCESOS DE INTEGRACIÓN ECONÓMICA Y LAS REALIDADES POLÍTICAS, ECONÓMICAS Y SOCIALES. COOPERACIÓN TECNOLÓGICA
"Conflicto y cooperación estratégica en el Siglo XXI: el papel de América del Sur".
Grupo de Reflexión Geopolítica.
Coordinador:
Lic. Adolfo Koutoudjian (akoutoud@fibertel.com.ar)
Integrantes:
Lic. Patricio Barbini
Ezequiel Beer
Lic. Francisco Cafiero
Prof. Roberto Domínguez
Marcelo Ensinck
Marta Fohs
Marcelo Lascano
Dolores Puente
Lic. Guillermo Rodríguez.
1) CONTEXTO GEOPOLÍTICO Y ESTRATÉGICO DE LA REGIONALIZACIÓN ARGENTINA
Marco Geopolítico de la Regionalización Argentina:(*)
Por Lic. Adolfo Koutoudjian
I. Introducción conceptual
La recuperación de la temática regional parte hoy, en la Argentina, de circunstancias coyunturales pero claramente apunta a problemas estructurales de fondo que requieren un cuidadoso análisis, franco debate sobre muchos criterios y, por supuesto, evitar decisiones apresuradas que no mejoren la condición general de la Nación.
Lo que aquí planteamos son conceptos pensados desde la perspectiva de objetivos que apunten a consolidar la Unidad Nacional y afianzar la justicia social y regional.
II. Motivo presente del interés en lo Regional
La región fue tradicionalmente el objeto prioritario de estudio de la Geografía científica y la Economía espacial y cobra dimensión política en la década del cincuenta a caballo del desarrollo económico de posguerra donde se constataba el auge de determinadas comarcas y ciudades y el paralelo estancamiento de otras áreas. En los sesenta lo regional es comprendido y encuadrado dentro de las políticas de desarrollo económico y crecimiento armónico del espacio.
Pero en los últimos años, y en función del surgimiento de macro regiones como la Unión Europea, con su secuela de áreas o países en distintos niveles de desarrollo, renace el debate regional a fin de mejorar las anomalías existentes. De ahí que pueda señalarse que, en términos generales, dos son los aspectos que ponen en el tapete el problema regional:
- La crisis del Estado - Nación, manifiesta en los noventa y que cuestiona la arquitectura y construcción política de los estados a partir de la paz de Westfalia, es decir, los últimos 3 siglos.
- La ampliación de los límites de mercado a partir del nuevo proceso de globalización que se desata luego de la crisis energética de los setenta, ampliando la escala de las empresas multinacionales, a horcajadas de la revolución tecnológica informática y comunicacional. La búsqueda de más y mejores economías de escala alcanza no sólo a la producción de bienes sino también de servicios.
Pero, en la Argentina, a estos factores concurrentes, se le suma a partir de la declinación económica de 1998 hasta la fecha, la evidente sobrerepresentatividad política. La estructura político - administrativa, con la consiguiente carga de puestos políticos, asesorías, gastos superfluos, etc., hace que el gasto político - administrativo sea visto como una pesada herencia por un estado quebrado y contribuyentes exhaustos. Sobre estas bases y el último supuesto, es importante ser cuidadoso en el tratamiento de un tema tan trascendente que, incluso, hace a la Identidad Nacional Argentina.
III. Nuestro Planteo
El sintético trabajo que aquí presentamos plantea algunas primeras conclusiones sobre la POLÍTICA REGIONAL, pero lejos se encuentra aún de estar terminado; otras opiniones y experiencias son necesarias para su desarrollo.
Aún así queremos aquí plantear algunas cuestiones básicas:
- No debe minimizarse la Cuestión Regional a un simple problema de disminución del gasto público por supresión de organismos y algunos cargos provinciales y nacionales. Por el contrario, hay opiniones fundadas que mal encaradas las nuevas instituciones regionales pueden añadir nuevas redes administrativas y políticas al estado con dudosos beneficios generales.
- Tanto a nivel internacional como local debe tomarse muy en cuenta la experiencia que en los últimos cuarenta años ha sido valiosa tanto por los fracasos como por sus limitados alcances. El caso de Argentina en los '60 y los ejemplos de países amigos como Brasil, Chile y Europa Occidental, dejan mucho espacio para reflexionar.
- Cualquier planteo de regionalización argentina no puede dejar de tener en cuenta el MARCO INTERNACIONAL. El Unicato del Imperio Americano a nivel geopolítico, la sorda lucha por los recursos que se avizora en el siglo presente, las cuestiones demográficas y financieras, la conformación del Bloque del MERCOSUR y la eventualidad de un Bloque Sudamericano o del Cono Sur, son cuestiones de impacto directo e indirecto sobre la estructura económica argentina.
- Lo que planteamos en este trabajo es que una adecuada REGIONALIZACIÓN de la Argentina debe tomar en cuenta criterios geopolíticos y estratégicos claros y bien definidos por la Nación. A simple título de ejemplo pueden destacarse:
- Presiones geopolíticas sobre la totalidad del patrimonio argentino.
- Las áreas con bajas densidades de población y las vulnerabilidades sociales.
- Las vulnerabilidades de los sistemas energéticos del país.
- La proyección geopolítica de atracción o expulsión de un territorio, una red de ciudades o una frontera.
- La cuestión de las regiones, núcleos históricos y económicos de la Argentina y sus vecinos.
- Los flujos comerciales y financieros, los modos de articulación de dichos flujos, etc.
IV. La región que pretendemos
Como síntesis de la Región que planteamos podemos señalar que concebimos la REGIÓN como:
- Instrumento de integración y afianzamiento de la Unidad Nacional.
- Instrumento de Desarrollo, por adecuada orientación de la inversión pública y privada.
- Instrumento de eficientización del gasto público especialmente en la articulación de las Grandes Obras de Infraestructura como en la infraestructura social (salud, previsión, educación, estructuras judiciales, etc.)
- Regiones autosustentables, es decir capaces de retener y desarrollar económica y socialmente a sus pobladores e incluso atraer población cuando eso contribuye a los altos Intereses Nacionales.
- Plataforma de integración subcontinental y proyección de la política exterior de la Nación.
2) BUENOS AIRES EN LA INTEGRACIÓN TERRITORIAL DE LA ARGENTINA: LA NO-REGIÓN Y LAS REGIONES
Por Marcelo Lascano y Dolores Puente.
Buenos Aires fue fundada por un motivo distinto al de la mayoría de las ciudades hispánicas: para la defensa de la Cuenca del Plata, en ese entonces bajo dominio español en su totalidad. Esto significa que desde su mismo inicio Buenos Aires tiene la base de su existencia en su posición, Cabecera de la cuenca del Plata, al comienzo, y ya en su segunda fundación también explícitamente cabecera de la anchísima llanura chaco pampeana. Cabe recordar que esta fue realizada por tierra, sentado tempranamente la relación del enclave con su hinterland, desdoblando su monofuncionalidad fluviomarítima. De esta forma, ya a comienzos del siglo XVII Buenos Aires es nodo organizativo del ámbito que luego diera lugar a los países del Plata. Las andanzas de Hernando Arias de Saavedra desde la Patagonia hasta la isla de Santa Catalina no son sino testimonio de lo que en planificación del transporte hoy se denominaría la accesibilidad desde Buenos Aires hacia su entorno. Se trata de una accesibilidad diferencial respecto a otras posiciones: basta la mera especulación acerca de otros puntos sobre un mapa para comprobarlo.
