Título: Perú. Propuesta de Libro Blanco de la Defensa Nacional - Capítulo III

EL ESTADO PERUANO
1. Origen y Evolución
Perú tiene una larga tradición en cuanto a organización política y pese a que no podemos hablar de la existencia de un Estado como poder político organizado, ya existía tal y como lo conocemos hoy en el valle de Supe, al norte de Lima, en una ciudad conocida como Caral, que tiene una antigüedad de aproximadamente 2.627 a 2.100 años a. C, lo que la convierte en la ciudad más antigua de América. Este descubrimiento rompe el viejo mito de que la civilización y el Estado comenzaron tardíamente en el Nuevo Mundo y convierte a Perú, al igual que a Egipto, Mesopotamia, India, China, y América Central en una de las seis áreas de inicio de la civilización universal.
Este descubrimiento nos lleva a replantear la historia de la civilización en la América precolombina porque hasta ahora las evidencias de su existencia databan de 1.600 a 1.200 años a.c. como es el caso de Chavín de Huántar en Perú. Esta civilización reviste importancia porque consolidó formas estatales teocráticas, con templos y fortificaciones que nos señalan la existencia de una organización militar para la defensa y el ataque. Estas características teocráticas darían paso a formas expansivas como Huari y los Incas, quienes lograron su nivel más alto de desarrollo cuando organizaron el Tahuantinsuyo, que fue una unidad política imperial que agrupó a una diversidad de realidades, étnicas, lingüísticas y culturales.
El Tahuantinsuyo, a inicios del siglo XVI, había afianzado su presencia en todo el territorio de los Andes en una extensión de 4 millones de kilómetros cuadrados y una población que sobrepasaba los doce millones de habitantes. Sin embargo, los incas no habían logrado aún consolidarse culturalmente en la región. Trabajaban en este arduo proceso cuando los españoles se aventuraron en el Tahuantinsuyo y consolidaron su dominio y organizaron un gobierno virreinal que se prolongó por cerca de trescientos años.
Luego de la proclamación de la Independencia de Perú, San Martín dio los primeros pasos para organizar el Estado Peruano. El 3 de agosto de 1821 dispuso la creación de un Protectorado como forma inicial de gobierno y de los ministerios de Hacienda, Gobierno y Relaciones Exteriores y Guerra y Marina. En septiembre de 1822, un Congreso Constituyente aprobó el sistema de gobierno republicano y la división de poderes. Desde entonces somos un estado soberano organizado bajo el mandato de una constitución.
La historia de la República del Perú puede resumirse, entonces, como un proceso de construcción de un Estado-nación, caracterizado por un pasado común, la pluralidad cultural, el mestizaje, anhelos y valores colectivos, pero, por sobre todo, por la promesa de un destino común. Esta visión de futuro es la que nos consolida como una nación, consciente de sus intereses, oportunidades y amenazas y de que su defensa nacional es tarea de todos los que la conformamos.
2. Principios del Estado Peruano
El Estado peruano es unitario, es decir uno e indivisible y la Constitución es la norma que le da unidad jurídica. Está también define sus principios: "La defensa de la persona es el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado", y tiene derecho a la paz, tranquilidad, así como a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida.
Por ello, son deberes primordiales del Estado: defender la soberanía nacional, garantizar la plena vigencia de los derechos humanos, protegerse de las amenazas contra su seguridad, y promover el bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo integral y equilibrado de la Nación. Asimismo, es deber del Estado establecer y ejecutar la política de fronteras y promover la integración, particularmente regional, así como el desarrollo y la cohesión de las zonas fronterizas en concordancia con la política exterior.
El poder del Estado emana del pueblo, quienes lo ejercen lo hacen con las limitaciones y responsabilidades que la Constitución y las leyes establecen, por tanto ninguna persona, organización, Fuerzas Armadas, Policía Nacional o sector de la población puede irrogarse el ejercicio de ese poder: hacerlo constituye rebelión o sedición.
Todos los peruanos tienen el deber de honrar a Perú y de proteger los intereses nacionales, así como de respetar, cumplir y defender la Constitución y el ordenamiento jurídico de la Nación, porque el territorio del Estado es inalienable e inviolable y comprende el suelo, el subsuelo, el dominio marítimo, y el espacio aéreo que lo cubre.
