VI CONFERENCIA DE MINISTROS DE DEFENSA DE LAS AMÉRICAS

Quito, Ecuador
del 16 al 21 de noviembre de 2004


Palabras del Ministro de Defensa Nacional de la República del Paraguay, Abog. Roberto Eudez Gonzalez Segovia

Excelentísimo Señor Ministro de Defensa de la República del Ecuador, Don NELSON HERRERA NIETO. Excelentísimos Señores Ministros y Jefes de Delegación
Distinguidos Representantes de Organismos Internacionales y Observadores invitados.

Tengo el insigne honor de presentar los fraternales saludos del pueblo paraguayo en esta conferencia hemisférica; al mismo tiempo, me permito expresarlas sinceras felicitaciones al Ministerio de Defensa Nacional de la República del Ecuador, a sus Fuerzas Armadas, a la Secretaría Pro Témpore,a todas las instituciones y personas que han posibilitado la excelente organización de este evento. Al mismo tiempo presento mis sinceros agradecimientos a los hermanos ecuatorianos y en particular al pueblo quiteño portan cálida hospitalidad.

En el afán de presentar una somera visión panorámica de la situación actual de nuestro continente, en las conferencias ministeriales anteriores se ha coincidido en señalara nuestros países como estados enmarcados en subregiones con identidad estratégica propia, donde las naciones se interrelacionan entorno a una agenda de intereses comunes que atañen esencialmente ala defensa y Seguridad de todos los estados americanos.

Y mediante el dialogo sincero, el intercambio d e experiencias y visiones, se presentan posturas independientes o unificadas en temas de interés subregional o regional tendientes ala preservación de la paz en todo el continente americano, la consolidación del sistema democrático de sus pueblos, así como la búsqueda incesante de mecanismos de entendimiento, acuerdos bilaterales y multilaterales de cooperación y el tratamiento de otros temas fundamentales que coadyuvan al desarrollo de nuestras naciones.

Recordaré a continuación algunos logros obtenidos desde la realización de la 1a Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas hasta la fecha, fundamentalmente en el campo de la Defensa y Seguridad: Se ha minimizado y contenido el impacto de muchas amenazas tradicionales, se están enfrentando en forma decidida e innovadora las nuevas amenazas no tradicionales y asimétricas, y aumenta la participación de las Fuerzas Armadas de nuestros países en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz bajo el mandato de las Naciones Unidas, que a más de propiciar una profundización de la cooperación entre las Fuerzas Armadas del continente, es muy beneficioso para el desarrollo profesional de sus integrantes y fortalece la presencia de nuestros países en la comunidad internacional.

Por otro lado, sin embargo, las denominadas nuevas amenazas han aumentado en número, complejidad y variedad, impactando profundamente nuestros países, perneando los límites de las fronteras, poniendo en riesgo la libertad, la salud y la vida de personas. En casos extremos, incide negativamente en la propia gobernabilidad del Estado, peligrando así el funcionamiento de la estructura del Estado y la existencia misma del delicado y sensible entramado social de una nación.

Algunos de estos flagelos son:
Estos nuevos flagelos se ven favorecidos ante la falta de respuestas efectivas y mediatas de los Estados para solucionarlos.

Todo esto conduce sistemáticamente a dos hechos preocupantes. Primero, la pobreza extrema impulsa a individuos y grupos a buscar solución a sus necesidades en la marginalidad y la violencia. Y en segundo lugar, esta situación de inseguridad provoca una preocupante falta de credibilidad de la ciudadanía hacia las instituciones democráticas, agravando de esta manera la gobernabilidad de los Estados.

Este complejo escenario de problemas políticos, económicos y sociales es percibido por nuestros pueblos como el tema principal que requiere ser tratado y solucionado por sus respectivas autoridades de Defensa y Seguridad. Los Estados soberanos de las Américas, principalmente a los de menor desarrollo económico, perciben como una urgente prioridad, la necesidad de rediseñar sus sistemas de defensa y seguridad, ante el peligroso e indiscriminado crecimiento de estas nuevas amenazas.

Los temas más preocupantes para los países americanos están en el campo de la seguridad en general y no se restringen primordialmente a los temas de defensa, que están mas relacionados con las Fuerzas Armadas. Pero antela dificultad de crear o potenciar nuevas estructuras de seguridad o defensa, la respuesta obligada de algunos Gobiernos será él empleo de sus Fuerzas Armadas en ciertas circunstancias y por especificados periodos de tiempo, en estas misiones complementarias, sin descuidar su rol tradicional en la defensa.

Con relación a la lucha frontal contra el narcotráfico, terrorismo y el crimen organizado, mi país, al igual que todos los países del continente está comprometido y empeñado en combatir tales flagelos. En este contexto, creemos que la Policía Nacional por su naturaleza y especialización técnica, es la mas apta para combatir esas actividades en primer termino. Las leyes nacionales de mi país contemplan la participación de las Fuerzas Armadas de la Nación en actividades de apoyo a la Policía Nacional cuando ésta se encuentre rebasada en su capacidad o en casos excepcionales reguladas por Decreto del Poder Ejecutivo.

Por lo tanto, entendemos ala defensa tradicional como la defensa convencional en casos de agresión externa, integrada a su vez, a un Sistema de Defensa Nacional y que su misión de defensa de la integridad territorial y la soberanía deben permanecer inmutables.

Finalmente, esperanzado que en este importante foro maduren las ideas y estrategias que permitan fortalecer los lazos fraternales y de cooperación de nuestros pueblos, así como respaldar el firme compromiso de sustentar la institucionalidad de nuestras naciones, basadas en regímenes democráticos, auguro el mayor de los éxitos a nuestras deliberaciones.

Muchas Gracias