Este rol alcanza nitidez completa a partir de la paz de Utrecht que firman el Imperio Español e Inglaterra en 1712, que incluye entre sus cláusulas derechos comerciales en Buenos Aires para la segunda. Al ya desarrollado comercio de cueros se suma la circulación de mercancías desde y hacia el interior del Virreinato del Perú y la capitanía de Chile. Buenos Aires crece y tanto que Lima ya recelosa limita la concesión de prebendas desde la metrópoli. En resumen se trata del valor latente de la posición de Buenos Aires, contenida por las restricciones al comercio implementadas por un imperio ya incapaz de contener el avance de los ingleses sobre el mar.
1776 Desdoblamiento del Virreinato del Perú y rejerarquización de Buenos Aires. 1785 formalización administrativa de la consumada integración funcional del Cuyo a los países del Plata. Nada de esto es ajeno a la gravitación de Buenos Aires.
El desarrollo posterior de los acontecimientos históricos dio varias otras muestras de la importancia de Buenos Aires en el desarrollo territorial de la Argentina. Se trata ya de un doble peso estructural: la primacía consolidada espacial e históricamente, que podría entenderse como un determinismo en el menor sentido clásico del término: la asignación territorial de funciones que permaneció ante diversas circunstancias administrativas y estatales, con diferencias de grado manteniendo la esencia. Así se verifica la gravitación estructural del emplazamiento de Buenos Aires en la organización territorial del estado argentino. Aquí podría señalarse la inconsistencia del complejo "ferrocarril inglés" con el que tantas veces se ha explicado de forma ingenuamente monocausal el patrón espacial del poblamiento del país.
Hasta aquí se ha intentado verificar la inserción de la ciudad en el espacio a través de diferentes momentos. Generalmente, como bien lo señala Daus, este ha sido un tema tratado más bien desde la historia, centrando la atención sobre contingencias políticas, limitando la cuestión "Buenos Aires" a las circunstancias que vivieron determinados personajes de nuestra historia, omitiendo una probable incidencia de la propia estructura territorial.
Daus (1957) ha señalado el rol dentro del sistema urbano que cabe a Buenos Aires como capital, no hace falta rehacer lo que aún tiene vigencia por su grado de generalidad.
"El pulpo Porteño"
Establecido este análisis, se distinguen tres tipos de cuestiones sobre Buenos Aires que se plantean con frecuencia pero sin distinguirlas del todo:
1) La posición de la ciudad en el territorio ( sobre todo en asociación a la traumática cuestión de "el puerto")
2) Buenos aires como expresión de una concentración locacional de las actividades que nunca fue atenuada a través del planeamiento
3) El tamaño excesivo de la ciudad en detrimento de sus propias funciones ( ya en relación a temas internos de la ciudad como el transporte, la producción, etc.
El tema del puerto ha perdido vigencia con la aparición del transporte carretero, mucho más flexible, y con el emplazamiento de nuevas terminales marítimas extra-Río de la Plata. Aún así vale reconocer que si bien muchos tráficos no requieren pasar por Buenos Aires, esta ciudad maneja la casi totalidad de los tráficos contenerizados del país. Igualmente, la integración continental del MERCOSUR y el planteo de corredores de circulación multinacionales con acceso a puertos extranjeros derriba el misticismo portuario histórico sobre el que hasta no hace mucho se planteaba la cuestión "Buenos Aires".
Lo que sí vale la pena rescatar es el rol geopolítico de Buenos Aires, clave para la cohesión del extensísimo territorio Argentino.
Aquí cabe la comparación de tamaño de la Argentina con el de otros países de escala similar. Puede pensarse primero en las otras tres grandes llanuras templadas del mundo: La de los EEUU, La Rusa y la cuenca occidental de China. A diferencia de estas potencias, que han transitado una gestión activa del territorio, a laque se agrega una vocación clara al expansionismo (que es diferente), la Argentina ha manejado su patrimonio espacial de forma absolutamente pasiva, al punto de la famosa afirmación de uno de sus pensadores "el mal que aqueja al país es su extensión", algo quizás inaudito en los casos señalados. Salvo excepciones, como Juan Manuel de Rosas, Luis Piedra Buena, Roca y Francisco P. Moreno, y Agustín P. Justo, las distintas administraciones descansaron en la seguridad de un espacio demasiado extenso para los objetivos a mediano plazo que sucesivamente eran planteados. El ejemplo más gráfico y de mayor resonancia en el tiempo por sus consecuencias a largo plazo es el de la presidencia de Bernardino Rivadavia.
Buenos Aires actuó en diferentes momentos como contrapeso, reteniendo espacios a partir de la forzosa complementación funcional que quedaba constituida con las regiones ante la ausencia de centros alternativos de igual jerarquía.
Es decir que en términos de la gestión política, la escala territorial de la Argentina debe su supervivencia a la morfología de la extensísima planicie que significó una accesibilidad y conectividad diferencial para su centro geográfico, Buenos Aires. Y, por otro lado, a las dispersas iniciativas administrativas mencionadas, cuya efectividad, a pesar de su discontinuidad, es prueba de vinculación recíproca estructural del territorio argentino en términos de circulación potencial. Esa circulación potencial tiene su nodo en Buenos Aires, en las diferentes escalas espaciales de distancia y temporales de recurrencia, pero siempre en base a una organización diferencial respecto a otras entidades estatales. Es decir, no se trata de ponderar valores de distancias costo / tiempo en sí mismas. La estructura de la circulación ha sido siempre el índice de la organización significativa de áreas, y es por eso que Daus y otros antes acuden a su análisis a través del tiempo como verificación de la circulación potencial diferencial que sugiere el territorio. Esta consideración del espacio "natural" dista de ser una perspectiva Ratzeliana determinista, como últimamente se interpretó el pensamiento de Daus (Souto, 1993; Quintero Palacios, 1992; Barsky, 1999).
Ya hecha una aproximación a la configuración estructural del territorio por sobre la contingente, el factor espacial dado que incidiera fuertemente al comienzo en forma directa y luego a partir de su consolidación histórica a partir de su permanencia ( ya desarticuladas las condicionantes directas a través de la tecnología, específicamente la de los transportes), en un acto de geografía aplicada se verifica la incongruencia del planteo "del traslado de la capital" (cómo si la idea de capital se limitara al aparato administrativo federal). Pero esto ya corresponde al segundo punto de los tres señalados al comienzo.
3) HACIA UN REDISEÑO DEL FEDERALISMO FISCAL ARGENTINO
Por Marcelo Ensinck
Introducción
El debate sobre los cambios a introducir al esquema de federalismo fiscal y coparticipación impositiva vigente en la Argentina es uno de los más largos y recurrentes, lo que se refuerza considerando que la Constitución de 1994 dispone su reforma.