El dominio marítimo del Estado comprende el mar adyacente a sus costas, así como su lecho y subsuelo, así como el espacio aéreo, hasta la distancia de doscientas millas marinas medidas desde las líneas de base que establece la ley. En su dominio marítimo y aéreo, el Estado ejerce soberanía y jurisdicción, sin perjuicio de las libertades de comunicación internacional de acuerdo con la ley y con los tratados ratificados por el Estado.
3. Elementos del Estado Peruano
Todo Estado como sociedad organizada tiene tres componentes: población, territorio y poder.
3.1 Población
La evidencia arqueológica más antigua del poblamiento de nuestro territorio se encuentra en la cueva de Piquimachay, en Pacaicasa, cerca de Ayacucho, con una antigüedad aproximada de 21.000 años. Estos primeros pobladores eran cazadores-recolectores, nómadas y dotados de toscos instrumentos de piedra y hueso. La búsqueda de subsistencia llevó a estos hombres a descender por la cadena montañosa y establecerse en la costa en búsqueda de una fauna hoy extinguida. Sin embargo, este poblamiento se convirtió en un reto dada la variedad de ecosistemas que presenta: supieron adaptar sus actividades y formas de vida a tan variada naturaleza. Más que un desafío, la naturaleza se convirtió en una alternativa de vida que supieron aprovechar y defender.
El hombre se adaptó a la tierra, se sintió seguro en ella y aprovechó al máximo sus recursos, gestando y recreando una cultura andina con altos niveles de desarrollo que permitió la domesticación de plantas y animales. Luego inició el sedentarismo, que mejoró notablemente sus condiciones de vida y permitió un crecimiento demográfico, tanto en la sierra como en la costa, y se fueron configurando diversas civilizaciones como: Caral, Chavín, Moche, Sipan, Huari, Tahuantinsuyo; cuya transformación en una nación se inició con el mestizaje que se produjo con la llegada de los españoles en el siglo XVI. Garcilaso de la Vega, el Inca, fue el primero en esbozar una idea de nación peruana al dedicar sus Comentarios Reales "a todos los peruanos nacidos en el territorio del Perú...", reconociéndose que con él nace la peruanidad y el nacionalismo.
Perú, como nación, es el producto del encuentro de dos culturas. Representa lo mestizo, un conjunto de pueblos, una mixtura de razas, lenguas, tradiciones y mitos, sabores y costumbres: es la marinera, el cajón peruano, el cebiche y el pisco, cuya peruanidad está confirmada por documentos que datan del siglo XVI; sin olvidar que Pisco es un vocablo quechua que significa ave y el nombre de un valle de la costa peruana donde vivió el pueblo de los piscos, hábiles alfareros descendientes de los Paracas.
La población peruana, tanto en número como en distribución, ha variado en el discurso del tiempo. De los 12 millones de habitantes que tenía el Tahuantinsuyo, a los cien años de la llegada de los españoles la población apenas alcanzaba los 700 mil habitantes, como secuela de las pandemias y el trabajo en la mita minera: una de las bajas demográficas más dramáticas en la historia mundial. A mediados del siglo XVII, se inició una recuperación poblacional. Al comenzar nuestra vida independiente la población se calculaba en 1.373.736 habitantes. El censo de 1876 arrojó una población de 2.699.106 habitantes.
A inicios del siglo XX la población era aproximadamente de 3.800.000 habitantes; en 1940 casi se había duplicado (según el censo de ese año llegaba a 7.023.111; en 1961 los peruanos éramos 10.420.357; en 1972, 14.121.564, y en 1981 nuestra población creció a 17.762.231. Según el IX Censo de Población y IV de Vivienda de 1993, la población total de Perú era de 22.639.443 habitantes. En 1998, proyecciones estadísticas nos indicaban que la población peruana bordeaba los 25 millones, de los cuales el 50,4 % eran mujeres y el 49,8% hombres. En 2002, la población alcanzaba 27.949.639 sin embargo, la distribución poblacional es desequilibrada: alrededor del 50% de la población habita en la región de la Sierra; el 40%, en la Costa, y sólo el 10%, en la Selva. Para el 2005 la población peruana se proyecta en 30.805.600.
