ADAPTARSE A BUSH, EL RETO DEL MUNDO

Entrevista a Raúl Benítez Manaut (Centro de Investigaciones sobre América del Norte, UNAM) por Antonio Cerda Ardura
Noviembre 2004


Bush va a continuar la guerra contra el terrorismo a nivel internacional, con más energía, porque ahora tiene el voto popular a su favor.

La estrategia de George W. Bush de mantener en pánico a Estados Unidos, propalando la posibilidad de un nuevo ataque terrorista de gran magnitud, le valió al republicano guerrero afianzar, este 2 de noviembre, un segundo periodo como presidente de la nación más poderosa del planeta.

“La reelección de Bush fue un referéndum a su guerra contra el terrorismo, y todo el mundo tiene que adaptarse a esta realidad, aunque no nos guste”, afirma en entrevista con Siempre! Raúl Benítez Manaut, especialista del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM.

El investigador sostiene que ahora, sin la presión electoral, Bush tendrá más tiempo para diseñar la estrategia de captura del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden —a quien se le atribuyen los ataques a Nueva York y Washington del 2001—, y de lograr la estabilización de Irak que, junto con la revitalización de la economía estadunidense, son los principales retos para el país del norte.

Benítez Manaut indica que el enfoque de la atención de Bush hacia Medio Oriente, representa una oportunidad para el avance de la izquierda en América Latina y también para que, en la hipótesis de que Andrés Manuel López Obrador abandere al PRD en la lucha por la Presidencia de México, Estados Unidos se mantenga alejado del proceso electoral.


La realidad Bush

Antonio Cerda Ardura.- ¿Qué significa para el mundo la reelección de George W. Bush?

Raúl Benítez Manaut.-
Bush va a continuar la guerra contra el terrorismo a nivel internacional, con más energía, porque ahora tiene el voto popular a su favor. El había implementado la política contra el terrorismo, pero no la había medido.

A.C.A.- Y le funcionó.

R.B.M.-
Su reelección fue un referéndum a la guerra contra el terrorismo, porque ese fue el eje de la campaña. Pero, además, al resto de los países del mundo les indica que el pueblo estadounidense está con Bush. Todo el planeta tiene que adaptarse a esta realidad, aunque no nos guste. La guerra contra el terrorismo impacta con mayor o menor nivel y profundidad, según la región. En el caso de América Latina, ese territorio es marginal en la estrategia de Washington, lo que significa que no habrá muchos cambios en las políticas de Bush.

A.C.A.- La mayoría latina en Estados Unidos votó por John Kerry. ¿Influirá esto en las posiciones de Bush?

R.B.M.-
No, porque en ese país las políticas no las hace el presidente, sino burocracias especializadas. Y el puede tomar dos caminos: tratar de ganarse a los grupos que lo ven como enemigo, o no prestar mucha atención a los hispanos por haber apoyado a los demócratas. No creo que esa variable sea importante. Ya pasó la elección y Bush se podría olvidar de los hispanos, lo que, por supuesto, no va a hacer. Pero seguramente actuará de manera muy pragmática: o busca su apoyo o no los toma en cuenta. El ya tiene el aval de la población estadounidense. Así que no creo que le afecte el que haya grupos focalizados en su contra.

A.C.A.- ¿Qué le parece esa visión de Luis Ernesto Derbez, de que le da igual quién sea el Presidente de aquel país?

R.B.M.-
Hay muchas diferencias entre Bush y Kerry, y entre demócratas y republicanos. Los demócratas, incluso, son más duros hacia México en algunos temas. En materia de comercio, son más proteccionistas, más defensores de grupos industriales y de la clase obrera de Estados Unidos. En el asunto migratorio, también tienen esquemas muy cerrados. Tampoco debemos pensar que Kerry era el bueno y Bush el malo. Ambos iban a conducir a una superpotencia y a defender los intereses de ese país o creados por él. Simplemente tienen estilos distintos. Efectivamente, Kerry buscaba el multilateralismo, pero Bush tendrá que ser más pragmático y restablecer relaciones que se le han fracturado. Otra posibilidad es que no le importe y que tome sus decisiones aunque a México no le gusten. Puede haber virajes, no está escrita ninguna continuidad. Pero es obvio que Bush seguirá fortaleciendo la seguridad de Estados Unidos y que México tendrá que apoyarlo, como lo ha hecho.