El Sistema Argentino en Perspectiva
Perspectiva Dimensional: El presupuesto del gobierno federal en Argentina oscila alrededor de los 45.000 millones de pesos. Algo más de una cuarta parte del mismo son transferencias por coparticipación. Si bien es claro que esta última en modo alguno abarca el esquema conjunto del federalismo fiscal argentino, no es menos cierto que el peso de las mismas, de entre 4 y 5% del producto, requiere una atención particular. De tal dimensión comparada surgen consideraciones de pertinencia fiscal y también de compatibilidad con un esquema que agregativamente y para ambos, o todos según se los defina, actores del sistema, debe poseer pertinencia macroeconómica.
Eso significa considerar la evolución de la dimensión financiera conjunta en un esquema global de distribución y potestades insito al federalismo fiscal argentino. En 1991, previo a la segunda transferencia relativamente reciente (las primeras lo fueron entre fines de la década de los setenta y principios de los ochenta) de servicios educativos y de salud a las provincias, el gobierno nacional había reducido su participación en los gastos totales al 55,6%, las provincias aparecían "ensanchadas" con un 35% y los municipios con un 8,7%.
Mientras tanto, una evolución contraria se producía del lado de los recursos: en el año 1991, antes incluso de las importantes modificaciones producidas entre 1992 y 1995, el 82% de la recaudación bruta total correspondía al gobierno nacional, un 14% a los gobiernos de provincias y el 4,1% a los niveles municipales. Excluyendo de esos guarismos los ingresos correspondientes a seguridad social, la participación de la Nación sería del 76,7%, quedando 18,1% para las provincias y 5,2% para los municipios. Si se consideran aisladamente los recursos incluidos en el sistema de coparticipación, en los tres años posteriores a 1991 se había producido una casi reversión de las proporciones previstas en la última legislación comprensiva del tema, concentrando la Nación un 60%, mientras las provincias absorbían un 40%.
Los cambios recientes
A partir de las reformas estructurales iniciadas en 1991, se redefinió por reducción la extensión funcional del nivel federal de gobierno por cese, transferencia o privatización de actividades otrora en su esfera. En tal proceso de transferencia que involucra principalmente a los gobiernos provinciales, no se tuvo el mismo énfasis en prolongar tal descentralización subsidiarista hacia el tercer nivel de gobierno, a saber los gobiernos municipales. Asimismo, se produjo la privatización del sistema de seguridad social nacional, que junto con la reducción gradual posterior de los impuestos al trabajo que lo financiaban representó de manera implícita la reforma más importante y condicionante al federalismo fiscal argentino de la etapa reciente. Los Pactos Fiscales convalidaron los principales cambios operados, en particular el financiamiento sustitutivo de la seguridad social, y se introdujeron asimismo en un terreno novedoso: pautaron reformas de los sistemas tributarios provinciales que modificaban el espectro de potestades tributarias relativas, sin certidumbre sobre la equivalencia recaudatoria entre los sustitutos previstos y el principal impuesto a eliminar.
En tal contexto se ha producido una nueva crisis en las finanzas provinciales expresada en el default de varias de ellas, una manifiesta ciclicidad en sus pautas fiscales y un comportamiento errático y divergente en cuanto a pautas de gestión fiscal y administración del endeudamiento.
Otros cambios sustantivos dimanan de la Nueva Constitución y algunas normas posteriores:
- Cobra validez constitucional la coparticipación, que no la poseía a pesar de su prolongada vigencia. La nueva carta omite otras alternativas de coordinación y federalismo fiscal.
- Se reconoce por la vía constitucional el principio de concurrencia de facultades de la Nación para imponer gravámenes indirectos en igualdad con las provincias.
- Se mantiene la separación parcial de fuentes entre los impuestos aduaneros, entendidos como exclusivamente nacionales, y los impuestos, a los que por vía directa o indirecta acceden la Nación y las Provincias.
- Se otorgó rango constitucional a las asignaciones específicas.
- Se produce la institucionalización del Organismo Fiscal Federal como eventual instrumento de control y mediación, como aparente sucesor de la vigente Comisión Federal de Impuestos.
- Adquiere rango constitucional el principio correspondencia y vinculación entre las responsabilidades en materia de prestación de servicios y funciones por parte de los miembros del sistema de coordinación financiera y fiscal, con los recursos previstos par su satisfacción.
- Adicionalmente, se congeló, al menos nominalmente, cualquier alteración en la distribución de competencias recíprocas y recursos sin la aprobación de las provincias, hasta tanto se sancione un nuevo régimen de coparticipación.
- Se ha transformado el proceso del federalismo argentino, mediante dos innovaciones de significación: se sujetan las reformas al régimen a acuerdos previos Nación-Provincias y se coloca al Senado como Cámara de origen para la legislación respectiva.
Los acontecimientos ocurridos a partir de 1995 han consistido en reformas parciales que no pudieron cumplir con el espíritu de los convencionales y han prolongado con modificaciones, esencialmente vinculadas al financiamiento de la seguridad social, una suerte de status-quo que agrega una fragmentación creciente del régimen general de coparticipación y que le otorgan una estructura laberíntica y compleja, que impone su transformación.
Ensayo de Valoración del Caso Argentino
Actualmente, Argentina es un país con una acentuada descentralización de gastos, que no presenta condicionalidades en sus transferencias a gobiernos subnacionales y un alto grado de autonomía para ejercitar endeudamiento -al menos interno- por tales niveles.
Argentina se aproxima del lado de los recursos al modelo normativo de federalismo fiscal, con asignación de los impuestos de base ancha al gobierno federal. La base de dicho modelo se encuentra en el fallo de mercado, que ha de ser subsanado mediante una serie de intervenciones públicas que parten del principio altruista de política pública, concorde a lo cual cabe adoptar una postura prescriptiva de división de funciones y recursos entre los diversos niveles de gobierno en donde la descentralización es factible esencialmente en la función o rama asignativa del presupuesto, no siendo aconsejable descentralizar los roles redistributivos ni de estabilización. A su vez, por razones de eficiencia administrativa y economías de escala en la recaudación, tal encuadre prescriptivo termina recomendando la asignación de los grandes impuestos de base ancha o móvil al gobierno central, sugiriendo que los de bases fijas y geográficamente divisibles queden en la órbita de los niveles regionales y locales. La consecuencia es un planteo centralista con un fuerte desbalance fiscal vertical a cubrir por transferencias del nivel excedentario de recursos. Lógicamente, los requisitos a reunir por las transferencias ocupan un vasto espacio en el mismo.
Otra característica del esquema actual argentino es que se han descentralizado funciones y gastos hacia provincias -no extendiéndola todavía al ámbito municipal-, que se ha plasmado en un desequilibrio fiscal vertical relevante, con pérdida de la denominada corresponsabilidad fiscal, y ha potenciado una separación acentuada entre las decisiones de recaudar y gastar, incentivando procesos de uso (1)mancomunado de recursos y la emergencia de ilusión tributaria que hace invisible a los contribuyentes de las mismas regiones las eventuales tendencias a la expansión del gasto y su conexión con los costos asumidos para su consecución.