La población está distribuida: 52,2% en la costa; 35,7% en la sierra y 12,1% en la selva. La población urbana constituye es 71,9% y la rural, 28,1%. La densidad poblacional es 19,3 hab/Km2: en la costa 97 hab/Km2, en la sierra 23 hab/Km2 y en la selva 3 hab/Km2. Nuestra tasa de crecimiento poblacional es 1,6% por año y la esperanza de vida es 68,3 años (hombres 65,9 años y mujeres 70,8 años).
Hasta 1975 el castellano, hablado por el 70% de la población, fue el único idioma oficial de Perú. Ese año el quechua fue reconocido también como lengua oficial. La Constitución de 1993 establece que en las zonas donde predomine su uso, de igual forma son idiomas oficiales: el aimara y las demás lenguas aborígenes.
Los contrastes orográficos y biogeográficos de nuestro territorio generan una desigual distribución de la población. Perú tiene actualmente una población mayoritariamente urbana y afincada en la costa, siendo Lima, la capital , la que concentra aproximadamente 10 millones de habitantes, es decir el 30 % de la población nacional, esto es consecuencia de un acentuado centralismo y de una fuerte migración de las poblaciones rurales a la Costa, que se acentúa desde los años 40 como producto de diferentes trasformaciones económicas, sociales y políticas que vive desde entonces.
Este fenómeno de migraciones masivas se incrementa en las últimas décadas como consecuencia de la subversión, de tal manera que Lima concentra el 66% del ingreso nacional, el 46% de PEA, el 82% de los depósitos bancarios, el 53% de PBI nacional, 59% del gasto público, 62% del comercio y el 86% de la recaudación de impuestos. Estos cambios demográficos han determinado una nueva configuración de las ciudades, con grandes cinturones de pobreza en su periferia.
3.2 Territorio
Perú está ubicado en el continente americano, en el hemisferio sur -con relación a la línea ecuatorial- en la parte central y occidental de América del Sur y posee un amplio litoral en el océano Pacífico. Limita con cinco países sudamericanos: Ecuador y Colombia por el norte, Brasil y Bolivia por el este y Chile por el sur. Con todos los Estados los limites están establecidos por tratados Internacionales, ratificados tanto por el Congreso de Perú, así como los parlamentos de los Estados vecinos.
Las longitudes de nuestras fronteras son: con Ecuador 1.528 Km. 546 m; con Colombia, 1.506Km. 026 m; con Brasil, 2.822 Km. 496 m; con Chile, 196 Km. 150 m y con Bolivia, 1.047 Km. 160 m y contando con una extensión total de frontera terrestre de aproximadamente 7.400 kilómetros.
La superficie total del territorio peruano es inalienable e inviolable y suma 1.285.216 Kilómetros cuadrados. Comprende el suelo, el subsuelo, el dominio marítimo y el espacio aéreo que los cubre incluyendo las islas costaneras en el océano Pacífico, y la parte peruana del Lago Titicaca. De ese total la superficie insular es de 133,40 Kilómetros cuadrados que se descompone así: 94,36 Km2, superficie de las islas ubicadas frente al litoral marítimo de Perú, y 39,04 Km2 la superficie de las islas del sector peruano del Lago Titicaca.
Por el oeste, el océano Pacifico baña las costas y configura un litoral de 3.080 kilómetros de longitud y un dominio marítimo que comprende el mar adyacente a sus costas, su lecho y subsuelo hasta la distancia de 200 millas marinas y el espacio aéreo que cubre todo el territorio continental y mar adyacente.
Este territorio, como en todo Estado unitario, se divide administrativamente en 24 departamentos y una provincia constitucional, Callao. Los departamentos se dividen en provincias y éstas en distritos. Los departamentos son los siguientes: Amazonas, Ancash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima, Loreto, Madre de Dios, Moquegua, Pasco, Piura, Puno, San Martín, Tacna, Tumbes y Ucayali. La capital de la República del Perú es la ciudad de Lima y su capital histórica, la ciudad de Cusco.
