MEDIDAS DE CONFIANZA MUTUA, CAMINO PARA LA PAZ.
José Robles Montoya*
Agosto 2008
El inicio del nuevo gobierno en el Perú ha traído consigo el reinicio del proceso
de reforma del sector defensa, iniciado por el ministro Loret de Mola en el
2002. Tras la designación del embajador Alan Wagner como Ministro de Defensa,
y la rápida designación de los más altos funcionarios del sector, se reinició el proceso
de reforma. La actual gestión ministerial del Dr. Antero Flores Araoz ha continuado
la aplicación de las líneas matrices, centradas en:
• Dotar de capacidades de gestión al Ministerio para una efectiva conducción de
la política de defensa, mediante una reestructuración que permitirá "ordenar la
casa". Para ello se cuenta con una nueva ley marco del Ministerio de defensa.
• Dotar de capacidad de respuesta efectiva y eficiente al instrumento militar,
mediante la conformación de un núcleo básico eficaz, y una búsqueda constante
del profesionalismo al interior de los cuarteles.
• Definir y ejecutar misiones y roles acorde con los tiempos actuales, donde
los conflictos vecinales son cada vez más improbables, y son reemplazados
por fenómenos que afectan la seguridad del hemisferio en su conjunto, y alteran
la marcha democrática de los países en la región.
En este nuevo contexto de la seguridad, y dentro de este proceso de reforma
del sector defensa en el Perú, el fortalecimiento de las relaciones vecinales
adquiere importancia en la búsqueda de la seguridad cooperativa, como modelo
de seguridad para esta parte del hemisferio.
En ese sentido cobra relevancia el papel de las denominadas medidas de confianza mutua como la herramienta más eficaz para disipar controversias y diferendos entre vecinos. Podemos enfatizar que las medidas de confianza mutua establecen y/o refuerzan los vínculos de cooperación y entendimiento entre los vecinos, buscando permanentemente la conservación y el fortalecimiento de la paz. El espíritu de este proceso se sustenta indudablemente en la confianza depositada entre las partes, y representan un aporte muy valioso que desde la defensa puede brindarse a la diplomacia, en tiempos donde la globalización ha acortado las distancias acercando a nuestras naciones.
En ese sentido, cobra relevancia el papel de las denominadas medidas de confianza
mutua, como la herramienta más eficaz para disipar controversias y diferendos entre vecinos. Podemos enfatizar que las medidas de confianza mutua
establecen y/o refuerzan los vínculos de cooperación y entendimiento entre los
vecinos, buscando permanentemente la conservación y el fortalecimiento de la
paz. El espíritu de este proceso se sustenta indudablemente en la confianza depositada
entre las partes, y representan un aporte valioso que desde la defensa
puede brindarse a la diplomacia, en tiempos donde la globalización ha acortado
las distancias acercando a nuestras naciones.
Uno de los principales puntos del nuevo gobierno es fortalecer nuestra relación
vecinal, en particular con Brasil y con Chile. Este aspecto se vio expresado incluso
antes de que el Presidente García asumiera el gobierno, en las visitas que realizó
a dichos países, donde se entrevistó con las más altas autoridades de cada uno
de ellos. El sector defensa inició una serie de medidas, que permiten indicar la
intención ministerial de fortalecer el uso de las medidas de confianza mutua como
valiosas herramientas de acercamiento con nuestros vecinos. En esta suerte de
"diplomacia militar" se han logrado importantes avances como los siguientes:
• Con Brasil se ha logrado fortalecer la alianza estratégica bilateral, suscrita en
el gobierno del Presidente Toledo, con la presencia de siete Ministros de
Estado (entre ellos el Ministro de Defensa) acompañando al Presidente en su
primera visita oficial. Como resultado, se dieron los pasos necesarios para concretar
la participación del Perú en el sistema de vigilancia y protección de la
Amazonía. Este aspecto facilita nuestra integración al Brasil en materia de
seguridad, permitiéndonos contar con tecnología de punta (léase radares fundamentalmente)
aplicada al resguardo de la soberanía e integridad de nuestro
territorio, misión constitucional de nuestra Fuerza Armada.