En resumen el esquema argentino ha evolucionado hacia una elevada centralización en materia de recursos y una importante descentralización en el costado del gasto. La coparticipación abarca alrededor de los dos tercios de las transferencias que por distintos mecanismos fluyen a los niveles intermedios. También es característico el carácter centralista de las facultades legislativas en materia impositiva, que concluyen con un desequilibrio claro a favor del nivel nacional. Esta característica nos acerca al modelo germánico de federalismo fiscal en el cual la responsabilidad administrativa (o ejecutiva) comúnmente suele no coincidir con la autoridad legislativa, siendo aquélla asignada constitucionalmente a las unidades constituyentes (cantones, lander, estados). Esto faculta al gobierno federal o central a sancionar una legislación considerablemente uniforme, cuya implementación se deja en manos de los gobiernos regionales acorde a las circunstancias de tales regiones.
En Argentina tiene una creciente importancia el rol funcional y de gasto de las unidades subnacionales padeciendo un desbalance fiscal vertical.
En lo esencial, las potestades tributarias provinciales están reducidas a un limitado gravamen sobre los ingresos por transacciones brutas con efecto de cascada y otros sobre la propiedad inmueble o vehicular como rubros principales. La reforma tributaria provincial es uno de los aspectos visceralmente ligados a la viabilidad de reformas en el régimen de coparticipación.
En lo que hace al énfasis redistributivo, en Argentina no se utilizan mecanismos donde la "igualación" sea de capacidad fiscal y se adopten fórmulas que partan de la adopción de un sistema tributario representativo. Debe distinguirse entre redistribución personal de ingresos a través del mecanismo fiscal de lo que constituye redistribución regional más allá de que implique plasmar el razonable temor argentino de que ello aliente redistribuciones desde pobres de provincias ricas hacia ricos de provincias pobres.
Aludiendo a la redistribución regional u objetivo de solidaridad, no puede obviarse la existencia de preocupaciones razonables en torno a suponer que la redistribución implícita en el reparto secundario del régimen de coparticipación ha alcanzado un límite y que si bien el mismo puede ser alterado por el gasto federal diferencial en provincias u otros instrumentos de política, la eficiencia global de la Federación podría estar siendo afectada.
Más allá de problemas tales como el uso de recursos de propiedad común o generación de (2)efecto adhesión y considerando que la coparticipación ha reducido su significación para dar espacio a transferencias específicas o condicionadas, manteniendo su carácter de principal mecanismo de distribución de fondos entre la Nación y las Provincias, no obedece actualmente a pautas objetivas. Los cambios sufridos en la etapa inmediata han consolidado un sistema de extremada complejidad que como mínimo resulta laberíntico, lo que a su vez lo hace abstruso, sinuoso, poco evaluable o auditable y escasamente transparente de cara a la gestión de diseño y toma de decisiones y por supuesto ante los ciudadanos-votantes.
Cuando todavía hay importantes funciones no descentralizadas, independientemente de que hay otras que ningún nivel desempeña y donde queda espacio muy claro para descentralizaciones hacia el tercer nivel de gobierno, como los municipios, resulta obvio que un desarrollo enfático o una aplicación más intensa del principio de (3)subsidiariedad, constituyen una trayectoria a cubrir. Hay un espacio para descentralizar, tanto para las descentralizaciones de segundo nivel (hacia las provincias) como para las de tercer nivel (hacia los municipios), que comprendan al mismo tiempo recursos y funciones en el marco de un nuevo modelo para los niveles intermedios y locales.
En cuanto a las instituciones Argentina no ha conformado y fortalecido a lo largo del tiempo una institución de rango técnico y consultivo o mecanismos pautados de acceso al financiamiento. Tampoco ha instrumentado mecanismos que atiendan al objetivo de pertinencia macroeconómica y fiscal que involucren al gobierno nacional y a los gobiernos provinciales. Tampoco se ha incursionado en diseños institucionales que atiendan a problemas se simetría o asimetría, no explorando asimismo interconexiones posibles a nivel de los actores del federalismo argentino.
Lineamientos para un nuevo Federalismo Fiscal en Argentina
Como principal objetivo se debe rediseñar el esquema del federalismo fiscal en torno a un nuevo sistema de coparticipación de impuestos.
En el rediseño emergen aspectos que requieren tratamiento. Una cuestión central es la necesidad de terminar con una distribución secundaria apoyada en una fórmula de base legislativa, pasando a un reparto sustentado en indicadores de carácter objetivo y como tales, de conformación explícita.
Un segundo aspecto que emana por exigencia constitucional, es la puesta en marcha de un Órgano Fiscal Federal, en su diseño se le debe otorgar fortaleza técnica para la revisión y actualización de criterios objetivos de reparto.
Un tercer aspecto sería la reforma de instituciones órgano : 1) auténtica federalización de la actualmente denominada Administración Federal de Ingresos Públicos; un paso cualitativo hacia el entrelazamiento del federalismo argentino consistiría en dar participación en el ente, de manera ejecutiva o consultiva, a representantes de las provincias. 2) inserción o contemplación del objetivo de integración regional mediante la sustitución del actual y discrecional Fondo de Aportes del Tesoro Nacional, por un Fondo para el Desarrollo Regional, con una estructura de conducción donde participen los dos primeros niveles de gobierno. 3) necesidad de arbitrar una solución orgánica para la gestión del eventual acceso al crédito y el endeudamiento por parte de los actores. 4) debe arbitrarse la existencia de un mecanismo, al menos consultivo, que siguiendo el modelo germánico, permita coordinar y articular la política macroeconómica del gobierno federal, como responsable principal, con las adoptadas por los niveles subnacionales. En tal sentido se postula un Consejo o Comité Federal de Coordinación Económico Fiscal que viabilice esta pauta.
Un cuarto aspecto sería la reforma de las instituciones-norma que fortalecen, como las anteriores, un mejor funcionamiento y potencien la pertinencia macroeconómica del esquema, generando nuevos acuerdos intergubernamentales habilitados por la Constitución (más vulgarmente nuevos Pactos Federal-Fiscales) que contemplen al menos dos órdenes de temas: a) generación de una suerte de "Maastricht interno" donde siguiendo experiencias como la europea, en general, y Suiza, en particular, se establezca una limitación de los fiscos integrantes de la federación en términos de tope máximo y temporal para los déficits y paralelamente topes máximos en términos de alguna variable macro de referencia para la deuda global, cuando ello fuere compatible con lo ya dispuesto por las constituciones provinciales. b) Fortalecimiento de la buena conducta fiscal de los actores imponiendo, al igual que en el nivel federal, que las provincias elaboren Presupuestos Plurianuales.
Un quinto aspecto implicaría considerar la contemplación de asimetrías en el federalismo, que deberían ser objeto de una muy prudente concepción, de cara a consolidar y afirmar la "unión económica" futura y no a alentar conductas diaspóricas en el ámbito de la federación. En particular se debe tener en cuenta la asimetría política que deriva del de la población y capacidad económica del Aglomerado del Gran Buenos Aires respecto al resto del país.
4) LA REGIÓN COMO INSTRUMENTO DE DESARROLLO
por Ezequiel Beer
El desarrollo de la actividad económica en sus fases de inversión, producción, consumo e intercambio debería considerar a las regiones como un instrumento esencial a fin de materializar resultados que permitan generar un desarrollo económico tanto a corto como a largo plazo.