La Costa, de acuerdo con la clasificación de Pulgar Vidal, se divide en chala y yunga. La chala configura el amplio litoral que se extiende por 3.080 kilómetros. Tiene variaciones notables y se subdivide en tres zonas. La primera está ubicada en la zona norte, -subtropical-, se extiende hasta Lambayeque, con temperaturas que oscilan entre los 22° y 35° C, con lluvias periódicas que propician el crecimiento de árboles y plantas silvestres; una segunda se extiende desde Lambayeque hasta Cañete, se distingue por su clima semitropical y alta nubosidad, y la tercera, de Cañete hacia el sur, tiene un ambiente más seco y árido, no se registran lluvias y la temperatura media anual es de 23° C.
La yunga es la zona transicional entre la costa y la sierra y está ubicada entre los 500 y 2.300 metros sobre el nivel del mar. No ofrece tierras para el cultivo porque presenta cerros sin vegetación y en permanente erosión, no obstante el poblador prehispánico construyó miles de andenes, canales de regadío y estanques para incorporar los declives de esos cerros a la agricultura. Son notables aún los andenes de Santa Eulalia, en el valle del Rímac; de Pacarán y Laraos, en Cañete; de Yaso, en el Chillón.
El Mar Peruano es de vital importancia porque presenta un sistema de corrientes marinas que afloran aguas profundas y frías, que transportan nutrientes que permiten una rica vida marina. La corriente costeña o de Humboldt y la corriente Oceánica de Perú integran el anticiclón del Pacífico Sur y se desplazan hacia el norte, la primera corre pegada al litoral y presenta temperaturas de 13° a 17°, mientras que la Oceánica de 21°, es más cálida y de mayor salinidad. A estas corrientes se agrega la Subsuperficial que nace entre los 2° latitud norte y 2° latitud sur, se proyecta al oeste y luego al suroeste y permite aflorar aguas profundas con temperatura de 13° C. Por último tenemos a la corriente de El Niño que aparece en diciembre y se asocia al fenómeno climatológico que origina lluvias y altas temperaturas en la costa y sequías en la sierra sur y en la cuenca amazónica. Este fenómeno se manifiesta en nuestro territorio desde finales del pleistoceno. Los cronistas dan cuenta de su presencia en el mundo prehispánico y el primer registro que se tiene de sus efectos después de la llegada de los españoles data de 1541.
La sierra, ubicada entre los 2300 metros sobre el nivel del mar (msnm) y los nevados de las alturas andinas que sobrepasan los 6.000 msnm. Se compone de: quechua (2.300 a 2.500 msnm), suni o jalca (3.500 y 4.000 msnm), puna (4.000 a 4.800 msnm), y janca (4.800 a 5.200 msnm o más) La quechua, por ser menos abrupta, tiene suelos aptos para la agricultura, por ello ha sido la zona preferida para el poblamiento. La región suni o jalca es accidentada y fría. La puna es el altiplano, con climas muy fríos. En ella crece la papa, la maca y el ichu que sirve de alimento a los camélidos americanos: alpacas, llamas, vicuñas y guanacos. La janca, es la cordillera con sus picos y nevados, está salpicada de innumerables lagos y lagunas que constituyen un importante reservorio de agua. De estos lagos el más importante es el Titicaca, ubicado a 3.810 msnm y considerado como el más alto del mundo. También en la Sierra hay una amplia riqueza minera.
La selva amazónica es la región más extensa. Se compone de selva alta o rupa rupa y selva baja u omagua. La selva alta (400 a 1.000 msnm) es de abundante follaje con calor intenso, llueve todo el año y presenta una cadena montañosa conocida como cordillera de San Francisco que nace en el nevado Ausangate en Cusco y penetra la Amazonia. Las laderas de esta cadena son aptas para la agricultura y por la estabilidad de sus suelos puede construirse carreteras de penetración. La selva baja (80 a 400 msnm) es el llano amazónico comprende zonas húmedas y pantanosas con cuencas fluviales muy importantes que confluyen en el Amazonas. Se inicia cuando concluyen los pongos de Manseriche, Aguirre y Mainique, y se caracteriza por un bosque tupido y parejo a manera de una verde llanura ondulante. Esta zona tiene importancia forestal más que agrícola; asimismo, es una reserva natural de oxígeno y agua que hoy son elementos fundamentales para la sobrevivencia humana.
