VI CONFERENCIA DE MINISTROS DE DEFENSA DE LAS AMÉRICAS
Quito, Ecuador
del 16 al 21 de noviembre de 2004
Discurso del Señor Ministro de la Defensa Nacional de Guatemala, General de División Cesar Augusto Mendez Pinelo: Una nueva visión sobre la defensa nacional.
Sr. Presidente:
Permítaseme primeramente felicitar a usted señor y a todos los demás distinguidos miembros de su equipo seleccionado para dirigir los trabajos de esta VI Conferencia. Estamos seguros que bajo su hábil conducción tendremos éxito en la labor encomendada. Vayan también nuestros agradecimientos al Gobierno de Ecuador por haber ofrecido la sede y ser nuestros gentiles anfitriones.
Sr. Presidente:
Es necesario reconocer y no perder de vista, que a comienzos de la década pasada nuestro hemisferio advirtió que las transformaciones que se estaban produciendo en el mundo y en la región nos obligarían a iniciar un profundo proceso de reflexión conjunta sobre la Seguridad Hemisférica, tal como se señaló en el Compromiso de Santiago en 1991. Dicho proceso daría origen, en el marco de la Segunda Cumbre de las Américas, realizada en 1998, a un mandato a la OEA, que a través de su Comisión de Seguridad Hemisférica, procedió a "hacer un análisis sobre el significado, alcance y proyección de los conceptos de seguridad internacional en el hemisferio, con el propósito de desarrollarlos enfoques comunes más apropiados, que permitan abordar sus diversos aspectos, identificar las formas de revitalizar y fortalecer las instituciones del Sistema Interamericano relacionadas con los distintos aspectos de la seguridad hemisférica..."
Múltiples factores han producido un cambio profundo en el contenido de la seguridad y la defensa. El término de la Guerra Fría, la globalización, la pérdida de poder relativo de los Estados, el surgimiento de actores no estatales y el prodigioso avance tecnológico, entre otros, han significado que, tanto en los ámbitos regional como global, la seguridad haya adquirido hoy nuevas dimensiones.
Los Estados ya no se preocupan solamente de las amenazas militares tradicionales para garantizar su subsistencia y perciben, cada día con mayor nitidez, que su estabilidad y gobernabilidad dependen de la satisfacción de las necesidades de las personas.
La lucha contra el terrorismo merece nuestra especial atención en el contexto de la seguridad, no sólo hemisférica sino global. La participación de agentes, ajenos al Estado, en actividades terroristas, es un fenómeno de creciente preocupación particularmente por las armas que pueden utilizar. Frente a este flagelo, que puede atacar indiscriminadamente, la Declaración de México sobre Seguridad en las Américas, reafirma nuestra decisión por combatirlo en todas sus formas y establece una mejor coordinación hemisférica.
Además del terrorismo, otros fenómenos como el narcotráfico y el crimen transnacional organizado, por su magnitud y mutua retroalimentación, también han llegado a constituir amenazas ciertas a la seguridad de los Estados y de sus ciudadanos, pudiendo trascender sus fronteras y atentar contra la existencia no sólo del más directamente afectado sino también de sus vecinos.
Por otra parte, como lo reconoce por vez primera la Declaración de la Conferencia Especial sobre Seguridad, existen preocupaciones y desafíos ala seguridad, tales como desastres naturales, migraciones, pandemias y pobreza, que determinan que las acciones de los Estados tengan que contemplar soluciones inmediatas para asegurar su existencia.
La confluencia de amenazas de distinta naturaleza y envergadura, que afectan de manera diferente a los Estados, ha determinado que en la actualidad la seguridad tenga un carácter multidimensional, en que tanto la seguridad del Estado como la seguridad humana se complementan y refuerzan mutuamente.
Este carácter multidimensional significa reconocerla co existencia de amenazas tradicionales y emergentes, así como de otras preocupaciones y desafíos a la seguridad, frente a las cuales existen múltiples respuestas no siempre de carácter militar que los Estados deben enfrentar ya sea individual o colectivamente.
Es conveniente reconocer, que nuestra región ha ido transitando paulatinamente hacia un sistema hemisférico complejo, conformado por una red de antiguas y nuevas instituciones y regímenes de seguridad tanto colectivo como cooperativos, de alcance bilateral, subregional y regional, originando en la práctica una nueva arquitectura de seguridad más flexible. Esta, sin duda alguna, ha contribuido a alcanzar mayores niveles de estabilidad y gobernabilidad regional, para enfrentar los distintos tipos de amenaza.