Como bien afirma Nicolás Boscovich(**) ( 1992) " nuestro país cuenta con un vasto territorio, con recursos de significación y zonas con extensos vacíos geoeconómicos y poblacionales, y una de las más amplias plataformas continentales del planeta - equivalente a la tercera parte de la superficie emergida del territorio nacional - con riquezas subutilizadas"; pero es necesario aclarar que existen ciertos condicionamientos frutos del deterioro de los sistemas ambientales y ecológicos y de consideraciones con respecto a la soberanía de dichos recursos.
La política económica debería hallarse caracterizada en primer lugar por una prevalecencia inmediata del mercado interno argentino concordante con el intercambio comercial de los países suscritos a los tratados de comercio del Mercosur, potencializando los sectores y recursos estratégicos de cada una de las regiones argentinas.
Las exportaciones de los países mas desarrollados se hallan alrededor del 8 al 12% de sus productos, de allí surge la importancia que presenta el aumento de los niveles de exportación al mercado regional.
Las cifras generadas por la Organización Mundial de Comercio indican que el comercio intrabloque tuvo una evolución positiva pues:
-las exportaciones intrabloque para el año 1990 eran del orden del 8,9%; para el año 2000 representaron el 20,9% del total.
- las importaciones intrabloque para el año 1990 a los países miembros eran del orden del 14,5%; para el año 2000 representaron el 20,1% del total. Bajo esta perspectiva, debemos destacar que las actuales condiciones de los mercados externos tanto, la Comunidad Económica Europea como así también los Estados Unidos, se caracterizan por presentar fuertes barreras arancelarias y pujas comerciales en pos del predominio del mercado mundial que no se encuentran ajenas a las posibilidades de desarrollo tanto de nuestro país como de la región del Cono Sur.
Prueba de ello es la reciente reestructuración de la política agrícola en la Unión Europea, con el recorte de un 20 % en los subsidios que entregara a los productores agropecuarios a partir del año 2004.
Esto último también debe ser considerado como una modificación que no alterara esencialmente las bases del fuerte proteccionismo europeo, cuyo efecto inmediato es una sobreoferta en el mercado mundial que deprime los precios internacionales de los commodities.
Es por ello necesario efectuar un diagnóstico actualizado de las posibilidades de concatenación de las actividades económicas de cada una de las regiones, a través de políticas activas en la generación de pequeñas y medianas empresas y de agencias de fomento para dicho fin - tanto a nivel provincial como municipal-, la re-funcionalización de las distintas zonas francas provinciales a partir de su utilización como grandes centros logísticos, efecto directo de sus condiciones específicas de localización.
La finalización y proyección de obras publicas debe ser también un aspecto esencial en la consideración de la región como un instrumento de desarrollo, tales como el ferrocarril Trasandino del Sur que unirá Zapala (Neuquen) con Lonquimay ( Chile) y el Transpatagónico, la finalización del paso Internacional Yama y la pavimentación completa de la ruta nacional Nro 40.
Las experiencias internacionales en relación a los procesos de regionalización e integración económica indican que los Estados Nacionales constituyen fondos comunes de compensación cuyo fin es la transferencia de recursos a aquellas regiones mas desfavorecidas y postergadas, fruto del crecimiento asimétrico de cada una de las regiones.
La Unión Europea a través de los llamados " Fondos Estructurales " asignará para el período 2000-2006 unos 195.000 millones de euros con el objeto de disminuir el constante grado de disparidad regional entre las 10 regiones más ricas y las 10 regiones más pobres.
Estos fondos son asignados pro el Consejo y el Parlamento Europeo e intervienen únicamente como complemento de las financiaciones nacionales o regionales de los estados. Se dividen en cuatro tipologías especificas, a saber;
-El Fondo Europeo de Desarrollo Regional ( FEDER), destinado en particular a las inversiones productivas, las infraestructuras y el desarrollo de las PYMES;
-La sección de Orientación del Fondo Europeo de Orientación y de Garantía Agrícola ( FEOGA-O), destinado a la adaptación de las estructuras agrícolas y el desarrollo rural;
-El Fondo Social Europeo (FSE), destinado a la promoción del empleo;
-El Instrumento Financiero de Orientación de la Pesca, especifico del sector.
Para el caso de nuestro país una re- definición de los mecanismos fiscales tanto en el origen de la captación como en la distribución de los recursos monetarios en el marco de políticas anteriormente descriptas, generarían como resultado un desarrollo alentador en el corto plazo gracias al aumento de la actividad económica.
Ante dicho superavit fiscal la concreción de fondos de desarrollo regional sería un instrumento económico adecuado, contando para ello con un organismo de contralor oficial tal como la Sindicatura General de la Nación, que a través de la verificación in situ y de la evaluación de la evolución de indicadores construidos a tal fin auditaría los recursos invertidos.
5) REFORMA POLÍTICA, REGIONALIZACIÓN Y DESARROLLO
Por Lic. Francisco Cafiero y Lic. Guillermo Rodríguez
Es importante destacar que la actual crisis de representación no es un fenómeno exclusivo de Argentina. Sin embargo, la confluencia de distintos factores como son la depresión económica, la crisis estructural etc, potencian exponencialmente sus repercusiones en el sistema político.
También es importante destacar que toda reforma del sistema político o reforma de la política debe tener en cuenta la eficiencia (4) en el gasto pero debe hacer especial hincapié en la eficacia del mismo. De tal forma, la eficiencia será necesaria pero de ninguna manera suficiente para plantear un modelo de desarrollo ya que el mismo es consecuencia de múltiples factores entre los que se encuentran como determinantes, las "reglas del juego"(5) que justamente- podría decirse tiene relación directa con la eficacia del sistema político.
Aclarado el foco del presente apartado, es posible hacer una distinción básica de los ámbitos que -creemos- permitirían abordar la cuestión de reforma política. Estos son: representación y gestión.
La distribución poblacional y las reglas electorales, son datos de partida para analizar la representación política. Analizando la situación argentina se podría afirmar que a nivel nacional tiene una marcada sobrerepresentación de los pequeños estados(6) (en lo que hace a su población); en cuanto al nivel sub -nacional, territorios donde la presencia del Estado Nación es más difusa(7) por el sesgo mayoritario de sus sistemas electorales que conforman mayorías muy estables.
A odo de ejemplo de lo anteriormente expresado, se puede mencionar la diferencia en la cantidad de votos necesaria para la elección de un diputado nacional según que provincia sea(8), o las circunscripciones uninominales que rigen la elección de senadores provinciales en Salta.
Volviendo al foco del presente apartado, la discusión central de la reforma política se centra -creemos- solo en la eficiencia del Estado Nación y los Estados Subnacionales (9) y no en reconstruir una representación. La eficacia del Estado en cuanto a representación, se podría medir en la capacidad de consensuar un proyecto de desarrollo nacional que por definición no puede excluir a las regiones y su desarrollo sustentable, ni tampoco a su población que conforma el significado de "Nación".