El río Amazonas es el elemento geográfico más importante de la selva peruana. Descubierto en 1540 por una expedición que salió de Cusco, es el río más largo del mundo, con una extensión de 6.275 kilómetros. nace a 5.597 metros sobre el nivel del mar, en un arroyo del Nevado Mismi, la cordillera de Los Andes del sur de Perú y termina en Brasil. Atraviesa la selva más extensa del mundo y es también el más caudaloso porque en él se combinan las aguas de los ríos Apurímac, Huallaga, Mantaro, Marañón y Urubamba-Vilcanota. El Amazonas es navegable durante todo el año por embarcaciones de medio calado, lo que posibilita, mediante el transporte multimodal y la bioceanidad de Perú utilizar esta vía para llegar al Atlántico.
Esta diversidad geográfica permite que de los 105 ecosistemas de existencia de vida en el 84 se encuentren en nuestro territorio : la mayor bio-diversidad. existente en la tierra. Nuestro territorio cuenta con el 5% de las aguas superficiales del mundo, cuenta con 28 de los 32 climas que se reconocen en el planeta. Igualmente, aquí se desarrollan entre 40 mil y 50 mil especies florales, es decir el 8% del total de las especies mundiales. Unas doscientas son domesticadas y otras son silvestres. La fauna también es de una diversidad excepcional cuenta con el 9% del total mundial de mamíferos y el 19% del total mundial de aves.
Esta heterogeneidad geográfica hace que Perú sea un país marítimo, andino y amazónico, con una gran variedad de flora, fauna y riqueza minera fundamentales para nuestro desarrollo. Es el territorio que hay que preservar, proteger y defender porque es la patria de nuestros antepasados que queremos heredar a las generaciones futuras. Esta patria es muy antigua, milenaria, nació con los primeros pobladores que llegaron al territorio andino, cuyas evidencias quedan expresadas en Caral, Chavín, Sipán, Machu Picchu y en las tumbas de los hombres, que a través de la historia, ofrendaron sus vidas por defenderla.
3.3. Poder
Suprema potestad, rectora y coactiva del Estado; para regular la vida nacional en todos sus aspectos, es ejercido por el Estado a través del gobierno. Es similar en todos los estados, variando la forma jurídica de su organización, plasmadas en las Constituciones Políticas, emana de la voluntad soberana del pueblo; es ejercido por los órganos y funcionarios que el orden jurídico establece.
Según la Constitución el gobierno peruano descansa sobre tres poderes fundamentales: el poder legislativo, el poder ejecutivo y el poder judicial.
3.3.1 Poder Nacional
Es la capacidad del Estado para imponer la voluntad de lograr y mantener sus objetivos y realizar sus fines, pese a los obstáculos internos y externos; capacidad que emana de la integración de los medios tangibles e intangibles, cualitativa y cuantitativamente considerados, que posee el Estado-Nación en un momento determinado.
Cada Estado es responsable de la percepción racional de su poder para identificar sus intereses y amenazas minimizando los riesgos que ello implica en un mundo cada vez más competitivo donde otros Estados buscan concretar aspiraciones similares. En esta convergencia o divergencia de intereses, es que la Seguridad Nacional toma cuerpo para aglutinar su esfuerzo en la cooperación hacia metas comunes, de influencia o defensa, de lo que le es propio e inalienable.
3.3.2 Potencial Nacional
Es la totalidad de medios tangibles e intangibles susceptibles de ser incorporados al Poder Nacional, que en un determinado momento existen en situación de latencia y a disposición del Estado para la consecución de sus objetivos.
3.3.3 Gobierno
La historia reconoce tres formas clásicas de gobierno determinadas según respete o no la ley. Monarquía: conforme a las leyes ejercido por uno. Aristocracia: conforme a las leyes ejercido por unos pocos. Democracia: conforme a las leyes ejercido por muchos. Las formas de no respeto de la ley son: tiranía, oligarquía y demagogia. En Perú predomina la democracia.