Por otra parte, es innegable que el hemisferio al mundo su liderazgo en materia de seguridad y defensa. A partir de la aprobación de la carta de la OEA, en cuyo texto se contienen disposiciones expresas sobre la materia, el continente americano ha adoptado instrumentos jurídicos de diverso alcance que han servido para que América registre el más bajo índice de conflictividad entre Estados a nivel internacional.
Sr. Presidente:
El término de la Guerra Fría motivó a los países miembros de la OEA a iniciar una reflexión sobre la Seguridad Hemisférica. Hoy podemos afirmar que hemos avanzado en esa y muy importante tarea.
La seguridad hemisférica es un concepto en evolución. Los países miembros de la OEA hemos sido capaces de recoger creativamente aquellos elementos que han servido como normas de convivencia en al región, en especial aquellas acciones resultantes de los procesos del fortalecimiento de las medidas de confianza mutua y de la seguridad y los resultados de las anteriores conferencias. Con satisfacción hoy también, podemos comprobar que hemos avanzado en tener y compartir una visión multidimensional sobre la seguridad de las Américas.
Corresponde ahora profundizar y modernizar el sistema interamericano para afianzar la estabilidad alcanzada a fin de que nuestros pueblos puedan gozar progresivamente de mejores condiciones de vida.
Invito a todos a continuar profundizando estos conceptos con el propósito de encontrar respuestas eficaces para enfrentar tanto las amenazas tradicionales como las nuevas amenazas, preocupaciones y desafíos, pues, en definitiva, se trata de que todos y cada uno de los habitantes que poblamos el Hemisferio podamos desarrollar nuestras potencialidades en un contexto de pleno respeto al Derecho Internacional y al Estado de Derecho.
Sr. Presidente:
Según el Documento del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo CLAD,"Una Nueva Gestión Pública para América Latina", la reforma del Estado se ha convertido en el tema central de la agenda política mundial. Dada la imperiosa necesidad d e reformar el Estado, restablecer s u equilibrio fiscal y equilibrar la balanza de pagos de los países en crisis, se ha propuesto simplemente la reducción del tamaño del Estado y el predominio total del mercado. La propuesta, sin embargo, tenía poco sentido desde el punto de vista económico y político. En efecto, después de algún tiempo se constató que la solución no estaría en el desmantelamiento del aparato estatal, sino en su reconstrucción.
Se trata de construir un Estado para enfrentarlos nuevos desafíos de la sociedad post
industrial, un Estado para el siglo XXI, que además de garantizar el cumplimiento de los contratos económicos, debe serlo suficientemente fuerte como para asegurarlos derechos sociales y la competitividad de cada país en el escenario internacional. Se busca, de este modo, una tercera vía entre el laissez faire neoliberal y el antiguo modelo social burocrático d e intervención estatal. La construcción de un nuevo tipo de Estado es también el gran tema para la América Latina.
Sr. Presidente:
La paz y la democracia llegan a Centroamérica en la década de los noventa, desde el vehículo de una concepción regional de destino. La pacificación y la democratización de las sociedades, sólo se vislumbró desde la integración. El advenimiento de la paz y los procesos de democratización, fueron los dos grandes mensajeros de la nueva ronda de integración que se inicio en los 90's.
Los Acuerdos de Paz de Esquipulas, que son realmente acuerdos de democratización , son asumidos desde la institucionalización misma de la Reunión de Presidentes, eje fundamental en la nueva ronda de integración asumida en la subregión hasta nuestros días.
En segundo lugar, es importante destacar que Centroamérica asume su proceso de integración, como una integración basada en valores y principios; esto es, en el vinculo democrático que debe unir como destino irreversible a los Estados centroamericanos.
En contraposición a la inestabilidad de los compromisos simplemente políticos, el Modelo de Seguridad Democrática e Integración en Centroamérica es resguardado como u n tratado internacional válidamente celebrado: el Tratado Marco de Seguridad Democrática en Centroamérica que desarrolla y amplía el Tratado conocido como Protocolo de Tegucigalpa.
Dicho Protocolo ya había fijado la tarea de "concretar un nuevo modelo de seguridad regional, sustentado en un balance razonable de fuerzas, el fortalecimiento del poder civil, la superación d e la pobreza extrema, la promoción del desarrollo sostenido, la protección del medio ambiente, la erradicación de la violencia, la corrupción, el terrorismo, el narcotráfico y el trafico de armas".
