RESPUESTA DE ESTADOS UNIDOS AL "CUESTIONARIO SOBRE NUEVOS ENFOQUES DE LA SEGURIDAD HEMISFÉRICA" DE LA COMISIÓN DE SEGURIDAD HEMISFÉRICA
I. Concepto de Seguridad
1. a. A juicio de su gobierno, ¿cuáles son los principios rectores actuales de la seguridad hemisférica?
Los principios reactores actuales de la seguridad hemisférica son aquellos establecidos en el Preámbulo de el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (Tratado de Río) y, en particular, el Artículo 2 de la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Estos principios incluyen el respeto mutuo por la soberanía, la cooperación y solidaridad interamericana, la solución pacífica de controversias, la adherencia a los ideales democráticos, el cumplimiento de las obligaciones derivadas del derecho internacional y la protección de los derechos humanos.
Hoy, el Hemisferio Occidental es más pacífico que nunca, caracterizado por niveles relativamente bajos de gasto militar y tensiones interestatales. Debemos procurar mantener esta situación pacífica y prevenir el surgimiento de futuros conflictos armados.
La OEA debe reafirmar y complementar nuestra arquitectura de seguridad hemisférica elaborando una declaración política, una Declaración Interamericana sobre Seguridad Hemisférica, como una guía para el siglo XXI que tenga en cuenta nuestros principios rectores de seguridad, el progreso logrado y las amenazas que han surgido desde 1947.
b. A juicio de su gobierno, ¿cuáles deberían ser los principios rectores del concepto de seguridad hemisférica a ser adoptados por el sistema interamericano y cuál sería la mejor manera de aplicar estos principios?
La seguridad hemisférica deberá basarse en tres pilares indispensables -democracia, prosperidad y el mantenimiento de la paz y la seguridad. Cada pilar es esencial para que la región pueda abordar con eficacia las amenazas internas y externas a la paz y seguridad regional. La democracia es clave para promover la solución pacífica de controversias y el control civil del ejército, así como para fortalecer las instituciones nacionales a efectos de que puedan luchar mejor contra las amenazas tradicionales y transnacionales a la seguridad. La prosperidad es una función -por lo menos, en parte- de la cooperación económica entre los estados y dicha cooperación promueve la interdependencia económica. El mantenimiento de la paz y la seguridad implica el fortalecimiento de los instrumentos y mecanismos de seguridad colectiva para la prevención de conflictos y la solución pacífica de controversias.
Si bien actualmente hay un claro consenso en que debe examinarse el concepto de seguridad en el Hemisferio, debemos ser prudentes en la forma en que definamos nuestras amenazas a la seguridad. Una definición demasiado estrecha de seguridad no nos permitiría abordar las preocupaciones únicas de los estados más pequeños. Sin embargo, una definición demasiado amplia, corre el riesgo de asignar prioridades falsas y recursos inadecuados a tipos de problemas fundamentalmente diferentes. De forma similar, debemos evitar definir a todo desafío como un asunto de seguridad, no sea que el concepto pierda significado. Como región, debemos tener cuidado cuando etiquetamos problemas que son principalmente económicos o sociales como asuntos de seguridad ya que, sino, podemos encontrarnos utilizando los instrumentos equivocados para solucionar verdaderos problemas.
2. ¿Cuáles son, a juicio de su gobierno, los enfoques comunes que pueden utilizar los Estados Miembros para hacer frente a esos riesgos, amenazas y desafíos a la seguridad?