Comúnmente suelen confundirse los conceptos de Estado y gobierno, por eso es necesario diferenciarlas, porque tienen distinto significado. El vocablo Estado designa la totalidad de la comunidad política, es decir al conjunto de personas e instituciones que forman la sociedad jurídicamente organizada sobre un territorio determinado; en cambio la palabra gobierno comprende solamente a la organización específica del poder constituido al servicio del Estado
El gobierno es sólo uno de los elementos constitutivos del Estado. Es el conjunto de órganos directivos del Estado o la institución o conjunto de instituciones por las cuales la sociedad realiza y desarrolla aquellas reglas de conducta necesarias para hacer posible la vida de los hombres en una condición social. Tomando como criterio diferencial la participación del pueblo en las organizaciones y marcha de la sociedad política, se distinguen dos formas de gobierno: democracia y autocracia.
La primera supone un alto grado de participación popular; la segunda se caracteriza porque el orden estatal es creado por un señor único, contrapuesto a todos los súbditos que excluye de toda participación activa. Por lo tanto, los Estados de tendencia democrática son aquellos en los que el pueblo participa de algún modo en las tareas de interés general, mientras que Estados de tendencia autocrática, son aquellos en los que se deniega tal participación popular.
Perú tiene como sistema de gobierno la República y según la Constitución Política vigente es una República democrática, social, independiente y soberana.
Su gobierno es unitario, representativo y descentralizado, y se organiza según el principio de la separación de poderes.
El poder legislativo reside en un Congreso unicameral, denominado Congreso de la República compuesto de 120 representantes. El poder ejecutivo está encarnado en la figura del presidente de la República, quien es jefe de Estado y personifica a la nación, también forma parte del ejecutivo el Consejo de Ministros nombrado por el Presidente de la República. El poder judicial es el órgano encargado de administrar justicia y lo integran órganos jurisdiccionales cuya instancia máxima reside en la Corte Suprema de Justicia. La judicatura está compuesta también por tribunales superiores y por juzgados de primera instancia.
El Consejo de Ministros integra el poder ejecutivo y es la reunión de todos los Ministros de Estado que tienen a su cargo la gestión de los servicios públicos, opera como órgano deliberativo de los grandes asuntos nacionales de interés multisectorial. Lo componen: una Presidencia y los ministros de las siguientes carteras: Economía y Finanzas; Agricultura; de la Producción; Comercio y Turismo; Energía y Minas; Transporte y Comunicaciones; Justicia; Educación; Salud; Vivienda, Construcción y Saneamiento; Trabajo y Promoción del Empleo; de la Mujer y Desarrollo Social; Relaciones Exteriores; Defensa; e Interior.
Otros órganos constitucionales de gobierno son:
El Consejo Nacional de la Magistratura es el encargado de la selección y nombramiento de jueces y fiscales. Es un organismo independiente y se rige por su propia ley orgánica.
El Ministerio público es el representante de la sociedad en los procesos judiciales. Es autónomo y lo preside el fiscal de la nación, elegido por la junta de fiscales supremos.
La Defensoría del Pueblo es el organismo encargado de defender los derechos constitucionales y fundamentales de la persona y de la comunidad en su conjunto. Le corresponde asimismo supervisar el cumplimiento de los deberes y obligaciones de la administración del Estado, así como de verificar la prestación de los servicios públicos a la ciudadanía. Es autónomo y lo dirige el Defensor del Pueblo, elegido y en su caso relevado por el Congreso.
El Tribunal Constitucional es el órgano autónomo e independiente que entiende de la constitucionalidad de las leyes y las conductas políticas en el país. Sus componentes son elegidos por el Congreso.
La Contraloría General de la República es el órgano superior del Sistema Nacional de Control. Supervisa la ejecución del presupuesto del Estado, las operaciones de la deuda pública y de los actos de las instituciones de Derecho público sujetas a control. Lo dirige el contralor general, designado por el Congreso a propuesta del poder ejecutivo.
La Superintendencia de Banca y Seguros ejerce por su parte el control de las entidades bancarias, aseguradoras y otras análogas que gestionen depósitos del público. Está dirigida por el superintendente de Banca y Seguros de Perú, de cuya designación es responsable el presidente, aunque éste requiera la ratificación del Congreso.