Es un modelo multidimensional, que rompe con aquella visión que hacía descansar la seguridad únicamente en la cantidad de efectivos militares o en la calidad de las armas, para hacerlo reposar ahora sóbrela dimensión humana de la seguridad, que significa un cambio radical en nuestra historia dominada en muchos de sus pasajes, por el autoritarismo de uno u otro signo y una visión distorsionada de la seguridad nacional.
Sr. Presidente:
Por los motivos anteriormente expuestos, el Ministerio que represento, cree, que en el marco de la modernización del Estado, ha llegado el momento de asumir la tarea de transformar y fortalecer, hasta donde sea posible, las instancias de Defensa, partir de procesos participativos y generadores de medidas de confianza, de manera que puedan desarrollar todo su potencial de liderazgo y conducción.
En tal sentido Guatemala h a iniciado la reforma y modernización de las instancias de la Defensa Nacional, a partir del proceso de diseño y formulación de la política de defensa, cuyo primer producto el Libro de la Defensa Nacional, que me permito presentar y entregar públicamente a ustedes, motivó iniciar un proceso que culminará en e12006 con la Revisión Estratégica de la Defensa, que nos permitirá alcanzar un segundo Libro de la Defensa, pero ahora, más allá de ser un libro descriptivo, contendrá la Política de Defensa para un mediano plazo, diez años mínimo, en el que podremos consolidar los resultados previos del proceso. Estos resultados previos nos han permitido alcanzar como un segundo producto, la nueva Doctrina Militar para el Ejército de Guatemala, que nos permitió cumplir un compromiso implícito en los Acuerdos de Paz, específicamente en el Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática.
Proceso que mereció el reconocimiento de Misión de Naciones Unidas para Guatemala MINAGUA y d e los medios de comunicación.
Sr. Presidente:
Ese Proceso nos ha permitido desde que iniciamos dicho esfuerzo en el año 2001, entregar a la sociedad guatemalteca tres productos, los cuáles ya representan un avance en la transformación y fortalecimiento de las instancias de la defensa. El Libro de la Defensa Nacional, permitió publicar el estado del arte en materia de la Defensa Nacional en nuestro país. La Doctrina Militar, permitió presentar a las instancias del Ejército de Guatemala, un manual que reunió los aportes de diversos sectores, en la parte valorativa, axiológica, filosófica y técnica.
El tercer producto, la propuesta del Anteproyecto de Ley de la Defensa Nacional es la ruptura de un paradigma, al proponer ya la división de la parte política estratégica de la defensa nacional, de la operativa militar, las cuáles serán consolidadas por medio d e las Reformas a la Ley Constitutiva del Ejército d e Guatemala y la propuesta del Anteproyecto d e la Ley Orgánica del Ministerio de Defensa Nacional, siendo este último, un esfuerzo encaminado a proponerla estructuración de un Ministerio articulado entre civiles y militares, e n el marco de los compromisos del Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática. Ambas propuestas, espero, serán también el resultado de esta mesa que reúne ala Comunidad de Defensa, conformada por civiles y militares, en u n futuro próximo.
Señor Presidente:
En este contexto, el Ejército de Guatemala, a iniciado u n proceso de transformación y modernización, con el objeto de contar con unas Fuerzas Armadas altamente móviles y flexibles, y que respondan a la realidad socio económica del país.
Guatemala, además, está presente en los desafíos que las Operaciones de Mantenimiento de la Paz manifiestan para las Fuerzas Armadas de la región. Con más de 70 efectivos, somos parte del contingente que apoya y colabora con el hermano país de Haití, y con la disponibilidad de enviar más de cien a partir del año próximo. Tenemos además, oficiales en las misiones de Burundi y Costa de Marfil, así como, dos Oficiales permanentes como Supervisores Internacionales desde 1997, en el proceso de desminado de la hermana republica de Nicaragua.
Señor Presidente:
El camino recorrido y el por recorrer, son parte de una visión, de una visión de transformación y modernización de las instancias de la defensa en nuestro país, para estar dentro del concierto de las naciones que, tomando en cuenta, los escenarios mundiales, regionales y subregionales y la modernización del Estado, se preparan para el futuro inmediato de la conducción y liderazgo de la defensa nacional, en un contexto y cosmovisión totalmente diferentes.