La definición del problema a resolver con la reforma política como una cuestión de costos ha llevado a instalar como eje central de la agenda social temas como la llamada "lista sábana" y la disminución en la cantidad de representantes. A fin de intentar contribuir con la construcción de dicha agenda quisiéramos mencionar que:
- De las 24 provincias, la mitad elige a 2 o 3 diputados nacionales por turno con lo cual valdría revisar el significado de "lista sábana", o al menos reducirlo a aquellas provincias (cuatro) que eligen mas de 8 cargos por elección.(10)
- La magnitud de las circunscripciones (cantidad de bancadas a repartir) y la proporcionalidad de los sistemas electorales están íntimamente ligados. Esto significa que si la pretensión es dotar al sistema de mayor representatividad / proporcionalidad, nos surge la duda si la vía de reducción de escaños es la más apropiada. Como ejemplo simplificado, la unión de dos provincias iguales con la reducción a la mitad de representantes totales, haría necesario para el logro de un escaño el doble porcentual de votos.(11)
Con más dudas que certezas nos aventuramos a imaginar una situación de reforma deseable que reconstruya la representación en base a un sistema mas proporcional y con menor sesgo mayoritario. La regionalización, sea el caso como unión o bien como redistribución de las divisiones político administrativas, es un ítem a tener en cuenta junto con la cantidad de representantes al momento de hacer un sistema más proporcional. Asimismo una mayor injerencia de la ciudadanía al momento de elegir haciéndolo por medio de tachas o preferencias, permitiría una mejora cualitativa de la representación. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cualquier cambio de este tipo va unido indisolublemente a una mayor educación cívica y su dimensión temporal.
En cuanto a los parlamentos regionales, insertos en la misma lógica anterior de redistribución político-administrativa, tienen la cualidad de la cercanía al territorio que es donde en verdad existen o no los modelos de desarrollo. El planteo consensuado de un modelo de desarrollo regional hace necesaria la representación tanto del interés regional en su conjunto, como así también de representación subregional de los pequeños polos de desarrollo que justamente pueden ser potenciados o aplastados por las reglas de juego que institucionalizan los representantes. A esta altura es necesario plantear, como hipótesis, un "sistema mixto"(12) que pondere proporcionalidad y mayoría en el sistema electoral, incluyéndose además posibilidad de revocatoria en los representantes elegidos en forma uninominal.
En lo que hace a gestión, sin dudas la injerencia que tiene en los costos la superposición de jurisdicciones y actividades por parte de distintas agencias y poderes de los tres ámbitos hace necesario un análisis y reformulación. En el ámbito del desarrollo regional, la experiencia parecería indicar que existen factores que potencian el desarrollo. Estos factores entrelazados tienen que ver con la densidad institucional; la generación de conocimiento y su difusión; coordinación entre éste y la producción, una organización productiva flexible.(13)
Sin embargo, nada de esto es posible sin un sistema realmente representativo, proporcional al interior y por sobre las regiones.
En tal sentido la reforma política para una gestión que fomente el desarrollo deberá delimitar un nuevo mapa de responsabilidades entre los tres niveles. Un Estado Nacional que garantice un contexto estable y predecible, que permita tener la perspectiva de complementariedad entre cada una de las regiones. Complementariedad y a la vez potencialidad, basada en los diversos recursos naturales y humanos. Garante de un piso mínimo y universal. Regiones dinamizadoras de las producciones territoriales, generadoras de economías de escala, agilizadoras institucionales de los procesos de agregación de valor.
Territorios o microregiones con liderazgo fuertes tanto en la esfera pública como privada; que permita la gestión asociada entre sectores; facilitadores de la complementariedad entre conocimiento y producción. Que construya la confianza para el desarrollo endógeno desde ese Estado que tiene la peculiaridad de estar mas cerca de lo público, insertado en el hábitat de lo que le da sentido a todo esto: la dimensión humana.
Como ya se ha señalado en la introducción, concebimos a las regiones necesariamente autosustentables, es decir capaces de retener y desarrollar económica y socialmente a sus pobladores e incluso atraer población cuando eso contribuye a los altos Intereses Nacionales.
En tal sentido sostenemos, al menos como un disparador de hipótesis, que el nuevo mapa de responsabilidad y de representatividad política deben estar orientados por un lado al desarrollo desde el territorio y por otro a una visión estratégica nacional. Abordado por donde sea, el tema lleva inequívocamente al concepto de desarrollo: porque desde lo Nacional, geopolíticamente el desarrollo de los recursos es la mejor forma de preservarlos; desde lo territorial, porque las cualidades distintivas de los recursos permite desarrollar nichos en un mundo cada vez mas diversificado y es donde por medio de la interacción humana se producen la mayor variedad de bienes (públicos, privados, materiales, inmateriales).
Asimismo planteamos como hipótesis a investigar, que el mayor desarrollo económico de las regiones traería consigo algún tipo de migración producto de la de las posibilidades de progreso social, económico y cultural. Esta consecuencia -especulamos saludable- permitiría a mediano o largo plazo tener una distribución poblacional no homogénea, pero al menos balanceada y con mas de un centro de atracción nacional con carácter de interdependientes. Esto redundaría en una mejor representación de los intereses de las regiones potenciándolos en el concepto de Nación.
6) ALGUNOS EJEMPLOS DE REGIONALIZACIÓN
por Prof. Roberto Domínguez, Lic. Patricio Barbini y Marta Fohs
En Europa:
La igualdad estructural de las regiones es muy difícil de lograr: hay regiones dentro de los países que son en realidad naciones que por diferentes circunstancias no han logrado convertirse en estados, pero que tienen fuerte presencia dentro de los estados miembros de la UE.
En los inicios de las Comunidades Europeas, solo un país era verdaderamente descentralizado legislativamente, Alemania. Pero en 30 años hubo cambios notables en Bélgica, España, e Italia. Se promulgó la "devolution" en el Reino Unido(otorgar mayor autonomía a Gales, Escocia e Irlanda del Norte, acompañado de una reforma al Parlamento).
Europa fue asumiendo la realidad regional como parte de un proceso de respetar el proceso de decisiones internas de los estados. Hoy en la UE hay un Comité de las Regiones y un Congreso de las Regiones en el Consejo de Europa.
Entre los años '70 y '80 se impone volver al sentido original del término regere: dominar; de donde proviene regir, régimen, región.
Analizando algunos países europeos encontramos que en Francia hay 22 regiones,15 en España, 20 en Italia.
-Algunas generalmente toman un sentido histórico para definirse (Alsacia, Piemonte, País de Gales);
-Otras pueden corresponder a una zona de influencia de una gran ciudad (Lyon en Rhòne-Alpes, el South-Est en Inglaterra);
-O creadas para definir una zona de mucha importancia (Ile de France en los alrededores de Paris)
-En algunos casos a identificación las empuja a resaltar su autonomía o su diferencia(Cataluña, Escocia, Córcega)lo que las lleva a pensar en la independencia. Aquí pesa mas el concepto de nación que el de región.
Hoy pueden ser consideradas como un contrapoder destinado a limitar la presión del Estado.
Francia:
En este país son organizadas por la ley del 2/3/1982, pero traía antecedentes desde la concepción de región de Vidal de la Blache quien a principios de siglo XX ideó una regionalización de bases naturales. En 1955 se adelanta cuando comienzan a reagruparse departamentos bajo el mando de un prefecto.
En 1964 hay un nuevo intento con la creación del CODER(Comisión de Desarrollo Regional), pero hay que esperar hasta la presidencia de G. Pompidou quien en 1972 reconoce las personas jurídicas cuya misión es desarrollar económica y socialmente las regiones.