3.3.4 Gobernabilidad
La gobernabilidad es la capacidad de crear consenso para poder llevar a cabo un programa de gobierno en un escenario donde están en juego diversos intereses. Es también la capacidad de definir reglas de juego para respetarlas y constituye condición indispensable para alcanzar seguridad integral y generar una adecuada defensa y el anhelado desarrollo nacional. Se asienta en una adecuada convivencia democrática, una ley de partidos, en un acuerdo nacional y en diversos canales de participación de la sociedad y sus organizaciones en las decisiones de gobierno, lo que a vez implica un balance y control del poder constituido en el gobierno. Según las Naciones Unidas el ideal de gobernabilidad se alcanza por medio de un gobierno democrático.
4. Intereses Nacionales
Los "Intereses Nacionales" son intangibles, permanentes e indesligables del término supervivencia. La supervivencia se entiende como la conservación de la nación físicamente como tal; del territorio en su integridad y recursos; así como de la cultura, como valores cualitativos y cuantitativos que cohesionan a la sociedad y preservan sus instituciones a través del ordenamiento jurídico-político. En los Intereses Nacionales se funda la unidad y soberanía del Estado y son los únicos que tienen carácter permanente.
Desde 1821, Perú ha sufrido significativas pérdidas territoriales. Entonces es de interés nacional preservar la integridad de su territorio y sus recursos potenciando sus ventajas geoestratégicas:
- La ubicación geográfica favorece su desarrollo, al convertirlo en un nudo central de comunicaciones terrestres, marítimo y aerospaciales en América del Sur, brindando facilidades para el tránsito comercial y turístico recíproco en toda la región.
- Perú por las múltiples ventajas expresadas, está llamado a ser el "puente continental" del comercio entre los países de la Cuenca del Pacífico y la Cuenca del Atlántico. Ante este reto, debe prepararse y proyectarse, a través de sistemas articulados de Desarrollo y Defensa, como garantía de Bienestar y Seguridad a que tiene derecho.
- La interconexión del Perú con cinco cuencas hidrográficas permite un intercambio comercial, industrial, cultural y poblacional significativo; por lo que será necesario reforzar la implementación de la infraestructura de interconexión con los mercados y pueblos nacionales e internacionales.
- Por otra parte, las riquezas del subsuelo andino explotadas en su mayor parte por la gran minería a cargo de empresas transnacionales, podrían configurar enclaves económicos, que de no ser tratados adecuadamente para que redunden en beneficios económicos directos para las poblaciones aledañas, podrían generar conflictos de consecuencias impredecibles.
- La riqueza del mar peruano se constituye en la fuente de alimentación popular y de desarrollo industrial que es explotado por grandes intereses empresariales. Asimismo, el potencial energético y minero de sus fondos marinos en un futuro no muy lejano puede ser codiciado por grandes empresas, correspondiéndole al Estado defenderlo para garantía de su desarrollo, seguridad y supervivencia.
Por otra parte, el mar es la reserva del futuro de la humanidad, sus ricos fondos serán solamente explotados por los más poderosos. Nuestro mar es extenso y requiere de la vigilancia y protección de los recursos marítimos, de sus naves mercantes, de sus líneas de comunicaciones y de sus actividades económicas relacionadas al interés nacional. El escenario marítimo puede ser usado también arbitrariamente para el transporte de materiales nocivos con el perjuicio a su ecosistema por lo que se hace necesario una fuerza previsora disuasiva.
Los efectos desastrosos de eventos recurrentes naturales como "El Niño" y la actividad sísmica, obligan a disponer de un adecuado Sistema de Defensa Civil para la prevención, apoyo Inmediato y rehabilitación de las zonas o áreas afectadas.
La "selva amazónica" constituye una reserva ecológica mundial que debe ser protegida, evitando su deforestación y uso irracional de sus recursos de flora y fauna. Las reservas forestales, ictiológicas, petrolíferas y gasíferas constituyen riquezas que deben ser explotadas sin agredir el ambiente y que debe revertir en beneficio de la zona. Esto requiere una política de apoyo directo al desarrollo e integración de las comunidades nativas y de la Amazonía al aparato económico-social del Estado.
Finalmente Perú por el interés que tiene en el continente antártico, debe impulsar su presencia y mantener su posición de uso y explotación de sus recursos con fines pacíficos, de investigación y de aprovechamiento de sus riquezas por ser integrante del Consejo Consultivo del Tratado Antártico desde 1989. La presencia de Perú en la Antártica responde a las siguientes razones:
- Porque influye en los climas de Perú, así como en la flora y fauna marina.