Muchas Gracias.
General de Division Otto Alejandro Romero Orellana discurso del señor ministro de la Defensa Nacional de Guatemala general de división Cesar Augusto Mendez Pinelo una nueva visión sobre la defensa nacional.
Sr. Presidente:
Permítaseme primeramente felicitar a usted señor y a todos los demás distinguidos miembros de su equipo seleccionado para dirigir los trabajos de esta VI Conferencia. Estamos seguros que bajo su hábil conducción tendremos éxito en la labor encomendada. Vayan también nuestros agradecimientos al Gobierno de Ecuador por haber ofrecido la sede y ser nuestros gentiles anfitriones.
Sr. Presidente:
Es necesario reconocer y no perder de vista, que a comienzos de la década pasada nuestro hemisferio advirtió que las transformaciones que se estaban produciendo en el mundo y en la región nos obligarían a iniciar un profundo proceso de reflexión conjunta sobre la Seguridad Hemisférica, tal como se señaló en el Compromiso de Santiago en 1991. Dicho proceso daría origen, en el marco de la Segunda Cumbre de las Américas, realizada en 1998, a un mandato a la OEA, que a través de su Comisión de Seguridad Hemisférica, procedió a "hacer un análisis sobre el significado, alcance y proyección de los conceptos de seguridad internacional en el hemisferio, con el propósito de desarrollarlos enfoques comunes más apropiados, que permitan abordar sus diversos aspectos, identificar las formas de revitalizar y fortalecer las instituciones del Sistema Interamericano relacionadas con los distintos aspectos de la seguridad hemisférica..."
Múltiples factores han producido un cambio profundo en el contenido de la seguridad y la defensa. El término de la Guerra Fría, la globalización, la pérdida de poder relativo de los Estados, el surgimiento de actores no estatales y el prodigioso avance tecnológico, entre otros, han significado que, tanto en los ámbitos regional como global, la seguridad haya adquirido hoy nuevas dimensiones.
Los Estados ya no se preocupan solamente de las amenazas militares tradicionales para garantizar su subsistencia y perciben, cada día con mayor nitidez, que su estabilidad y gobernabilidad dependen de la satisfacción de las necesidades de las personas.
La lucha contra el terrorismo merece nuestra especial atención en el contexto de la seguridad, no sólo hemisférica sino global. La participación de agentes, ajenos al Estado, en actividades terroristas, es un fenómeno de creciente preocupación particularmente por las armas que pueden utilizar. Frente a este flagelo, que puede atacar indiscriminadamente, la Declaración de México sobre Seguridad en las Américas, reafirma nuestra decisión por combatirlo en todas sus formas y establece una mejor coordinación hemisférica.
Además del terrorismo, otros fenómenos como el narcotráfico y el crimen transnacional organizado, por su magnitud y mutua retroalimentación, también han llegado a constituir amenazas ciertas a la seguridad de los Estados y de sus ciudadanos, pudiendo trascender sus fronteras y atentar contra la existencia no sólo del más directamente afectado sino también de sus vecinos.
Por otra parte, como lo reconoce por vez primera la Declaración de la Conferencia Especial sobre Seguridad, existen preocupaciones y desafíos ala seguridad, tales como desastres naturales, migraciones, pandemias y pobreza, que determinan que las acciones de los Estados tengan que contemplar soluciones inmediatas para asegurar su existencia.
La confluencia de amenazas de distinta naturaleza y envergadura, que afectan de manera diferente a los Estados, ha determinado que en la actualidad la seguridad tenga un carácter multidimensional, en que tanto la seguridad del Estado como la seguridad humana se complementan y refuerzan mutuamente.
Este carácter multidimensional significa reconocerla co existencia de amenazas tradicionales y emergentes, así como de otras preocupaciones y desafíos a la seguridad, frente a las cuales existen múltiples respuestas no siempre de carácter militar que los Estados deben enfrentar ya sea individual o colectivamente.
Es conveniente reconocer, que nuestra región ha ido transitando paulatinamente hacia un sistema hemisférico complejo, conformado por una red de antiguas y nuevas instituciones y regímenes de seguridad tanto colectivo como cooperativos, de alcance bilateral, subregional y regional, originando en la práctica una nueva arquitectura de seguridad más flexible. Esta, sin duda alguna, ha contribuido a alcanzar mayores niveles de estabilidad y gobernabilidad regional, para enfrentar los distintos tipos de amenaza.