• Respecto a Chile, la presentación de la demanda peruana a la Corte
Internacional de La Haya marca un antes y un después en las relaciones de confianza
entre nuestros países, por lo menos en la primera década del presente
siglo. Indudablemente, el largo proceso de la solución a la demanda planteada
se reflejará en las relaciones bilaterales, y será el gran indicador de confianza
mutua entre nuestros países. El proceso permitirá esclarecer si seguimos anclados
a las eternas desconfianzas del pasado (que frenan permanentemente nuestro
progreso y cooperación) o, si por el contrario, aprendiendo del pasado sin
olvidarlo, somos capaces de caminar juntos hacia un futuro mejor, un futuro de
cooperación donde ambas sociedades, ambos pueblos, ganemos desarrollo,
crecimiento y bienestar, basados en una cultura de paz e integración.
Haciendo una evaluación del proceso de confianza mutua, podemos decir que
desde inicios del presente siglo se avanzó en el acercamiento (en especial
durante 2007), y en la promoción de las medidas de confianza mutua. Entre
ellas se destaca el fortalecimiento del mecanismo conocido como "2 + 2" que
consiste en la reunión de los Ministros de Defensa y Relaciones Exteriores de
ambos países. A fines de 2006 se reunieron en Santiago de Chile, estableciendo
un logro inédito en nuestras relaciones bilaterales: la firma de un memorando
de entendimiento en materia de defensa, documento que buscaba afianzar
las relaciones bilaterales, en especial el acercamiento entre los instrumentos
militares, y la ejecución del desminado humanitario en la zona fronteriza.
Entre los principales puntos acordados en este memorando se encuentran:
- Establecer un Grupo de Trabajo cuya finalidad primordial será establecer un proyecto para la participación conjunta de ambos países en futuras operaciones
de paz bajo mandato de la ONU.
- Formular un plan que permita la creación y preparación de una Fuerza de
Paz Combinada. Esto incluye la conformación de un Estado Mayor combinado
de los instrumentos militares de ambos países.
- Solicitar y realizar las coordinaciones necesarias ante el Departamento de
Operaciones de Mantenimiento de la Paz de Naciones Unidas (DPKO) y el
Comando Unificado Operacional de las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas
en Haití, para que los efectivos militares de ambos países destacados actualmente
allí puedan operar de manera conjunta.
- Promover el intercambio de información y experiencias sobre las operaciones
que vienen desarrollando los contingentes y observadores de ambos países
bajo el Mandato de las Naciones Unidas.
- Establecer programas de intercambio de oficiales, personal militar, programas e
instructores de los respectivos centros de entrenamiento para operaciones de paz.
- Convocar al Comité de Contraparte del proyecto de elaboración de una
metodología estandarizada común para calcular los gastos en defensa, encargado
a CEPAL con la participación del UN-LIREC, para estudiar un "Esquema
de Homologación de la Información de los Gastos en Defensa" a partir de los
"Términos de referencia para la medición estandarizada de los gastos de
defensa entre Chile y Perú", aprobados y suscritos por ambos países el 2002,
estableciendo para ello un grupo de trabajo técnico bilateral que actuará bajo
las directrices del Comité de Contraparte.
- En materia de desminado, intercambiar los respectivos planes de acción
contra minas antipersonales, realizar actividades ligadas a la acción humanitaria
contra minas antipersonal y establecer un diálogo político sobre los plazos
de cumplimiento de la Convención de Ottawa.
A manera de conclusión es conveniente reforzar, en primer lugar, que el elemento
básico de las medidas de confianza mutua es el intercambio de información;
saber de antemano trae tranquilidad y confianza. No es bueno "descubrir"
algo que pueda inquietarnos. El segundo aspecto es desarrollar adecuadas relaciones
bilaterales que promuevan una auténtica complementación, y de ser posible
una verdadera integración entre las Fuerzas. El estudio de una fuerza peruano-
chilena apunta, sin lugar a dudas, a esta integración futura.
Este proceso debe marchar al ritmo de lo posible, ya que pretender imponer
un ritmo diferente generará diferencias entre las partes. Es mejor avanzar en pasos
cortos pero firmes, que enfrentar retrocesos por pretender avances no coherentes
con la realidad. Es decir, aunado a las medidas de confianza mutua, debemos
crear y reforzar "medidas de paciencia" en las clases dirigentes, en los medios de
comunicación y en la ciudadanía en general de ambos países. Aquí los voluntarismos
pueden ser muy peligrosos y contraproducentes.
El proceso de confianza mutua se basa en: información - comunicación - conocimiento
mutuo - complementación - integración, pero por sobre todas las cosas,
en una gran determinación para seguir adelante a pesar de las dificultades que
seguramente se presentarán. Este es el gran desafío que tenemos por delante, en
la consolidación de la paz que permita nuestro desarrollo.
* Instituto de Defensa Legal.
Artículo publicado en la edición 2007 y actualizado para la presente edición