Ir al Home
Ir al Home

 
 
Opinión


Unasur y presencia militar norteamericana
¿Para qué sirve la comunidad internacional?



Situación de la defensa en América Latina


Sobre los procesos de integración es necesario precisar que no responden a una especie de destino predeterminado, sino que son procesos dependientes de la acción de los seres humanos, los gobernantes prioritariamente.

La semana anterior Resdal (Red de Seguridad y Defensa de América Latina) realizó en Bolivia un Seminario sobre “La situación de la Defensa en América Latina y las perspectivas a futuro”; fue un evento realizado en función de la próxima reunión de Ministros de Defensa de las Américas que se adelantará el próximo año en ese país andino. Si bien el Seminario estuvo atravesado por los sucesos de Honduras, quiero destacar algunos de los planteamientos allí formulados, para tener una idea de cómo se está analizando el tema en la región.
Se destacan algunas características relevantes de Latinoamérica hoy: 1) una región democrática; 2) una región inequitativa con grandes sectores marginados -33,2% de población vive en situación de pobreza, y de ellos 12,9% están en situación de indigencia-; 3) un área marginal en los temas globales; 4) una alta heterogeneidad; 5) sin mecanismos regionales efectivos de resolución de conflictos; 6) carencia de liderazgos regionales efectivos; 7) hay modelos de desarrollo diversos: i) pro-socialismo del siglo XXI -Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Paraguay, Venezuela-, ii) pro-mercado -Colombia, Costa Rica, Panamá, Perú-, iii) mercado más políticas sociales -Brasil, Chile, El Salvador, México, República Dominicana, Uruguay-, iv) otros -Argentina, Haití, Honduras-.; 8) alto grado de desconfianza recíproca; 9) una región sin sentido estratégico -no poseen una visión común y no tienen un sentido estratégico compartido-.
En Latinoamérica se están enfrentando dos nuevas situaciones, las nuevas amenazas y las demandas sociales de masas marginalizadas -con el retorno a la democracia hubo demasiada expectativa de progreso económico-; si no se logra dar respuesta adecuada a las dos, no lograremos ni paz, ni desarrollo.
En los países de Suramérica el problema de la distinción entre seguridad -remitida a seguridad interior- y defensa -con énfasis en defensa exterior- es central para diferenciar roles y misiones para Policías y para Fuerzas Militares; de Colombia hasta México, por el contrario, el debate acerca de diferenciar seguridad y defensa no existe. En México el narcotráfico se fue colocando desde los 80 en la agenda de seguridad nacional y su enfrentamiento es el principal esfuerzo de seguridad nacional, aunque no se le racionalice como el principal problema de seguridad nacional. Sin embargo, cada vez es más claro que el debate entre seguridad y defensa se complica, en la medida en que hay razones operacionales para involucrar a las Fuerzas Armadas en temas de seguridad interior.
En relación con el tema central desde las transiciones a la democracia, el control civil de las Fuerzas Armadas, no se ha avanzado mucho. El fenómeno del intervencionismo militar y de golpes militares se ha seguido presentando. En algunos casos hay un uso político de los militares, en otros casos se considera que las Fuerzas Armadas han sido un aliado importante de las democracias para mantener estabilidad y gobernabilidad. Algunos gobiernos no han profundizado esto, porque les es funcional.
Sobre los procesos de integración es necesario precisar que no responden a una especie de destino predeterminado, sino que son procesos dependientes de la acción de los seres humanos, los gobernantes prioritariamente. En Suramérica, habría la oportunidad de profundizar en estos momentos, que los gobiernos son democráticos, por lo menos formalmente. Pero, si bien la iniciativa del Consejo de Defensa Suramericano parece estar avanzando -más que la Unasur incluso-, la realidad es que esto se tropieza con la debilidad de la institucionalidad existente -la tensión colombo-ecuatoriana muestra los alcances limitados de la misma- y las diferencias ideológicas entre los gobiernos, que cada vez evidencian un mayor peso en los procesos de integración subregional.
Sin embargo, tendemos a mirar las insuficiencias más que los avances en el tema de la integración y la realidad es que los procesos de integración y de diálogo son lo que tenemos y con lo cual debemos avanzar.


Imprimir      Enviar por mail      Opine
 

Otras Noticias
Oasis
Hogaño, deificación, epéntesis, sobreseer
Una catedral o un alfiler
Cuidado con la Federación de Cafeteros
Una final de fútbol universitario en República Dominicana
Caricatura

Corporativo| Contáctenos | Suscripciones| Información Comercial| Información Legal
Periódico La Patria / Carrera No. 20 #46-35 / Teléfonos: 8781700
Manizales, Caldas - Colombia
E - mail: lapatria@lapatria.com
Otro servicio de