Teniendo en consideración nuestra respuesta a la pregunta 3 abajo, el Hemisferio puede basarse en el sistema de seguridad cooperativa en la forma de la Carta de la OEA y el Tratado de Río. Para luchar contra las amenazas transnacionales, la cooperación multilateral es esencial ya que ningún estado puede luchar con eficacia por si solo, y la adopción de una Declaración Interamericana sobre Seguridad Hemisférica ayudaría a las instituciones jurídicas, mecanismos y avances actuales de la OEA a fomentar esta cooperación. También debe tenerse presente que estas amenazas transnacionales, con frecuencia, son mejor gestionadas mediante respuestas de diversas facetas, que incluyen a las diferentes instituciones nacionales y no únicamente a las fuerzas armadas. La OEA y sus entidades, comisiones, órganos y organismos, tales como la Comisión de Seguridad Hemisférica (CSH), la Junta Interamericana de Defensa (JID), el Comité Interamericano contra el Terrorismo (CICTE) y la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), ya están desempeñando un papel importante en la coordinación de estas respuestas colectivas y deberíamos procurar mejorar su papel. También debemos reconocer y mejorar las soluciones subregionales para afrontar las realidades subregionales.
3. ¿Cuáles son, a juicio de su gobierno, los riesgos, amenazas y desafíos que confronta la seguridad en el Hemisferio? En este contexto, ¿cuáles son, a juicio de su gobierno, las consecuencias políticas que suscitan las denominadas "nuevas amenazas" a la seguridad hemisférica?
Las amenazas que confronta la seguridad hemisférica se dividen en dos categorías principales: las amenazas tradicionales centradas en el estado y las amenazas transnacionales. Las amenazas tradicionales centradas en el estado y las amenazas transnacionales. Las amenazas tradicionales centradas en el estado incluyen la posibilidad de un ataque armado por un estado contra el otro, tanto si el estado se encuentra dentro o fuera del Hemisferio. Un ejemplo de amenazas tradicionales que aún confronta el Hemisferio es la existencia de controversias territoriales y fronterizas que han quedado por resolver, las cuales representan un potencial desafío para la paz y la estabilidad entre estados en la región. Las amenazas transnacionales no respetan las fronteras nacionales y a menudo provienen de actores no estatales que se aprovechan del flujo legítimo de viajeros y comercio masivo que ocurre en un Hemisferio cada vez más interdependiente para llevar a cabo sus actividades ilícitas. Ejemplos de amenazas transnacionales incluyen ante todo el terrorismo, pero también el tráfico de drogas, la delincuencia organizada, el tráfico ilícito de armas, la proliferación de armas de destrucción en masa y la migración masiva descontrolada. Estas amenazas transnacionales son transversales por naturaleza y ningún estado puede combatirlas con eficacia por sí solo.
Además de esta amenazas tradicionales y transnacionales, hay otros riesgos y desafíos no tradicionales que confronta la seguridad en el Hemisferio, tales como la fragilidad de los gobiernos democráticos, los abusos de los derechos humanos, los desastres naturales, los desastres y la degradación ambientales, la inestabilidad económica, la corrupción, enfermedades tales como el VIH/SIDA y la pobreza extrema. Si bien es importante reconocer la gravedad de estas preocupaciones, la arquitectura de seguridad en el Hemisferio no es la mejor forma para abordarlas. En vez de eso, las acciones de la OEA y de nuestros gobiernos, y los ministerios y departamentos pertinentes, deberán continuar centrándose en la preparación de respuestas multilaterales coordinadas para hacer frente a estas preocupaciones.
El Tratado de Río, la Carta de la OEA y los avances de la OEA proporcionan al Hemisferio los mecanismos de seguridad colectivos necesarios para responder a las amenazas tradicionales centradas en el estado y las amenazas transnacionales. Para tener éxito al confrontar las amenazas transnacionales es preciso un enfoque multilateral integrado que apoye la creación de la capacidad necesaria para lograr nuestros objetivos en materia de seguridad. Esto implica que las respuestas de cada estado deberán incluir diversas facetas, con la participación de diferentes organizaciones nacionales, todas actuando en la forma apropiada de conformidad con las normas y principios democráticos. De hecho, en muchas ocasiones, las organizaciones de la sociedad civil son las mejor preparadas para manejar estas nuevas amenazas a la seguridad, con o sin la asistencia de las fuerzas armadas.