A.C.A.- El gran problema de Bush ha sido Osama Bin Laden. Y aún hay ese tufillo de que ha sido su alfil y su cómplice. ¿Qué va a pasar con ese personaje?

R.B.M.-
Estados Unidos y Bush, en particular, están empeñados en su captura. Y probablemente caiga. Bush tiene otra ventaja: ya no estará condicionado por los momentos políticos electorales ni presionado por la elección. Ahora tendrá más tiempo para diseñar la captura de Bin Laden. Hay muchas especulaciones sobre el paradero de ese personaje: que está en la parte musulmana de China, o Afganistán, Paquistán, Irán o en alguna de las ex repúblicas soviéticas. Pero Bush tendrá que atraparlo, porque tiene que demostrar éxito en su política contra el terrorismo. Sin embargo, su problema real es Irak, porque las cosas allá no le están funcionando. ¡Nunca calculó cómo iba a expresarse la resistencia islámica nacionalista iraquí!

A.C.A.- Muchos piensan que es el nuevo Vietnam.

R.B.M.-
No estoy tan seguro. Estados Unidos ha fracasado en muchas intervenciones militares, pero también ha tenido otras muy exitosas. La de Irak todavía no se define. Lo que le puede favorecer a Bush, como le he dicho, es que ya no está bajo la presión político-electoral y puede, con más holgura, rebuscar y encontrar el apoyo europeo, y el de la ONU o de coaliciones de países. También puede armar su estrategia solo. Pero Irak es un problema, porque no logra consolidarse un gobierno local. El nivel de muertos estadounidenses no tiene nada que ver con Vietnam, ni tiene un impacto político que deteriore al presidente. ¡Mil muertos son muy pocos para una guerra! Todavía son manejables. Hay quienes dicen que han muerto 100 mil iraquíes por la ocupación y los bombardeos de Estados Unidos. Por desgracia, para el mundo no cuentan esas bajas, sino las pérdidas norteamericanas.


Avance de la izquierda

A.C.A.- ¿Se vislumbra un nuevo blanco de guerra, como Irán o Corea del Norte?

R.B.M.-
No creo que Bush promueva otra invasión, porque tiene toda su atención centralizada en Irak. Eso y la reconstrucción de la economía de la Unión Americana son sus dos principales problemas. Y el hecho de que su atención se enfoque hacia Medio Oriente es muy bueno. Los latinoamericanos podemos hacer lo que queramos, porque Bush no ha impedido el triunfo de gobiernos de izquierda en la región. No lo hizo en Argentina, ni ahora en Uruguay, ni impidió el triunfo de Lula en Brasil.

A.C.A.- ¿Buscará tirar a Fidel Castro en Cuba?

R.B.M.-
A Bush, Fidel Castro le importa un cuerno. Y quizás ni está enterado de lo que le pasa. No lo va a tirar. El momento es una oportunidad estratégica para que América Latina haga sus planteamientos sin la injerencia de Estados Unidos. ¡Bush no está aquí!

A.C.A.- Digamos que la gran oportunidad la tiene López Obrador para llegar a la Presidencia de México.

R.B.M.-
Si nos basamos en esa hipótesis, no creo que Estados Unidos tenga interés de meterse en ese proceso. Si no lo hizo en Brasil, que es el país más importante de la región, no tiene por qué hacerlo en México. Y eso es muy bueno.


Fuente:
Entrevista publicada en Revista Siempre, No. 2682, Año LI, México 7 de noviembre de 2004.