- Favorece la proyección internacional del Perú y lo prestigia, motivando en la población peruana un sentimiento de pertenencia a dicho continente.
- Como Miembro Consultivo del Consejo Antártico promueve y estimula el desarrollo de profesiones científicas y técnicas que facilitarían la consolidación de la presencia peruana.
- Las fuerzas armadas han permitido la materialización de la presencia peruana en la Antártica, que está expresada en dos grandes actividades: La construcción y mantenimiento de la Base Científica Machu Picchu y la realización de investigaciones científicas en la zona, tanto desde una plataforma marítima como desde el Continente Antártico.
LOS INTERESES NACIONALES DE PERÚ
los Intereses nacionales de Perú son :
- Desarrollo Nacional
- Existencia de la Nación y el derecho a su autodeterminación
- La integridad e intangibilidad de su territorio
- Mantenimiento del sistema de gobierno democrática
- La presencia permanente en los organismos internacionales
- Irrestricto respeto a los Derechos Humanos
- Irrestricto respeto a los Tratados internacionales de los cuales es signatario
- El progreso económico sostenido y sostenible en base al aporte científico y tecnológico
- La productividad y competitividad a nivel internacional en un ambiente de permanente seguridad
- El Mantenimiento de la calidad de vida y la seguridad de la población peruana
- Fortalecimiento de los valores éticos y morales de la población.
- Fortalecimiento de la identidad e integración de la sociedad peruana
- El respeto y conservación de su patrimonio histórico y cultural
- El respeto y conservación de su patrimonio ecológico y bionatural
- Su proyección geoestratégica a nivel marítimo, bioceánico y aerospacial
- La conservación biológica y ambiental de la región amazónica
- La presencia y proyección del Perú en la Antártica
5. Objetivos Nacionales
Los Objetivos nacionales son la expresión de los Intereses y aspiraciones vitales que la nación busca satisfacer en determinado periodo de su existencia, constituyen una guía de referencia para los gobernantes en cuanto señalan hacia dónde se debe orientar la acción política y para los gobernados, en cuanto recogen y expresan su visión del futuro; asimismo fija el compromiso para participar activamente en las tareas que hay que realizar para cumplirlos.
Los Objetivos Nacionales se establecen a partir de un análisis FODA de la realidad peruana y del contexto internacional, recogiendo esencialmente las necesidades de la población manifestado en los intereses y las aspiraciones nacionales.
Objetivos Nacionales de Perú
Si los intereses señalan al Perú como un Estado soberano, democrático, respetuoso de los derechos y basado en la construcción de valores, es indudable que aquellos definen un primer Objetivo:
- Estado sustentado en valores, integrado, cohesionado y con identidad nacional.
Asimismo, siendo la voluntad y la actitud nacionales de relacionarse como una sociedad en paz y armonía, en un plano de mutuo respeto, es también interés de la nación peruana estar insertada en la comunidad internacional en todos los aspectos de una relación democrática, por lo que es importante considerar el siguiente Objetivo:
- Estado articulado e integrado físicamente, proyectado al entorno regional y mundial
El fin supremo del Estado es la defensa de la persona humana y el respeto a su dignidad, esto se expresa en el interés de contar con una sociedad desarrollada, en la cual se apliquen los derechos universales del ser humano en lo concerniente a su bienestar y seguridad, que garanticen su futuro como nación todo lo cual se expresa en el logro de este tercer Objetivo:
- Estado soberano, desarrollado, moderno seguro y protector del medio ambiente
El Perú es un país con un valioso y enorme potencial de recursos de todo tipo, que por su posición en la región, abarca muchos intereses que conducen a proyectarlo en una importante posición geoestratégica lo cual se expresa en el Cuarto Objetivo:
- Estado con proyección geoestratégica
Estos Objetivos son una síntesis de los Intereses Nacionales, los cuales expresan la voluntad del pueblo peruano de proyectarse a un futuro que cumpla con los principios constitucionales que implican el compromiso permanente de gobernantes y gobernados por concretar esa visión, siendo los artífices de su desarrollo en un escenario de paz y bienestar con una sociedad solidaria y proactiva en el marco de un mundo globalizado, cuyas exigencias serán cada vez mayores.