A fin de mejorar nuestra capacidad para responder a las amenazas actuales a la seguridad, tanto las centradas en el estado como las transnacionales, debemos complementar nuestra arquitectura de seguridad cooperativa con el fortalecimiento de los mecanismos para la prevención de conflictos y la solución pacífica de controversias. Además, debemos trabajar para confrontar las amenazas transnacionales con una mayor cooperación multilateral entre los gobiernos y a través de la OEA y sus comisiones, órganos, entidades y organismos pertinentes - el reciente proyecto de la Convención Interamericana contra el Terrorismo es un ejemplo de esta tendencia positiva. Una Declaración Interamericana sobre Seguridad Hemisférica (véase análisis en la pregunta 5(a) abajo) establecería un marco para luchar contra estas amenazas transnacionales mediante un enfoque multilateral integrado. Dichos mecanismos deberían fortalecer los compromisos vigentes en materia de seguridad hemisférica y procurar facilitar respuestas multilaterales ante preocupaciones comunes en materia de seguridad.
II. Instrumentos
4. ¿A juicio de su gobierno, dispone la OEA de los instrumentos necesarios para la prevención y resolución de conflictos y la solución pacífica de controversias? ¿Cuáles son, a juicio de su gobierno, esos instrumentos?
Si bien la OEA ha demostrado recientemente su utilidad potencial en la prevención y solución de conflictos y en la solución pacífica de controversias, la OEA todavía carece de instrumentos y recursos permanentes para poder avanzar más en esta área. A fin de complementar y apoyar los avances en materia de cooperación hemisférica, la OEA y el sistema interamericano requieren instrumentos de diplomacia preventiva y de prevención de conflictos revitalizados y fortalecidos. Dichos mecanismos deberán procurar facilitar respuestas multilaterales ante las preocupaciones comunes en materia de seguridad. Como componentes de este enfoque, la OEA deberá emprender las siguientes medidas:
- Cuando se solicite, proporcionar asistencia a los Estados Miembros para la alerta inmediata de posibles crisis, el fortalecimiento de mecanismos para la prevención de conflictos y la solución de controversias.
- Facilitar una respuesta apropiada cuando los Estados Miembros solicitan asistencia a la comunidad hemisférica para ayudar a abordar amenazas contra los gobiernos que surgen debido a tensiones interestatales.
- Organizar respuestas multilaterales en cooperación ante las amenazas transnacionales a la defensa y la seguridad.
- Establecer los recursos y conocimientos especializados necesarios en el marco de la OEA para que ésta pueda responder con eficacia a las preocupaciones de los Estados Miembros en materia de seguridad, proporcionando conocimientos educativos, técnicos y de asesoría en materia de defensa y asuntos de seguridad.
Más específicamente, la prevención y solución de conflictos de la OEA deberá incluir las siguientes actividades: (1) solución pacífica de las controversias fronterizas y territoriales pendientes entre estados; (2) prevención de la desestabilización debida a acumulaciones de armas convencionales y a la proliferación de armas de destrucción en masa; (3) prevención de la proliferación de armas ilícitas; (4) establecimiento de mecanismos de alerta inmediata, diplomacia preventiva y gestión de crisis, tales como un centro para la prevención de conflictos y gestión de crisis dentro de la OEA; (5) fortalecimiento de las Medidas de Fomento de la Confianza y de la Seguridad (MFCS) que se esbozan en los Planes de Acción de las Cumbres y en las Declaraciones de Santiago y San Salvador, incluyendo la transparencia en las adquisiciones y presupuestos militares.
5. a. ¿Cuál es la opinión de su gobierno respecto al Tratado de Río?