La denominación y delimitación de la región se apoya en topónimos preferentemente geográficos, por considerarlos más "neutros", que los históricos que podrían alentar mayor autonomía. Así una región se llama Ródano-Alpes; y el departamento donde se halla ubicada Marsella, Bocas del Ródano. Los límites que se fijaron para la región son los que ya traían los departamentos, ya que fue considerado un problema político serio modificarlos.
Ante la incorporación a la Unión Europea se tendrá que hacer una nueva reforma regional, mas reducida (como en España) pero seguramente se seguirán usando los limites departamentales.
El Poder Ejecutivo lo ejerce un Prefecto que conserva la dirección de los servicios descentralizados del estado y control administrativo.
El Consejo regional es elegido por sufragio universal y el número de sus miembros es proporcional al número de habitantes. Este consejo dura 6 años y es dirigido por un Presidente.
La región tiene capacidad de actuar en el ordenamiento territorial, dirige la formación profesional, la educación especial y pública; le competen los puertos fluviales y el cuidado de las zonas costeras.
Tiene recursos propios salidos de las tasas que antes percibía el estado, como los permisos de conducir, impuestos a la tierra y a las transacciones inmobiliarias.
Pero a pesar de ser una pieza maestra en la descentralización, creada para equilibrar el peso excesivo del Estado, la autoridad de la región es débil, a pesar de la elección a Consejeros Regionales y la existencia de un poder local.
España:
La Constitución de 1978 reconoce el derecho de autonomía de las nacionalidades y regiones que integran la nación española. Así encontramos 18 regiones formadas por diversa cantidad de provincias, y que a lo largo de estos años de democracia han fortalecido su autonomía en diferentes ámbitos. Son conocidos los esfuerzos por imponer el idioma local en las escuelas, en la administración publica y hasta para rendir los exámenes de las oposiciones en las Universidades para lograr una cátedra.
El poder ejecutivo lo ejerce una persona que puede variar de nombre según la región o comunidad (Presidente de la Junta en Galicia, lehendakari en el País vasco, presidente en Cataluña). En algunos casos como la Comunidad de Madrid (de una sola provincia) tuvo que ir modificando las atribuciones que se le habían otorgado, para lograr mayores controles en asuntos de educación, policía etc.
Italia:
En este país existen 20 regiones administrativas, divididas en 95 provincias y 8102 comunidades. De esas regiones, 5 tienen un status especial: Friuli-Venezia -Giulia; Cerdeña; Sicilia; Trentino - Alto Adige; y Valle de Aosta.
Esto se debe a su ubicación en los bordes del país y a una antigua situación de territorios bajo influencia de otros países y composición social diversa que el resto del país.
Haciendo una división más simple, en Italia se habla de:
- Norte: Emilia-Romagna, Friuli, Liguria, Lombardía, Piemonte,Trentino y Val de Aosta.
- Centro: Abruzzo, Lazio, Marcas, Toscana, Umbría.
- Sur: Basilicata, Calabria, Campania, Molise, Puglia, Cerdeña, Sicilia.
Regiones y provincias autónomas son estructuras en modo similar en cuanto a organización, difieren en cuanto a modo de elegir organizaciones estatutarias.
Para entender como funciona este sistema, damos un ejemplo. Val de Aosta tiene una sola provincia Aosta, y Aosta tiene un prefecto, pero no tiene Consejo Provincial ni presidente de la Provincia. El motivo es que estos dos organismos administrativos harían lo mismo que el Consejo Regional y el Presidente de la Región.
El Presidente de la República es elegido por una Asamblea formada por miembros de la Cámara de Diputados y Senadores, y por 3 representantes de cada región.
Bélgica:
El estado federal belga comprende 3 regiones distintivas por su cultura: flamenca, Bruselas-Capital y región valona. En la reforma de 1980 los flamencos y valones lograron su Consejo y gobierno. Bruselas -Capital lo logró entre1988-1989
La población elige cada 5 años miembros del Consejo Regional, y cada región tiene un Poder legislativo y Ejecutivo.
Las competencias de las regiones son en sentido extenso: económicas, de empleo, política de las aguas, alquileres, energía, transporte, urbanismo, comercio exterior etc. Y el Senado nacional esta integrado en forma proporcional entre los hablantes franceses, los hablantes nederlandeses y los germanófonos.
Alemania:
Tal vez sea el mejor ejemplo de sistema federal con el poder descentralizado en los" länder" muchos de los cuales traen una considerable historia previa como reinos o ducados independientes, unidos especialmente desde la instauración del Imperio en 1870(vale mencionar Baviera o Brandenburgo).A diferencia de Francia donde el corte regional es una decisión del poder central a fin de ensayar un equilibrio entre las provincias y la región parisina, en Alemania ya antes de la unificación y completado con la misma, los länder tienen bastante autonomía de gestión ejecutiva y legislativa.
En América del Sur:
El caso paradigmático lo muestra Chile. La primera regionalización sale del proyecto de la dictadura de 1974, presentado por la CONARA(Comisión Nacional de Reforma Administrativa). Allí se habla de 13 regiones y se tiene en cuenta el equilibrio entre aprovechamiento de recursos naturales, distribución de la población y seguridad nacional. También en la participación de la población en la definición de su "destino". La descentralización económica evitando la concentración de actividades en algunas zonas en detrimento de otras.
Según la Ley 19 175 modificada el 3/3/1993,las regiones tienen un gobierno presidido por un Intendente, que es el representante inmediato del Presidente de la república. Es nombrado por este y dura según su tarea y la confianza que le tengan. Debe velar por el orden público, informar permanentemente al Presidente de lo que ocurra en la región. Además le compete la elaboración de las políticas de desarrollo económico y social. Residirá en la capital de la región o de la provincia.
En cada provincia existe un gobernador nombrado y removido por el presidente. Cumple con lo dictaminado por el Intendente, y en algunos casos hasta es similar. Tiene algunas atribuciones especiales como vigilar los bienes del estado, autorizar las reuniones en lugares públicos avisando a los Carabineros, izar y arriar la bandera.
En algunas localidades aisladas o por casos especiales el gobernador designa un delegado, que deberá ser un ciudadano con derecho a voto, que trabajará ad-honorem y si ya fuera funcionario publico, trabajaría en comisión de servicios.
El gobierno Regional se completa con los consejeros elegidos por los concejales de la región reunidos en Colegio Electoral, según el siguiente detalle:
2 consejeros por provincia(sin importar el número de habitantes)
10 consejeros en región hasta un millón de habitantes
14 consejeros en región con mas de un millón de habitantes(según el último censo realizado en el país)
El Consejero dura 4 años, no puede tener otro cargo en la administración publica, y cobra según su asistencia a las sesiones. Una de sus funciones más importantes es el control del Intendente, pudiendo pedirle rendición de cuentas.
El gobernador trabaja con un Consejo económico y social provincial formado por 24 miembros de diferentes sectores de la población(todos ellos ad-honorem):
8 elegidos por la s entidades laborales
8 por los empresarios
3 por los organismos culturales
3 por las asociaciones de profesionales
2 por organizaciones privadas de la producción, investigación etc.
Por ultimo cabe destacar que el Gobierno regional es auxiliar del Intendente, integrado por gobernadores y secretarios de región.