Por otra parte, es innegable que el hemisferio al mundo su liderazgo en materia de seguridad y defensa. A partir de la aprobación de la carta de la OEA, en cuyo texto se contienen disposiciones expresas sobre la materia, el continente americano ha adoptado instrumentos jurídicos de diverso alcance que han servido para que América registre el más bajo índice de conflictividad entre Estados a nivel internacional.
Sr. Presidente:
El término de la Guerra Fría motivó a los países miembros de la OEA a iniciar una reflexión sobre la Seguridad Hemisférica. Hoy podemos afirmar que hemos avanzado en esa y muy importante tarea.
La seguridad hemisférica es un concepto en evolución. Los países miembros de la OEA hemos sido capaces de recoger creativamente aquellos elementos que han servido como normas de convivencia en al región, en especial aquellas acciones resultantes de los procesos del fortalecimiento de las medidas de confianza mutua y de la seguridad y los resultados de las anteriores conferencias. Con satisfacción hoy también, podemos comprobar que hemos avanzado en tener y compartir una visión multidimensional sobre la seguridad de las Américas.
Corresponde ahora profundizar y modernizar el sistema interamericano para afianzar la estabilidad alcanzada a fin de que nuestros pueblos puedan gozar progresivamente de mejores condiciones de vida.
Invito a todos a continuar profundizando estos conceptos con el propósito de encontrar respuestas eficaces para enfrentar tanto las amenazas tradicionales como las nuevas amenazas, preocupaciones y desafíos, pues, en definitiva, se trata de que todos y cada uno de los habitantes que poblamos el Hemisferio podamos desarrollar nuestras potencialidades en un contexto de pleno respeto al Derecho Internacional y al Estado de Derecho.
Sr. Presidente:
Según el Documento del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo CLAD,"Una Nueva Gestión Pública para América Latina", la reforma del Estado se ha convertido en el tema central de la agenda política mundial. Dada la imperiosa necesidad d e reformar el Estado, restablecer s u equilibrio fiscal y equilibrar la balanza de pagos de los países en crisis, se ha propuesto simplemente la reducción del tamaño del Estado y el predominio total del mercado. La propuesta, sin embargo, tenía poco sentido desde el punto de vista económico y político. En efecto, después de algún tiempo se constató que la solución no estaría en el desmantelamiento del aparato estatal, sino en su reconstrucción.
Se trata de construir un Estado para enfrentarlos nuevos desafíos de la sociedad post
industrial, un Estado para el siglo XXI, que además de garantizar el cumplimiento de los contratos económicos, debe serlo suficientemente fuerte como para asegurarlos derechos sociales y la competitividad de cada país en el escenario internacional. Se busca, de este modo, una tercera vía entre el laissez faire neoliberal y el antiguo modelo social burocrático d e intervención estatal. La construcción de un nuevo tipo de Estado es también el gran tema para la América Latina.
Sr. Presidente:
La paz y la democracia llegan a Centroamérica en la década de los noventa, desde el vehículo de una concepción regional de destino. La pacificación y la democratización de las sociedades, sólo se vislumbró desde la integración. El advenimiento de la paz y los procesos de democratización, fueron los dos grandes mensajeros de la nueva ronda de integración que se inicio en los 90's.
Los Acuerdos de Paz de Esquipulas, que son realmente acuerdos de democratización , son asumidos desde la institucionalización misma de la Reunión de Presidentes, eje fundamental en la nueva ronda de integración asumida en la subregión hasta nuestros días.
En segundo lugar, es importante destacar que Centroamérica asume su proceso de integración, como una integración basada en valores y principios; esto es, en el vinculo democrático que debe unir como destino irreversible a los Estados centroamericanos.
En contraposición a la inestabilidad de los compromisos simplemente políticos, el Modelo de Seguridad Democrática e Integración en Centroamérica es resguardado como u n tratado internacional válidamente celebrado: el Tratado Marco de Seguridad Democrática en Centroamérica que desarrolla y amplía el Tratado conocido como Protocolo de Tegucigalpa.
Dicho Protocolo ya había fijado la tarea de "concretar un nuevo modelo de seguridad regional, sustentado en un balance razonable de fuerzas, el fortalecimiento del poder civil, la superación d e la pobreza extrema, la promoción del desarrollo sostenido, la protección del medio ambiente, la erradicación de la violencia, la corrupción, el terrorismo, el narcotráfico y el trafico de armas".