El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca ("Tratado de Río") es uno de los cuatro pilares de la defensa colectiva y la arquitectura de seguridad en el Hemisferio, junto con la Carta de la OEA, los acuerdos subregionales en materia de defensa y seguridad, y la labor, resoluciones y convenciones en materia de seguridad de la OEA. (El elemento restante debería ser el tejado proverbial de la arquitectura de seguridad en el Hemisferio en la forma de una Declaración Interamericana sobre Seguridad Hemisférica adoptada durante la Conferencia Especial sobre Seguridad). El Tratado de Río es tan pertinente hoy como cuando fue adoptado en 1947. Si bien la probabilidad de agresiones transfronterizas entre estados ha disminuido de forma significativa durante la última década, esta amenaza continúa siendo motivo de preocupación y el Hemisferio debería poder confiar en la sólida estructura del Tratado de Río para manejar tales contingencias. Además, los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, y la subsiguiente invocación al Tratado de Río, demuestran que el Hemisferio todavía necesita mecanismos de seguridad colectiva para presentar un frente hemisférico unido contra la agresión.
Actualmente, tanto la Carta de la OEA como el Tratado de Río, si bien fueron redactados en 1947, son muy válidos. El Artículo 6 del Tratado de Río permite su invocación por "cualquier otro hecho o situación que pueda poner en peligro la paz de América". Las nuevas amenazas que podemos conjuntamente identificar, ¿ponen el peligro la paz y la seguridad del Hemisferio? Por supuesto.
La Carta de la OEA, de forma similar, ha sido adaptable y capaz de responder cuando ha sido necesario. Los avances, resoluciones y convenciones de la OEA han abordado con eficacia nuestras preocupaciones comunes de seguridad en el Hemisferio durante más de una década.
El Tratado de Río y la Carta de la OEA deberán ser complementados con una Declaración Interamericana sobre Seguridad Hemisférica, una declaración que otorgará la importancia adecuada a las nuevas amenazas que confronta el Hemisferio, así como a las amenazas tradicionales. Esta Declaración que se propone también destacará temas importantes para la seguridad del Hemisferio tales como el apoyo a la democracia, los derechos humanos y el desarrollo económico, cultural y social.
La Declaración que se propone también resaltará la necesidad de medidas de fomento de la confianza y de la seguridad (MFCS) más formales. Las MFCS son una parte importante del esfuerzo general que se realiza para mejorar la seguridad, fomentando la estabilidad, la transparencia, la previsión y la confianza. Debe trabajarse más en la ejecución universal de los mandatos de los Planes de Acción y Declaraciones de San Salvador y Santiago en cuanto a las MCFS.
Además, la Declaración que se propone prestará mayor atención a la diplomacia preventiva, la alerta inmediata, la prevención de conflictos, y la solución pacífica de controversias. Este nuevo marco para la prevención y solución de conflictos emprenderá las actividades esbozadas en la respuesta a la pregunta 4.
b. ¿El Tratado de Río ha sido suscrito o ratificado por su gobierno?
Estados Unidos suscribió el Tratado de Río el 2 de septiembre de 1947, lo ratificó el 12 de diciembre de 1947 y presentó su instrumento de ratificación el 30 de diciembre de 1947.
c. ¿El Protocolo de Reformas de 1975 del Tratado de Río ha sido suscrito o ratificado por su gobierno?
Estados Unidos suscribió el Protocolo de Reformas el 26 de julio de 1975, lo ratificó el 14 de abril de 1978 y presentó su instrumento de ratificación el 20 de septiembre de 1979.
d. ¿Existen impedimentos legales a la ratificación por parte de su gobierno?
No es aplicable.
6. a. ¿Cuál es la opinión de su gobierno respecto al Pacto de Bogotá?