Venezuela:
Encontramos que hay un decreto del 8/1/1980 que crea 9 regiones administrativas a saber
Región Capital; Central; de los Llanos; Centro-Occidental; Zuliana; de los Andes; Noroccidental; Insular; y Guayanas.
Brasil
Las grandes regiones clasificadas por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística son:
Norte; Nordeste; Sudeste, Sur; Centro-Oeste.
Hay muchos desequilibrios entre ellas como consecuencia del desarrollo industrial más o menos importante al que han llegado. Así el Sur y el Sudeste van a la vanguardia, mientras que el Nordeste siendo la segunda región en población, tiene un gran atraso económico.
El Centro-Oeste inicia su crecimiento con la fundación de Brasilia y la extensión de las carreteras hacia el litoral que permiten insertarlo en los mercados.
El Norte formado en su mayoría por la cuenca del Amazonas, es un vacío demográfico solo ocupado en las cercanías de las grandes autorutas que atraviesan la región.
Aparentemente estas regiones son solo divisiones del país sin verdadero poder mas allá del que cada Estado tiene asignado por la Constitución.
En Argentina
Las posibles formas de intervención en economía regional, han sido objeto de debate, durante los últimos 50 años por distintas disciplinas de las ciencias sociales, como por ejemplo, economistas, geógrafos, arquitectos, urbanistas, sociólogos, politólogos entre otros.
"En general, los supuestos del pensamiento regionalista se basan en la superioridad de los intereses de una región sobre la indivisibilidad del interés nacional; los objetivos planteados tienen que ver en gran medida con la localización de nuevas actividades económicas, como recurso para aumentar el producto regional y con la oferta de empleos independientemente de una estrategia nacional de distribución espacial de la actividad productiva del país"(14).
En nuestro país existe un sin número de divisiones regionales realizadas para fines públicos o privados determinados, por ejemplo, la del Poder Judicial y de la Justicia Federal, en la que cada división recibe el nombre de jurisdicción, la de la Cámara Electoral, que a cada división la denomina Sección, la de la Curia, que las llama Circunscripciones Eclesiásticas, para el Correo son consideradas como Regiones Postales.
En virtud de lo expuesto, decidimos analizar aquí sólo tres regionalizaciones geoeconómicas, por considerarlas fundamentales para alcanzar un desarrollo equitativo federal. Ellas, son:
- La regionalización propuesta por el Profesor Federico A. Daus
- La regionalización propuesta por el Consejo Federal de Inversiones (CFI)
- La regionalización efectiva del Consejo Nacional de Desarrollo (CONADE)
* Nota: como en todo grupo de reflexión filosófica, político y cultural, las opiniones no siempre son coincidentes o tienen el mismo énfasis. De ahí que los distintos capítulos de este trabajo estén firmados por los autores respectivos de manera que cada autor se comprometa con el tema específico desarrollado. De todas maneras, hay en todos los integrantes de este Grupo de Reflexión Geopolítica una misma pasión nacional y un arraigado compromiso con la cultura y la ciencia argentina.
** Boscovich, Nicolás: "Las regiones en una estrategia para el desarrollo argentino"; en Geopolítica Nro 45, Año 18, 1992.
- Comisión Europea, Dirección General de Política Regional: "La gestión de los Fondos Estructurales, clave para el desarrollo de la Unión", mayo 2000.
- Suplemento Comercio Exterior, Diario La Nación 25/06/02.
1. Esto ha sido aludido como opción entre pollo y los langostinos en un menú que se paga colectivamente y donde el que elige austeramente redistribuye hacia los más golosos. La tendencia es hacia el gasto en langostinos.
2. Se alude a la conocida postulación según la cual el gasto tiende a adherirse o a fijarse allí donde se posan o asignan las transferencias.
3. Principio de Subsidiariedad: postula que las competencias deben asignarse al nivel local de gobierno y pueden ser transferidas al nivel federal sólo en el caso en que el nivel inferior no esté en condiciones de proveer un servicio "eficientemente".
4. Con el objetivo de aclarar los conceptos se puede citar que: "los indicadores de eficiencia miden si es adecuada la relación existente entre la prestación de los servicios y los recursos utilizados"; en cuanto a eficacia, "hace referencia a la realización de objetivos" consiste en medir la capacidad que tiene la organización para actuar". Citado de: López Camps, Jordi y Gadea Carrera, Albert; El control de la gestión local; Escola d'Administració Pública de Catalunya; Barcelona, 1990.
5. Por el estudio de las reglas de juego y el desempeño económico, Douglass North obtuvo el Premio Novel de economía en el año 1993. Para más datos referidos a la relación entre éstos factores ver: North Douglass C.; Instituciones, cambio institucional y desempeño Económico; FCE/ Economía Contemporánea; Santiago de Chile, 1995
6. Para más datos ver: Abal Medina, Juan M. y Calvo, Ernesto, (comp.); El federalismo electoral argentino; INAP (Instituto Nacional de la Administración Pública; Buenos Aires, 2001.
7. La penetración difusa o diferenciada territorialmente la analiza Guillermo O'Donnell y se pregunta: "¿Qué ocurre cuando la efectividad de la ley se extiende muy irregularmente por el territorio y las relaciones sociales que, según se supone, debe regular? ¿Qué tipo de estado es éste?. En ésta situaciones estados ineficaces coexisten con esferas de poder autónomas y con base territorial son sistemas de poder privado". Citado de: O'Donnell, Guillermo; "Estado, Democratización y problemas conceptuales"; en Revista Desarrollo Económico, Vol. 33, Nro: 130; Buenos Aires, julio-setiembre 1993.
8. Para la obtención de un Diputado Nacional en la provincia de Buenos Aires son necesarios 358.000 votos; para Tierra del Fuego 14.000.
9. En los llamados "14 puntos", documento base de entendimiento referido a la reforma política entre la Nación y las Provincias (que luego fuera aprobado por ambas Cámaras de la Nación), no se hace mención a la eficacia de la política aunque está suficientemente detallada la necesidad de reducción del gasto. En tal sentido, los autores del presente apartado han dejado en claro cual es el foco de análisis pretendido para analizar la reforma política.
10. Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Córdoba y Santa Fe.
11. Matemáticamente, las circunscripciones menores a 4 cargos son de echo mayoritarias y no proporcionales, lo que implica que el sistema proporcional consagrado en la Constitución sea efectivo en la mitad de los estados subnacionales. Para más referencias del tema, ver: Nolhen, Dieter; Elecciones y sistemas electorales; Edit. Nueva Sociedad; Venezuela 1995.
12. Hacemos referencia al "sistema alemán" mal llamado sistema mixto. El mismo es un sistema proporcional que, sin embargo, permite la representación de expresiones locales por medio de circunscripciones mayoritarias.
13. Para más información referida al tema ver: Vázquez Barquero, Antonio y Madoery, Oscar (comp.); Desarrollo endógeno y Globalización, Transformaciones globales, instituciones y políticas de desarrollo local; Ed. Homo Sapiens; Rosario, 2001.
14. Valenciano, Eugenio. Disparidades regional e integración económica. BID-INTAL, Buenos Aires, 1992, pg.38.
Fuente:
Ponencia preparada para el V Encuentro Nacional de Estudios Estratégicos, Buenos Aires, 1 al 3 de octubre de 2002