Es un modelo multidimensional, que rompe con aquella visión que hacía descansar la seguridad únicamente en la cantidad de efectivos militares o en la calidad de las armas, para hacerlo reposar ahora sóbrela dimensión humana de la seguridad, que significa un cambio radical en nuestra historia dominada en muchos de sus pasajes, por el autoritarismo de uno u otro signo y una visión distorsionada de la seguridad nacional.
Sr. Presidente:
Por los motivos anteriormente expuestos, el Ministerio que represento, cree, que en el marco de la modernización del Estado, ha llegado el momento de asumir la tarea de transformar y fortalecer, hasta donde sea posible, las instancias de Defensa, partir de procesos participativos y generadores de medidas de confianza, de manera que puedan desarrollar todo su potencial de liderazgo y conducción.
En tal sentido Guatemala h a iniciado la reforma y modernización de las instancias de la Defensa Nacional, a partir del proceso de diseño y formulación de la política de defensa, cuyo primer producto el Libro de la Defensa Nacional, que me permito presentar y entregar públicamente a ustedes, motivó iniciar un proceso que culminará en e12006 con la Revisión Estratégica de la Defensa, que nos permitirá alcanzar un segundo Libro de la Defensa, pero ahora, más allá de ser un libro descriptivo, contendrá la Política de Defensa para un mediano plazo, diez años mínimo, en el que podremos consolidar los resultados previos del proceso. Estos resultados previos nos han permitido alcanzar como un segundo producto, la nueva Doctrina Militar para el Ejército de Guatemala, que nos permitió cumplir un compromiso implícito en los Acuerdos de Paz, específicamente en el Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática.
Proceso que mereció el reconocimiento de Misión de Naciones Unidas para Guatemala MINAGUA y d e los medios de comunicación.
Sr. Presidente:
Ese Proceso nos ha permitido desde que iniciamos dicho esfuerzo en el año 2001, entregar a la sociedad guatemalteca tres productos, los cuáles ya representan un avance en la transformación y fortalecimiento de las instancias de la defensa. El Libro de la Defensa Nacional, permitió publicar el estado del arte en materia de la Defensa Nacional en nuestro país. La Doctrina Militar, permitió presentar a las instancias del Ejército de Guatemala, un manual que reunió los aportes de diversos sectores, en la parte valorativa, axiológica, filosófica y técnica.
El tercer producto, la propuesta del Anteproyecto de Ley de la Defensa Nacional es la ruptura de un paradigma, al proponer ya la división de la parte política estratégica de la defensa nacional, de la operativa militar, las cuáles serán consolidadas por medio d e las Reformas a la Ley Constitutiva del Ejército d e Guatemala y la propuesta del Anteproyecto d e la Ley Orgánica del Ministerio de Defensa Nacional, siendo este último, un esfuerzo encaminado a proponerla estructuración de un Ministerio articulado entre civiles y militares, e n el marco de los compromisos del Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática. Ambas propuestas, espero, serán también el resultado de esta mesa que reúne ala Comunidad de Defensa, conformada por civiles y militares, en u n futuro próximo.
Señor Presidente:
En este contexto, el Ejército de Guatemala, a iniciado u n proceso de transformación y modernización, con el objeto de contar con unas Fuerzas Armadas altamente móviles y flexibles, y que respondan a la realidad socio económica del país.
Guatemala, además, está presente en los desafíos que las Operaciones de Mantenimiento de la Paz manifiestan para las Fuerzas Armadas de la región. Con más de 70 efectivos, somos parte del contingente que apoya y colabora con el hermano país de Haití, y con la disponibilidad de enviar más de cien a partir del año próximo. Tenemos además, oficiales en las misiones de Burundi y Costa de Marfil, así como, dos Oficiales permanentes como Supervisores Internacionales desde 1997, en el proceso de desminado de la hermana republica de Nicaragua.
Señor Presidente:
El camino recorrido y el por recorrer, son parte de una visión, de una visión de transformación y modernización de las instancias de la defensa en nuestro país, para estar dentro del concierto de las naciones que, tomando en cuenta, los escenarios mundiales, regionales y subregionales y la modernización del Estado, se preparan para el futuro inmediato de la conducción y liderazgo de la defensa nacional, en un contexto y cosmovisión totalmente diferentes.
Muchas Gracias.