Estados Unidos considera que el tratado tiene algunas deficiencias, en particular en lo que concierne al papel de la Corte Internacional de Justicia y su jurisdicción, los procedimientos de arbitraje contemplados por el Pacto y el Artículo VIII del Pacto. Estas preocupaciones se especifican con más detalle en las reservas efectuadas por Estados Unidos en el momento de la firma. Además, la utilidad práctica del Pacto de Bogotá se ve limitada por el hecho de que la mayoría de los Estados Miembros de la OEA no son parte del mismo y que muchos signatarios suscribieron el Pacto con considerables reservas.
b. ¿El Pacto de Bogotá ha sido suscrito o ratificado por su gobierno?
Estados Unidos ha suscrito el Pacto de Bogotá, pero no lo ha ratificado.
c. ¿Existen impedimentos legales a la ratificación por parte de su gobierno?
Desde el punto de vista de Estados Unidos, el Pacto de Bogotá tiene algunas deficiencias jurídicas que impiden su ratificación. Estas deficiencias se especifican en las reservas de EE.UU. al Pacto que se efectuaron en el momento de la firma.
III. Instituciones y Procesos
7. a. ¿Cuál es la opinión de su gobierno respecto a la Junta Interamericana de Defensa?
La OEA, como organización regional, debe tener los recursos y conocimientos especializados en materia de defensa y seguridad necesarios para responder con eficacia a las preocupaciones de seguridad de los Estados Miembros. Es necesaria una entidad hemisférica que pueda proporcionar a la OEA y a sus Estados Miembros asesoramiento técnico en cuestiones de defensa y seguridad. En la actualidad, la OEA no puede proporcionar asistencia técnica y de asesoría en materia de defensa y seguridad desde dentro de su organización. En ocasiones, la OEA ha encomendado a la Junta Interamericana de Defensa (JID) tareas relacionadas con la defensa y la seguridad, pero los conocimientos especializados de la JID han sido muy infrautilizados.
Estados Unidos ve a la JID como un componente importante de los recursos y conocimientos especializados en materia de defensa y seguridad que requiere la OEA. Las funciones consultivas y de asesoramiento que desempeña la JID promueven la cooperación regional para la paz y la seguridad en el Hemisferio mediante contactos de defensa y seguridad, transparencia en asuntos de defensa, y otras medidas de fomento de la confianza y de la seguridad. Además, el Colegio Interamericano de Defensa que dirige la JID proporciona educación útil a líderes del Hemisferio sobre temas tales como las relaciones civil-militar, las operaciones de mantenimiento de la paz, la asistencia militar para desastres naturales y la solución pacífica de controversias. La OEA deberá asignar a la JID funciones de asesoría y consulta, y actualizar la misión de la JID a efectos de incorporar la seguridad hemisférica, lo cual permitirá a la JID servir mejor a la causa de la seguridad hemisférica y a la OEA a servir mejor a sus Estados Miembros, mediante su capacidad para abordar competentemente sus preocupaciones en materia de defensa y seguridad.
Además de los asuntos de defensa, la Junta deberá centrarse más en la seguridad en general y, de esta manera, prestar más atención a los asuntos relacionados con la aplicación de la ley, en la medida que las entidades responsables de la aplicación de la ley son a menudo las organizaciones nacionales más convenientes para abordar amenazas tales como el terrorismo, el tráfico de drogas, y las empresas de la delincuencia internacional. Además, la Junta deberá procurar fomentar la participación civil en la Junta, reflejando la importancia de las organizaciones no militares en la lucha contra las amenazas transnacionales mencionadas con anterioridad. Además, con el fin de contribuir mejor a la causa de la seguridad hemisférica, la OEA deberá procurar ampliar el número de miembros de la Junta a todos los Estados Miembros de la OEA a efectos de convertirla en una institución verdaderamente interamericana. De forma similar, los Estados Miembros deberán reflejar sus necesidades a efectos de procurar asistencia técnica de la JID.
b. ¿Tiene su gobierno la intención de ingresar a su país en la JID?
Estados Unidos es miembro de la JID.
c. ¿A juicio de su gobierno, debe reforzarse la relación entre la OEA y el JID, y de ser así, de qué modo?
