EL PROCESO DE ELABORACIÓN DE LA POLÍTICA DE DEFENSA EN PARAGUAY

Juan Francisco Facetti*
Agosto 2008


Desde inicios del siglo XX, los golpes de estado en el Paraguay estuvieron liderados por caudillos militares, con la connivencia en muchos casos, de políticos de diferentes partidos políticos.

El prestigio del militar paraguayo históricamente fue alto, desde la época de la preindependencia, la independencia, las dos guerras internacionales contra la Triple Alianza (Eje Brasil-Argentina y Uruguay entre 1865- 1870) y la Guerra del Chaco (contra Bolivia, entre 1932 y 1935). Sin embargo, decayó a fines del último período de gobierno del General Stroessner.

Posteriormente, diversos factores contribuyeron a una mayor pérdida de ese prestigio. Entre ellos, los múltiples actos de involucramiento en política de exponentes militares (en particular del ex General Lino Oviedo), y las constantes denuncias de corrupción, con altos jefes militares involucrados en denuncias de tráfico de vehículos hacia Bolivia, trafico ilícito de pieles silvestres y otros. En particular, en los corredores económicos y comerciales del Paraguay con sus vecinos, dominados por la presencia militar y por la ausencia de otras instituciones del Estado (como el Ministerio Público, Aduanas, Puertos, Poder Judicial, etc).

El espacio de cambio se inició en 1996, cuando la ciudadanía paraguaya y en particular líderes de opinión, jóvenes y líderes de partidos políticos, iniciaron un debate desordenado que luego se encauzó con la participación institucional de lideres del Congreso, organizaciones de la sociedad civil, académicos nacionales e internacionales, y las propias Fuerzas Armadas.

En el período comprendido entre el fallido golpe de estado de 1996 y fines de 1998, surgió un movimiento de las elites académicas y políticas, que debatió fuertemente acerca de la necesidad de promover una modernización militar que abarcase la reforma del pensamiento militar. Este proceso generó y consolidó personalidades académicas y políticas con importantes conocimientos, al menos teóricos, sobre la defensa en el Hemisferio, proceso a partir del cual se inició en 1999 la preparación de una política de defensa. Esta resultó inconclusa, en su carácter participativo y transparente, debido a conflictos internos que involucraron a importantes cientistas políticos reformistas, con militares que estaban en posiciones clave dentro del Consejo de la Defensa Nacional.

Finalmente, luego de un largo vacío en el debate público sobre la política de defensa, en 2005 se reinició el proceso, pero aun sin resultados visibles hasta inicios de 2007.

Así, el sector de la defensa se encuentra en transición desde 1989. Pueden notarse cuatro fases, que tuvieron un desarrollo paralelo a la construcción del Estado Paraguayo, y a la consolidación de las libertades y la democracia:

La necesidad de modernizar la política de defensa nacional volvió a surgir en agosto de 2006, esta vez por impulso de políticos, quienes expresaron su preocupación por el estado de la defensa, ante la inminente firma de un Acuerdo Militar entre Bolivia y Venezuela donde estaba prevista la construcción de destacamentos militares e importantes bases militares en las fronteras.

A partir de diciembre de 2006, con el cambio del Comandante de las Fuerzas Militares y de toda la cúpula que conformaba el Alto Mando, surge un nuevo liderazgo. El nuevo Comandante ha expresado su interés y compromiso en promover una profunda modernización y reforma de las Fuerzas Armadas. Como en ocasiones anteriores, se espera que desde el Consejo de la Defensa Nacional se conduzca el proceso, esta vez más abierto que el anterior, con la participación de civiles representantes de los Ministerios de Relaciones Exteriores, Interior, Ministerio Público, Secretaria Nacional Antidrogas, etc.

A partir de diciembre de 2006, con el cambio del Comandante de las Fuerzas Militares y de toda la cúpula que conformaba el Alto Mando, pareció surgir un nuevo liderazgo, que expresó interés en promover una profunda modernización y reforma de las Fuerzas Armadas.

Ello colaboró a la preparación de un plan de Libro Blanco de la Defensa Nacional. Este proceso debió haber iniciado en 2007, pero finalmente su tratamiento fue postergado. En la propuesta resaltaban dos fases: la actualización de la política de defensa nacional (la cual se convertirá en una propuesta básica de política de defensa), y su discusión con la sociedad y con los partidos políticos.

A partir de este análisis, se puede considerar que la tercera fase fue la más dinámica, participativa y productiva en materia de propuestas de políticas de defensa y sus herramientas. Sin embargo, la ausencia de continuidad del debate, y de impulso y seguimiento por parte del Congreso a las importantes leyes propuestas, hizo que estas sean olvidadas y su tratamiento postergado.

La ausencia de conducción y control civil y democrático sobre las Fuerzas Armadas ha permitido el resurgimiento del autoritarismo, así como también el relegamiento del tema en el debate público.

La reforma de la defensa es un proceso importante en una época de post autoritarismo en el Paraguay. Sin embargo, no puede producirse en situación de aislamiento del sector público. Este amplio proceso de cambio necesario, requiere el encuentro entre los actores políticos, militares, ciudadanos y otros. Estos cambios pueden ser promovidos y apoyados por la comunidad internacional, en particular los países del Hemisferio, los cuales a través de la asistencia en materia de defensa pueden influir en su dirección y carácter. Sin embargo, para ser genuino y duradero, el inicio del proceso debe provenir desde dentro del poder político paraguayo, con una formulación explícita desde el Poder Ejecutivo, el Congreso, los partidos políticos, y organizaciones sociales. Asimismo los objetivos políticos, y resultados planteados, deben ser claros y concretos, para atraer a políticos y sociedad a un diálogo civil y militar. Solo así podrán acompañarse las transformaciones que busca la sociedad, quien ha votado por un cambio en el Paraguay, luego de sesenta y un años de hegemonía de un partido político.

Este análisis sugiere que ese ímpetu ha surgido, luego se ha aplacado en los últimos años, pero sigue vigente, a pesar del riesgo de perder la masa crítica de intelectuales de la defensa. La rehabilitación y modernización del sector defensa en el Paraguay post régimen de Stroessner, sigue siendo un prospecto valido y realista.


* Profesor e investigador del Instituto de Altos Estudios Estratégicos.
Artículo publicado en la edición 2007 y actualizado para la presente edición