Si bien la Resolución 1240 (XXIII-O/93) de la Asamblea General de la OEA permitía a la OEA encomendar tareas directamente a la JID, el vínculo jurídico formal entre la Junta y la OEA deberá fortalecerse aún más para asignar a la Junta una misión actualizada y un sólido mandato. Como tal, Estados Unidos apoya el establecimiento de un órgano permanente de asesoría en materia de defensa y seguridad, preferiblemente de conformidad con los Artículos 66-69 de la Carta de la OEA, siendo la Junta el pilar de este nuevo órgano permanente. Dicho arreglo serviría para tratar cuestiones sobre la relación de la Junta con la OEA. Lo que es más importante, proporcionaría al Secretario de la OEA y al Consejo Permanente los conocimientos educativos, técnicos y de asesoría que la OEA necesita para servir mejor a sus Estados Miembros.
8. ¿A juicio de su gobierno, cómo contribuyen a la agenda de seguridad hemisférica:
a. la conferencia de ministros de defensa y las reuniones de los altos mandos de los ejércitos, fuerzas aéreas y marinas de las Américas; y
La Conferencia de Ministros de Defensa y las reuniones de los jefes de los estados mayores, fuerzas aéreas y armadas de las Américas proporcionan una mayor transparencia en asuntos de defensa y seguridad y promueven una mayor cooperación y diálogo entre las fuerzas armadas del Hemisferio. Estas reuniones también representan una oportunidad para promover enfoques de cooperación para abordar las amenazas que confrontan muchos estados de las Américas. Además, son una oportunidad para que estos órganos analicen las contribuciones que pueden aportar a los mandatos de la Cumbre y la Asamblea General.
b. el SSR y la Comisión de Seguridad de Centroamérica, y otros procesos y acuerdos regionales y subregionales en materia de seguridad?
En las Américas, hay diferencias drásticas en la forma en que las diferentes naciones del Hemisferio observan las amenazas a la seguridad. Actualmente, las amenazas varían de región a región, y es prudente establecer arreglos subregionales, tales como el Sistema de Seguridad Regional (SSR) y la Comisión de Seguridad de Centroamérica, que complementan y fortalecen al sistema interamericano y sirven de foros importantes a través de los cuales los Estados Miembros pueden abordar amenazas comunes en su región de forma multilateral y en cooperación.
En la Conferencia sobre Seguridad encomendada por la Cumbre, debemos reconocer el progreso que se ha logrado en abordar preocupaciones subregionales con soluciones subregionales. Desde 1947, los acuerdos de seguridad subregionales, tales como el Sistema de Seguridad Regional en el Caribe, el Tratado Marco sobre Seguridad Democrática en Centroamérica, la Declaración Política del MERCOSUR, Bolivia y Chile como una Zona de Paz, y la resolución de la controversia fronteriza fronterizo entre Perú y Ecuador, son ejemplos de enfoques de cooperación que contribuyen de forma directa a la seguridad del Hemisferio. Este es un paso importante, parte de nuestra nueva arquitectura de seguridad en el Hemisferio. De hecho, estos acuerdos forman uno de los cuatro pilares de la arquitectura de seguridad actual en el Hemisferio, junto con la Carta de la OEA, el Tratado de Río, y los avances, resoluciones y convenciones de la OEA en el área de la seguridad hemisférica.
9. ¿A juicio de su gobierno, debería establecerse una relación más estrecha entre esas conferencias y reuniones y la OEA, y de ser así, de qué modo?
Cada una de ellas deberá procurar contribuir a la agenda de seguridad hemisférica mediante el cumplimiento de los mandatos establecidos por los Presidentes y líderes en la Cumbres y en la Asamblea General. Asimismo, las instituciones, conferencias y reuniones subregionales deberán informar a la OEA sobre su progreso y actividades anualmente mediante informes o presentaciones a la Comisión de Seguridad Hemisférica. Además, deberá invitarse al Presidente de la Comisión de Seguridad Hemisférica a estas reuniones, y el gobierno sede que las presida podría informar periódicamente a la OEA sobre el contenido y los resultados de las mismas.
IV. Conferencia Especial sobre Seguridad
10. a. ¿Cuál es la opinión de su gobierno respecto del cumplimiento de los mandatos de la Asamblea General sobre la Conferencia Especial sobre Seguridad emanados de la Segunda Cumbre de las Américas?
La Resolución 1795 (XXXI-O/01) de la OEA establece eficaz y adecuadamente un proceso deliberante para el cumplimiento de los mandatos de la Cumbre. Este proceso deberá cumplirse en la mayor medida posible, si bien el proceso debería acelerarse a efectos de celebrar la Conferencia Especial en la mayor brevedad posible. La Resolución 1795 (XXXI-O/01) de la OEA deberá ser actualizada y presentada a la Asamblea General en Bridgetown, Barbados.
Además, el Plan de Acción de la Cumbre de la Ciudad de Québec solicita la celebración de "una reunión de expertos, antes de la Conferencia Especial sobre Seguridad, para dar seguimiento a las conferencias regionales de Santiago y San Salvador sobre medidas de fomento de la confianza y de la seguridad para evaluar su implementación y considerar los siguientes pasos para consolidar la confianza mutua". El progreso permanente en el fomento de la confianza mutua en la región continuará basándose sobre los firmes fundamentos de paz y seguridad en las Américas.
La Reunión de Expertos sobre MFCP encomendada por la Cumbre, que se celebrará antes de la Conferencia Especial sobre Seguridad, será un paso vital para avanzar en el progreso ya logrado en San Salvador y Santiago, aumentando la confianza, la cooperación y la transparencia entre nuestros estados.
La OEA debe adoptar medidas deliberantes para asegurar que esta reunión se celebra en 2002.
También debemos tener en mente que la Cumbre encomendó a la OEA otros dos mandatos en preparación de la Conferencia Especial: (1) "Seguimiento y ampliación de los temas relacionados con las medidas de fomento de la confianza y de la seguridad"; (2) "Análisis del significado, alcance y repercusiones de los conceptos de seguridad internacional en el Hemisferio, con miras a formular los criterios comunes más adecuados para gestionar sus diversos aspectos, incluidos el desarme y el control de armas".
b. ¿A juicio de su gobierno, cuál debería ser el nivel de representación en la Conferencia Especial sobre Seguridad?
La Conferencia Especial deberá ser una reunión de nivel ministerial, con los ministros de relaciones exteriores actuando en su capacidad como el Consejo de Ministros. Dicho nivel de representación será necesario para emprender cambios estructurales y tomar decisiones sobre seguridad y defensa.
c. ¿A juicio de su gobierno, cuáles deberían ser los resultados y porqué?
La Conferencia Especial sobre Seguridad encomendada por la Cumbre deberá tener como resultado la adopción de resoluciones así como una Declaración Interamericana sobre Seguridad Hemisférica que complementará a las instituciones, mecanismos e instrumentos jurídicos del Sistema Interamericano ya establecidos. La Declaración servirá para reafirmar y complementar nuestra arquitectura actual de seguridad hemisférica, que consiste del Tratado de Río, la Carta de la OEA, acuerdos de seguridad subregionales, y la labor de la OEA en materia de seguridad hemisférica. Esta Declaración otorgará la prioridad adecuada a las amenazas transnacionales a la seguridad y establecerá un plan para el mantenimiento y el avance de la paz y la democracia en el Hemisferio, mediante medidas que fortalecen la transparencia en asuntos militares y la seguridad cooperativa.
Fuente:
Organización de los Estados Americanos
OEA/Ser.G
CP/CSH-410/01 add. 11
21 mayo 2002